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Un bocado que engancha

Los hosteleros finalistas del Campeonato de Pinchos alaban el certamen: "El balance es muy bueno, se vende mucho y te descubre gente nueva"

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EN IMÁGENES: Campeonato de Pinchos de Gijón

Al mal tiempo, refugio en los bares. Y, si además existe la posibilidad de degustar pinchos elaborados, un aliciente todavía mayor para ir de ronda en ronda. "Me gusta el buen yantar y probar cosas nuevas, así que estoy de ronda", reconoce Carmen Lidia Quintanal, mientras degusta en el Bar La Estraza, en la plaza del Marqués, el pincho “Kouign Amann”. Los clientes disfrutaron ayer de las últimas horas del certamen, apurando esa última ronda para saborear los interesantes bocados que presentaban los participantes. Y los hosteleros se quedaron también con ese buen sabor de haber llegado al público. "El balance es muy bueno, se vende mucho durante todos estos días del campeonato, y además te descubre gente nueva, que luego puede repetir. Es muy necesario este certamen", coincidieron en señalar varios de los diez hosteleros finalistas del Campeonato de Pinchos.

"Veníamos de fines de semana muy tranquillos y se revitalizó todo", relata Cintia García, de La Estraza, donde ofrecían una elaboración "con pastel de mantequilla, panceta confitada, mejillón en escabeche de sidra, soja de lima, hebras de chile y brotes verdes". Otro finalista es el Mamaguaja, con sus "Milhojas premium". "Pudimos preparar casi unas ochenta diarias", relata Miguel Prendes, mientras ultima en la sesión del vermú del domingo una ronda de este pincho, que lleva "una pasta wantón crujiente, manzana, foie, trufa, carpaccio de langostinos, lacas de mozzarella de menta y almendra garapiñada".

Los diez días que dura el Campeonato de Pinchos permiten a los establecimientos recibir un goteo constante de visitantes. "Lo bueno es que viene mucha gente diferente, que no suele venir a menudo, y que gracias a esto repite. Ha estado muy movido todos estos días", transmite con satisfacción Nerea Méndez, del Alalunga, donde ofrecían una corona de tomate verde con menier de calamares, alioli de limón y pepino encurtido. "Está buenísimo y muy elaborado, seguro que cuesta trabajo hacerlo, pero merece la pena probarlo", valoran dos comensales en este local, Carmen Velasco y Ángel Mesa. Por su parte, Mario Martínez, de "La Cuchara de Mario", creó para esta cita un "Sandwich de otoño", que incluía "jabalí, castañas y setas". Una combinación que gustó al público: "Es importantísima esta cita, el pincho siempre tuvo tirón, y nos permite hacer clientes nuevos y generar fondo de comercio. Estos días, en especial el fin de semana, hemos vendido mucho.

El Campeonato de Pinchos permitió a la hostelería disfrutar de dos fines de semana intensos y con muchos clientes. "Pudimos llegar a vender unos 500 o 600 pinchos, quizás un poco menos que otros años, pero porque por semana hubo días de mucha lluvia, pero estamos contentos", cuenta Mariano Mier, de El Quinto, que elaboró el pincho "No hay quinto malo", que consistía en "una empanada árabe crujiente, rellena de un tartar de atún con un pastrami de atún, kimchi y alga frita", añade. "Es un evento que crece año a año y que hay que cuidar porque acerca la gastronomía a muchísima gente y hace exponer las grandes creaciones de los excepcionales profesionales que tiene la hostelería de Gijón", concluye a modo de resumen Ángel Lorenzo, presidente de Otea Gijón y que ha llegado con el Mamaguaja, uno de los restaurantes de su cadena, el Grupo Gavia, a la final del certamen de pinchos, que conocerá mañana, en La Hacienda de la Llorea, a sus ganadores.

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