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Las "niñas de la guerra" se emocionan en El Arbeyal

Tres gijonesas que partieron hacia la Unión Soviética desde el puerto de El Musel en 1937 reciben un tributo por unas vidas de "valentía y tesón": "La memoria no se olvida"

Por la izquierda, Olga Fonseca, Lola Fernández y María Páramo, ayer, durante el homenaje. | Ángel González | ÁNGEL GONZÁLEZ

La explanada de la playa de El Arbeyal acogió ayer un sentido homenaje a los "niños de la guerra" gijoneses con motivo del 85.º aniversario de su partida desde el puerto de El Musel con destino a la antigua Unión Soviética para huir de la Guerra Civil. Un tributo que recuerda un "hecho histórico", como afirmó Luis Pascual, presidente del Ateneo Obrero de Gijón y encargado de conducir un acto que emocionó a los presentes. "La memoria no se olvida", reivindicó.

El protagonismo recayó en tres "niñas de la guerra", testimonios vivos de las peripecias que se vieron obligadas a experimentar por el conflicto bélico. Son Olga Fonseca, María Páramo y Lola Fernández, que regresaron a su país tras un tiempo en la Unión Soviética y suscitaron la emoción de los asistentes. Todas salieron, en la madrugada del 23 al 24 de septiembre de 1937 desde El Musel a bordo de un carguero ocupado por más de mil niños que compartían su sensación de incertidumbre. A punto de cumplir 94 años, a Olga Fonseca no le salen más que palabras de gratitud hacia la Unión Soviética. "Es mi segunda patria", contó la mujer, que zarpó junto a su hermana y una prima. No obstante, nunca se le fue la "añoranza" por Asturias.

El acto no hubiese sido posible sin la colaboración de dos asociaciones, "Niños de Rusia" y "Lázaro Cárdenas". Tatiana Vázquez, presidenta de la primera, señaló la importancia de "no olvidar a nadie" y remarcó que "la situación del 37 no debe repetirse". Además, anunció que se buscará un lugar en la ciudad para exponer más de 700 fotografías para rememorar aquel viaje. Marcelo Alonso, de "Lázaro Cárdenas", expresó su "cariño" hacia las protagonistas y mandó un "abrazo solidario a todos los refugiados del mundo".

"Son dignas de admiración por su valentía y tesón", aseguró conmovida Salomé Díaz, concejala de Memoria Democrática. Encarnación Vicente, viceconsejera de Justicia, hizo hincapié en que "la memoria es el mejor antídoto contra los totalitarismos". El acto, en el que no faltó la música con la interpretación del himno de Asturias y de "Bella ciao", se cerró con una ofrenda floral junto a la escultura de Vicente Moleira. Fue el punto final a un día de tributo a unos "niños de la guerra" a quienes un conflicto armado les privó de sus vidas tal como las conocían.

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