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La junta local de seguridad por la oleada de robos no se celebrará hasta el 19 de diciembre

La zona rural mantiene su exigencia de instalar cámaras, mientras continúan los controles y vigilancias policiales

Una patrulla de la Guardia Civil en Castiello. Marcos León

La junta local de seguridad, tras varios días para cuadrar la agenda de la alcaldesa, Ana González, se celebrará finalmente el 19 de diciembre, lunes, para analizar la situación de inseguridad generada en la zona rural por una oleada de robos en los últimos meses que tiene en pie de guerra a los vecinos, especialmente a los de la parroquia de Castiello. Somió, Deva y Cabueñes son otras de las zonas más afectadas por una serie de episodios que han llevado a la Policía Nacional y a la Guardia Civil a reforzar la vigilancia, tanto con coches con distintivos, con controles, como con coches camuflados.

La elección de la fecha se acaba de trasladar al resto de los miembros de la junta local de seguridad, cuya última convocatoria fue en octubre del año pasado a raíz de la decisión del Consejo de Ministros de suprimir la comandancia de la Guardia Civil de Gijón. Además de la Alcaldesa, y del concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista José Luis Fernández, a esa junta acuden representantes de Delegación de Gobierno, Policía Nacional y Local, y agentes del Instituto Armado. También son citados los representantes de cada grupo político de la corporación y, en ocasiones, representantes del colectivo vecinal. Fue precisamente la oposición municipal quien más exigió la convocatoria de la junta, tanto de palabra, como hicieron Ciudadanos, Foro y Vox, como por carta, como la remitida a la Alcaldesa desde el PP.

La celebración de la junta local de seguridad llegará casi un mes después de la primera concentración que los vecinos de Castiello –hasta han creado un grupo de Whatsapp para informar de cualquier sospecha– llevaron a cabo en la plaza del Curullu. "Estamos desprotegidos, es insostenible", relataron el pasado fin de semana, cuando volvieron a salir a la calle para exigir la instalación de las cámaras de vigilancia como medida disuasoria. No obstante, los propios vecinos afectados reconocieron "las fuerzas de seguridad están trabajando, como hacen siempre, y están altamente sensibilizadas con los problemas de seguridad de los vecinos".

La Guardia Civil y la Policía Nacional mantienen muy activa la presencia en la zona en las últimas semanas para tratar de pillar "in fraganti" a los responsables de estos asaltos, que aumentan en épocas del año como esta al anochecer primero. Realizan controles en los accesos a la ciudad también en la zona rural, con diferentes patrullas. La dificultad para esclarecer este tipo de delitos es que apenas dejan pruebas en las viviendas. Pero más complicado resulta luego que puedan ser condenados en los juzgados.

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