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La Noche Blanca de Gijón madruga de nuevo para llenarse de familias

La cita colma de arte 17 espacios culturales "con mucho que descubrir" desde la tarde para llegar a todos los públicos

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En imágenes: Gijón se llena de público para disfrutar la Noche Blanca Marcos León / Fernando Rodríguez

La primera Noche Blanca pospandemia, sin ninguna restricción, fue la del ambiente de siempre: el de la sonrisa, la cercanía, disfrutar sin apuntar el DNI a la entrada por las limitaciones de aforo, y de volver simplemente a compartir en las distancias cortas. Pero también dejó algunos hábitos de ese periodo, como el tardeo. Una medida que provoca que las actividades empiecen cada vez antes, aún con la luz del día, y que lleve a participar en esta fiesta cultural a más familias de la ciudad. La Noche de Blanca rejuveneció en los 17 espacios que se sumaron a esta iniciativa. Hasta 33 actividades diferentes pudo disfrutar el público, con talleres, música, inauguración de exposiciones, performance, instalaciones o charlas.

Tres visitantes observan la instalación «Rampa», de Damián Vega, en el Antiguo Instituto. | F. R.

"Es un día en el que hay mucho que descubrir. Esperemos que nos dé tiempo a verlo todo, porque es todo muy interesante", destacaron Aida Flórez y Jesús Montañés, dos asiduos a esta cita. En esta ocasión se plantearon una meta: "esperamos llegar a diez sitios distintos, y especialmente no perdernos ninguno de los conciertos".

Actuación de «Undercover Trío» en la Galería Llamazares. | Marcos León

Para abrir boca, en el Antiguo Instituto, Damián Vega planteó una doble propuesta con su exposición "Vertical". En una sala ofrece un recorrido de imágenes con los diferentes castilletes de los pozos mineros asturianos, unos 40 aproximadamente, invitaba a la nostalgia. José Antonio Martínez, por ejemplo, recordaba a su abuelo, trabajador del Pozo Carrio, mientras observaba la larga nómina de imágenes del patrimonio minero asturiano: María Luisa, Sotón, La Camocha, Pumarabule, Arnao o Mosquitera entre otros. Más arriba, en otro espacio, una instalación ofrecía imágenes con juegos de luz y color de estas mismas instantáneas.

Visitantes en una charla en la galería Bea Villamarín. | Fernando Rodríguez

El azul fue el color principal con el que se creó una atmósfera muy intensa. En las Termas Romanas del Campo Valdés, con la actuación de "Okkre". O en la Colegiata San Juan Bautista, a rebosar con el paso de Álex Aller. También en la Laboral Diego Flórez, compositor electroacústico, puso toda esa intensidad y fluorescencia con "La Sebe", su nuevo disco.

Concierto de «Okkre» en las Termas Romanas de Campo Valdés. | Marcos León

La buena noticia, un año más, volvió a ser ese público infantil que poco a poco va acercándose a la cultura, para tomar ese relevo generacional necesario. En el Museo Nicanor Piñole, el grupo formado por Illán Manso, Alma López, Leo Álvarez, Patricia Barbillo, Ángela Barbillo, Marina García y Carlos Vigil. "Es muy emocionante y divertido", destacaron mientras sujetan un globo de La Noche Blanca, uno de los emblemas de esta edición. Allí tuvieron una yincana para sumergirse, titulada "El misterio de los lienzos". Mientras que en la Galería Aurora Vigil-Escalera, otro punto neurálgico de encuentro para las familias, un taller infantil a cargo de Óscar Molero, y el espectáculo de magia de "Inés la Maga" fueron los reclamos. "Es importante que sepan apreciar y valorar desde bien pequeños la cultura", coincidieron un grupo de padres.

Mercedes Elizalde comenta su muestra «La experiencia de ser real» en Espacio Líquido. | M. L.

Aunque la música y otras propuestas cobran cada vez más protagonista, la Noche Blanca mantiene la idea de inaugurar exposiciones. En Cornión se abrió al público "Gijón Sur-Mer II", con trabajos en los que se homenajea a la ciudad, con 51 cuadros de 22 artista. "Los que más llaman la atención de primeras son siempre Pelayo Ortega, Rubio Camín o Miguel Galano, pero todos acaban enganchando", desveló Amador Fernández, responsable de la galería, muy satisfecho por la acogida de esta cita. "Notamos que hay más gente que nunca. Es un día que siempre apetece mucho la cultura", reconoció. "Siempre lo iba dejando, pero este año tenía claro que tenía que participar. Mi objetivo es ir a ver todas las galerías", relató Esther Pérez, una espectadora en Cornión.

Por la izquierda, Illán Manso, Alma López, Leo Álvarez, Patricia Barbillo, Ángela Barbillo, Marina García y Carlos Vigil, en el Nicanor Piñole, en la yincana «El misterio de los lienzos». | Marcos León

En Espacio Líquido, Mercedes Elizalde descubrió los entresijos de su muestra "La experiencia de ser real", que ayer vivió su primer contacto con el público. Allí incluso realizó dos confidencias. "No descarto que algún día mi obra sea más real que abstracta", señaló en primer lugar. "Pinto siempre con música, si estoy nostálgica con la clásica, pero sin pasarme, porque reduzco la intensidad", añadió.

Aunque la inauguración de la muestra se había producido hace unos cuantos días, Santi Lara conectó de forma virtual con los visitantes de la Galería Llamazares para comentar su obra "Animal (l)". "Ha sido una experiencia muy emotiva trabajar en esta muestra que se muestra de forma poética una especie de mundo animal pasional", resaltó, instantes después de que "Undercover trío".

"Petroluxus", una exposición individual de fotos de Carlos de la Osa en La Salita; una charla de Sara Rubayo en Bea Villamarín; la apertura de la obra "Miradores / Miraderos" de Iñaki Domingo en ATM, una proyección de cortos en el Conseyu de la Mocedá; o una actividad creativa en el Museo Evaristo Valle fueron otros de los planes de la jornada.

Aunque la Noche Blanca madrugó para llegar a todos los públicos, no por ello abandonó su filosofía. Pasada la medianoche aún hubo propuestas para los más enérgicos y con ganas de empezar con mucha animación el fin de semana. Entre ellos estuvo Mario Viñuela, músico asturiano, al que primero le pilló por sorpresa la invitación, pero que le supuso un gran descubrimiento la experiencia. "Es un orgullo tocar en mi ciudad. Me tratan muy bien", detalló, antes de ahondar en su propuesta musical, titulada "Sinestesia". "Es algo clásico, que va desde piano solo, a piano con trío de cuerdo, combinado con una parte más electrónica, con sintetizadores o bases ritmos. Combino mucho el piano acústico, con la cuerda o aplicaciones digitales. Es decir pasar de lo clásico intimista a lo más electrónico ambiental", concluyó.

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