Un potente proyecto de "pacificación" del tráfico en el barrio y la ampliación de su oferta de aparcamiento dan forman al plan para Nuevo Roces que la concejalía de Movilidad, que encabeza Aurelio Martín, está negociando con la asociación de vecinos del barrio para su implementación a medio plazo. Hay dos ideas importantes sobre la mesa: generar 200 plazas más de aparcamiento y convertir la avenida de Roces en una vía de doble sentido pero restringiendo su uso a residentes, los autobuses públicos y los repartidores y otro tipo de transportistas que den servicio al vecindario.
El debate acaba de empezar en el marco del estudio de las alegaciones presentadas al Plan de Movilidad Sostenible, y donde la asociación de vecinos aprovechó para reiterar las quejas que denuncia desde hace tiempo. Hace una semana hubo una primera toma de contacto y pronto tendrá lugar una nueva cita entre la dirección de la concejalía y la asociación de vecinos. Si se llega a un proyecto de consenso que tenga el aval de los vecinos en asamblea la concejalía ejecutaría esos cambios incorporándolo a las acciones que tienen la cobertura del Plan de Movilidad, que camina hacia su aprobación definitiva.
La actuación sobre la avenida de Roces –principal eje de comunicación del barrio con gran uso tanto para vecinos como para no vecinos que la utilizan como vía de paso entre distintas zonas de la ciudad– intentaría poner fin a los problemas que genera el exceso de velocidad con el que muchos conductores encaran ese vial y que es un problema para los vecinos. La propuesta de un uso restringido a residentes, transporte público y repartidores, supondría replicar en Nuevo Roces el modelo que ya existe en Cimadevilla . El acceso al barrio alto se controla a través de cámaras de identificación de matrícula.
El objetivo compartido de rebajar la velocidad en el paso de los coches por Nuevo Roces, o por lo menos por las zonas más conflictivas de cara a los vecinos, también se dejaría sentir en actuaciones complementarias a la de la avenida de Roces que afectarían, por ejemplo, a las calles Benito Otero y Alicia Concepción Álvarez. Todo está en fase de estudio.
Otra de las quejas de los vecinos de Nuevo Roces es la falta de aparcamiento. Una queja reiterada y a la que la concejalía de Movilidad no había dado respuesta al entender que había otros barrios con mayor carencia de espacio de aparcamiento. Ahora se plantea la posibilidad de generar 200 plazas en aparcamientos en batería en forma de espiga. Un giro en el planteamiento del equipo de gobierno. Un estudio municipal realizado hace unos meses ante las denuncias de falta de aparcamiento en Nuevo Roces cuantificaron en 4.069 las plazas de aparcamiento –1.036 en superficie y 3.033 subterráneas– para una población de 4.010 habitantes con edades comprendidas entre los 18 y los 74 años. El estudio no incluía la oferta de los centros comerciales ni tampoco las 128 de la explanada de tierra anexa al campo de fútbol del Llano 2000. El estudio establecía una ratio de 1,01 plazas por habitante por encima de la media de la ciudad, fijada en 0,64.
El actual Plan de Movilidad Sostenible, que cuenta con la aprobación inicial de la Junta de Gobierno y transita hacia la aprobación definitiva que se espera conseguir antes de que acabe el año, da a Nuevo Roces un tratamiento específico con la consideración de área singular. Mismo denominación que se da a la Milla del Conocimiento y el área Piles-Mestas.
El Plan describe la situación del barrio y la base de unos problemas de movilidad que siguen sin alcanzar su resolución. " La mala comunicación tanto a pie (al estar rodeado por la A-8, la AS-1 y la AS-376, haciendo del barrio una isla urbana) como por transporte público generan una dependencia excesiva del vehículo privado con sus consiguientes problemas de movilidad, los cuales han de ser resueltos", se explica en el documento antes de sugerir mejoras en la red ciclista y peatonal y, sobre todo, la ampliación de la oferta de transporte público. Se reserva para ello una dotación de 200.000 euros.
