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El pago municipal de intereses a los bancos se dispara de 250.000 euros a 1,8 millones

El gobierno diseña el último presupuesto del mandato sin recurrir a más deuda: «No es prudente, comprometería el futuro», dice la edil de Hacienda

Ayuntamiento. JUAN PLAZA

No todo son subidas de nóminas, materiales, energía eléctrica y combustibles, que también. El espectacular incremento de los intereses de los préstamos bancarios es otra de las chinas en el zapato que se ha encontrado la concejalía de Hacienda, que lidera la edil socialista Marina Pineda, para hacer el presupuesto municipal del año que viene. El salto es más que llamativo. «Vamos a pasar de unos 200.000 euros y pico a casi 1, 8 millones. Tela», explicaba ayer Pineda. Teniendo en cuenta que la partida inicial de este año fue de 247.000 euros eso supone multiplicar por siete la partida de intereses de préstamos del proyecto presupuestario de 2023.

Y es también la razón por la que desde la concejalía se ha desestimado tanto aumentar el habitual préstamo de 20 millones para inversión como recurrir a un préstamo para gasto corriente. «Somos conscientes de las necesidades, y tenemos margen para ir a un mayor nivel de endeudamiento, pero también somos conscientes de que desde 2020 estamos cerrando en déficit con una capacidad de financiación negativa y que con esta subida de los intereses no es prudente acudir a mayor endeudamiento. Eso comprometería el futuro y tenemos que pensar no solo en este año. También en los que viene», reflexionó la concejala.

Pineda evitó ayer dar fechas concretas para la presentación del proyecto presupuestario del año que viene, pero confirmó que ya hay algo que presentar. «Una cosa es la decisión política de querer cerrar un proyecto de presupuesto, otra cuestión es el momento en que se ve que, efectivamente, se pueden cuadrar los números y presentar ese proyecto; y luego está que los servicios municipales preparen todas las operaciones y los documentos que nos permitan decir que tenemos un presupuesto». Esa era la hoja de ruta descrita por Pineda. La buena nueva es que ya se ha llegado a la segunda fase, cuando técnicamente se ve factible cuadrar las cuentas, y la mala que hasta que no haya una mayor definición de los grandes números del proyecto no se hará llegar a la oposición para empezar la negociación política de cara a una votación plenaria que, casi seguro, se escapa del actual año natural.

A esa oposición mandó ayer su mensaje la portavoz socialista. «En cuanto podamos nos vamos a sentar con ellos. Veremos si hay voluntad política de negociar y de asumir eso que dicen todos los días de que Gijón necesita un presupuesto para salvar, sobre todo, los fondos europeos», les retó. Esa es otra singularidad en la elaboración de las cuentas municipales del año que viene: encajar la parte de cofinanciación municipal de los proyectos aprobados del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Ya con lo concedido la anualidad municipal para 2023 por esta vía tiene que sumar 5,3 millones. Si en lo que queda de año llegan las concesiones de las propuestas gijonesas a fondos europeos aún pendientes de resolución esa partida podría elevarse a los seis millones de euros.

Visto lo visto no le queda mucha capacidad al actual equipo de gobierno para sorprender con alguna obra nueva en el año de las elecciones. Pineda lo dejó ayer muy claro: «primero los proyectos ya licitados, luego la cofinanciación de fondos europeos y sobre lo que quede, habrá que fijar prioridades».

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