La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La oposición tiende la mano al PSOE y pide "voluntad real" para pactar presupuestos

Cs y Podemos critican la tardanza en desvelar el borrador, y Foro y el PP temen una "parálisis" | Vox asume que será excluido de la negociación

La Corporación municipal, durante el pasado Pleno, en una votación. | Ángel González

Con predisposición, pero varias líneas rojas ya marcadas, los grupos de la oposición local se abren a negociar con el gobierno local un posible pacto para que el Ayuntamiento gijonés apruebe sus presupuestos de 2023 y no dependa de una prórroga de las cuentas del año en curso. Los grupos entienden, no obstante, que la intención del gobierno de elaborar un borrador de presupuestos, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, surge a unas alturas del año en la que las conversaciones ya no podrán hacerse con demasiada calma. Recuerdan, también, que el intento de acelerar las negociaciones fue ya uno de los motivos por los que fracasaron las ordenanzas fiscales. Pese a todo, todos los grupos salvo Vox –que entiende que el gobierno local no les va a llamar y ya prepara una enmienda a la totalidad de las cuentas– acceden a, al menos, sentarse a hablar. Antes de llegar a ellos, no obstante, el PSOE recurrirá primero a Izquierda Unida, su socio de gobierno, que hacía apenas una semana reprochaba precisamente que a estas alturas del año sus colegas socialistas no tuviesen una hoja de ruta definida para sus cuentas.

Tras el fracaso en la negociación de las ordenanzas fiscales y con el antecedente de las cuentas de 2021, prorrogadas porque en pleno contexto de pandemia el equipo socialista no pudo ni presentar un borrador, hasta hace unas semanas la corporación local parecía abocada a otra prórroga. Y los números parecen que empiezan a cuadrar ahora, pero con varias problemáticas ya de inicio, entre ellas, el repunte de costes energía y los compromisos de pago de los proyectos cofinanciados por fondos europeos.

El grupo municipal de Ciudadanos está dispuesto a negociar porque ve "fundamental" que la ciudad tenga un presupuesto propio en 2023 para evitar "la paralización o ralentización de proyectos importantes" y poner "en riesgo" la financiación europea. Pero al edil Rubén Pérez Carcedo no le gustan las fechas. "Nos preocupa que a finales de noviembre no contemos ni siquiera con un borrador ni se haya iniciado su negociación. Tal parece que no hay voluntad de que se lleguen a aprobar", lamenta. Su formación se muestra también distante por los planteamientos presupuestarios de las empresas municipales: "Las cifras que hemos conociendo apuntan a un escaso margen inversor y a un gasto corriente disparado". Promete el edil, sin embargo, "responsabilidad" para negociar "sin demagogias ni electoralismos". Pero adelanta: "No olvidemos que solo hay una cosa peor que una prórroga presupuestaria, y es unos malos presupuestos".

Jesús Martínez Salvador, de Foro, aguarda la llamada del gobierno local para "sentarse a negociar". "Nosotros mejor que nadie, al haber sido gobierno en el pasado, sabemos de la importancia de contar con unas cuentas cada ejercicio y de los retrasos y problemas que acarrea el encontrarse en prórroga presupuestaria", explica el concejal, que afirma que pese al año electoral que encara Gijón "no es el momento de hacer un presupuesto ideológico, sino un presupuesto práctico y técnico". Espera una "voluntad real de negociar" por parte de los socialistas.

Desde Podemos-Equo, Laura Tuero espera que el borrador siga "la senda de atender las necesidades de una amplia mayoría social gijonesa" y paliar el encarecimiento de productos básicos y el contexto de inflación. Su formación "está dispuesta a negociar", pero exige "una negociación seria y que se desarrolle en tiempo en forma", algo que a su juicio no sucedió con las ordenanzas, cuando se les convocó "en el último momento y para una única reunión", mostrando para la formación morada un "escaso interés" por parte del equipo de Ana González.

Ángela Pumariega, del Partido Popular, cree "clave" contar con unos presupuestos para el próximo año. Ahora bien, considera que "para salir de la parálisis" actual esas cuentas deberían centrarse en "fomentar la actividad empresarial y en el fomento del empleo", y no tiene muchas esperanzas en que esa vaya a ser la línea a seguir. "Mucho nos tememos que tengan ya comprometidas las cuentas del año que viene, además de limitar la acción de la próxima corporación", lamenta, aunque insiste en estar "dispuesta" a negociar.

Desde Vox, por último, no tienen muy claro que les vaya a sonar el teléfono. "En otros años expresamente se nos excluyó de la ronda de consultas", recuerda Eladio de la Concha, que ve en ese gesto una "falta de cortesía". Por eso su equipo entiende que acabará, como en años anteriores, presentando una enmienda a la totalidad a las cuentas: "Mucho nos tememos que si (los presupuestos anteriores) ya eran malos para Gijón, pero van a ser los que se propongan, ya que van a incidir aún más en las nefastas políticas de la izquierda más radical".

Compartir el artículo

stats