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Nuevo Roces tendrá semáforos en sus vías y ganará 130 plazas de aparcamiento

El Ayuntamiento sopesa instalar fotorrojos o radares en la avenida de Roces y en Alicia Concepción Álvarez para atajar los excesos de velocidad

La avenida de Roces. Ángel González

Profundos cambios en el tráfico de Nuevo Roces. El Ayuntamiento va a instalar semáforos en los cruces de la avenida de Roces y de su paralela Alicia Concepción Álvarez con las calles Ramón Gómez Lozana y Jenaro Suárez Prendes, estudiando la posibilidad de instalar también fotorrojos o radares. Acabar con los excesos de velocidad es el objetivo. Una conducción peligrosa de la que habían alertado los vecinos y que el Ayuntamiento también ha constatado mediante equipos de medición de la densidad y la velocidad del tráfico instalados en la zona. Además, se va a eliminar un carril de circulación en las calles José Antón Magarzo y César Maese Alonso, prolongación de la anterior, lo que permitirá crear al menos 130 nuevas plazas de aparcamiento.

Así lo anunció ayer el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, acompañado por el presidente de la asociación de vecinos de Nuevo Roces, Miguel Bernardo. Las medidas se implementaran en enero o febrero del próximo año si el gobierno local consigue aprobar un presupuesto municipal. En caso contrario, se demorarán hasta marzo o abril, según los cálculos del concejal, que presentó estas actuaciones como una "primera fase" de la propuesta más ambiciosa que el Ayuntamiento había elaborado para pacificar el tráfico en el barrio. El resto de medidas de momento se quedarán solo sobre el papel, ante las reticencias expresadas por los comerciantes de la zona.

Esa propuesta a mayores que planteó el Ayuntamiento incluía convertir en un vial de doble sentido la avenida de Roces, permitiendo el paso solo al transporte público, a vehículos de residentes a garajes de la calle, al transporte escolar y para carga y descarga. Otra de las medidas que tampoco se van a implementar en esta primera fase es la de reducir a un sólo carril de circulación, y en sentido contrario al actual (para evitar que los vehículos que sale de Leroy Merlin tengan que atravesar el barrio), las calles Benito Otero Martínez y Alicia Concepción Álvarez, medida que permitiría ganar otras 155 plazas de aparcamiento adicionales a las 130 que se van a conseguir con la eliminación de un carril en las calles José Antón Magarzo y César Maese Alonso que sí se va a efectuar. Por tanto, de ejecutarse esa segunda fase de la reordenación del tráfico el barrio sumaría 285 estacionamientos nuevos.

La eliminación de uno de los dos carriles de circulación en los dos viales paralelos a la avenida de Roces, tanto el que se va a transformar en esta primera fase como el que queda pendiente para una segunda, se harían colocando aparcamientos a cada lado de la calle en tramos alternos, para obligar a los vehículos a serpentear, como una medida más de reducción de su velocidad.

El rechazo de los comerciantes del barrio a la propuesta inicial del Ayuntamiento, en especial en lo que atañe a la avenida de Roces, fue lo que motivó que una parte de las medidas propuestas por el Ayuntamiento se hayan pospuesto para una segunda fase, que en todo caso se haría sólo si hubiera un consenso de vecinos y comerciantes, lo que pasa por convencer a estos últimos. Martín explicó que la avenida de Roces se está utilizando por muchos conductores que no residen en el barrio como zona de paso y "con velocidades bastante por encima del límite legal de 50 kilómetros por hora, en un barrio en el que residen más de 1.400 niños menores de 14 años", por lo que hay "un problema de seguridad vial serio".

Miguel Bernardo, por su parte, señaló que uno de los problemas en Nuevo Roces es el "crecimiento exponencial" de un barrio en el que ahora se están construyendo siete nuevas promociones y que incrementará su población en 6.000 nuevos vecinos con el tiempo, pero que carece de servicios como colegio o centro de salud, además de tener malas conexiones de transporte público. Los vecinos apuestan por un barrio en el que se prime al peatón y al transporte público frente al vehículo privado, pero señalan que tienen que recurrir a este último para desplazarse.

Dicho eso, Bernardo señaló ante las medidas que va a implementar el Ayuntamiento antes de que acabe el mandato que "es la primera vez que una concejalía toma en serio la movilidad en conjunto en Nuevo Roces y eso hay que agradecerlo". "Hacer sólo la primera fase no es el mejor plan para todos, pero es lo posible", indicó el líder vecinal, dado que considera que las medidas deben estar consensuadas con los comerciantes. "También forman parte del barrio y muchos de ellos también son vecinos del barrio", aseveró. Dicho eso, Bernardo apuntó que "no renunciamos a que en su día se piense que tenemos que humanizar el barrio" y pidió que se sancione a los conductores que cometen infracciones. Además del exceso de velocidad, otro problema habitual son los estacionamientos en doble fila.

El representante vecinal también apuntó que están a la espera de las propuestas que plantee Emtusa para mejorar las comunicaciones de Nuevo Roces, que le han trasladado que pasarán previsiblemente por medidas transversales, lineas de conexión con la zona oeste y con el centro, "como lanzaderas", según le trasladaron al presidente vecinal.

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