Dos colegios de Gijón denuncian botellones en sus patios los fines de semana

El Evaristo Valle y el Jacinto Benavente, que instalará cámaras y sopesa una manifestación, alertan de constantes actos vandálicos

El colegio Evaristo Valle, visto desde la pasarela del Polígono. | Pablo Solares

El colegio Evaristo Valle, visto desde la pasarela del Polígono. | Pablo Solares / Pablo Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Restos de botellas vacías, cristales rotos tirados en el suelo, destrozos menores en algunas de las instalaciones que usan los alumnos, restos de pipas, colillas y "hasta alguna papelina". Esos son los rastros que dejan la celebración de botellones nocturnos en los colegios Evaristo Valle, en el Polígono, y en el Jacinto Benavente, en La Camocha, los dos centros que sufren desde hace varias semanas esta problemática. Una situación que, explican, protagonizan jóvenes adolescentes que se saltan las vallas de estos dos centros de educación primaria para acceder a los patios generando todo tipo de inconvenientes a estudiantes y docentes.

La situación es más grave se da en el colegio Jacinto Benavente, que ya ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil la problemática y ha planteado la correspondiente denuncia, según confirmaron fuentes conocedoras del caso. Este centro se plantea instalar cuanto antes cámaras de vídeovigilancia que sirvan de elemento disuasorio para aquellos que entran los fines de semana al patio del centro, que da a una zona que no es visible desde la calle. No han entrado, por el contrario, al interior del edificio que está protegido con una alarma antirrobos. Los desperfectos en el Jacinto Benavente han sido numerosos ya que se han cebado, según explican estas mismas fuentes, con elementos que utilizan los estudiantes en su día a día como el invernadero y la compostadora. El caso ha llegado a tal punto que en el centro ya buscan fecha para realizar en las próximas semanas una manifestación que implique otros colectivos del antiguo poblado minero.

Un problema parecido, aunque menos grave, se vive en el colegio Evaristo Valle, donde hay jóvenes que saltan la valla a veces para jugar partidos de fútbol y otras veces para realizar botellones. La cosa en el centro de El Polígono viene de cursos pasados cuando incluso llegaron a forzar las cerraduras "con tarjetas de crédito", según explicó el actual director, Tobit Fernández. A estas maniobras se les ha puesto coto poniendo cerrojos, aún así hay jóvenes que entran igualmente saltando las verjas. "Entran a hacer botellón. Fuman, beben, comen pipas... nos hemos encontrado casi de todo hasta alguna papelina de alguna sustancia", explica el docente. "Tenemos una puerta con un brazo mecánico y al saltarla tuercen este elemento lo que provoca que la puerta abra y cierre mal", lamenta el director del Evaristo Valle.

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