Nuevos planes para el área sanitaria

La partida del centro de salud Vega-La Camocha, a la baja para "priorizar" proyectos más avanzados

El consultorio de Nuevo Roces comenzará a construirse en el primer trimestre de 2023 y el de El Llano se remodelará parcialmente

Entrada del centro de salud Vega-La Camocha, ayer.

Entrada del centro de salud Vega-La Camocha, ayer. / Juan Plaza

La demora en la licitación de redacción del proyecto y la necesidad de "priorizar" planes más avanzados explican que La Camocha se quede en 2023 con una partida de 160.268 euros para el proyecto de remodelación de su nuevo consultorio. Así lo explicó ayer el consejero de Salud, Pablo Fernández, que asume que asignaciones como la del consultorio de Nuevo Roces –que se lleva 3,2 millones de euros– y la necesidad de dirigir gran parte de la partida presupuestaria a Cabueñes ha podido provocar "agravios" en otros proyectos, si bien entiende que en el cómputo global Gijón puede estar "orgulloso" por las millonarias inversiones reservadas para 2023. "Se lleva más de lo que le correspondería por volumen de población", recordó. Aclaró, no obstante, que la asignación del consultorio de Vega-La Camocha sí incluye "una pequeña parte" para iniciar ya las obras el año que viene, aunque el proceso está avanzando más lento de lo esperado. Las obras en atención primaria se completarán con otra dotación, de 43.901 euros, para el centro de salud de El Llano, que remodelará parcialmente para hacerlo más accesible.

El consultorio de Vega-La Camocha fue la principal pega que encontró la alcaldesa Ana González a las cuentas regionales del próximo año. Explicó que la información que tenía su equipo de gobierno era que el Principado financiaría tanto la redacción del proyecto de obra como la propia obra, y viendo la cuantía finalmente fijada parecía que solo se costearía lo primero. Fernández confirmó ayer que la partida se destinaría en gran parte a la redacción del proyecto y que los vecinos podrían esperar solo unas labores iniciales para arrancar las obras, pero aclarando que Gijón tenía "otros proyectos extraordinarios" en marcha que le hacen destacar en las cuentas de su Consejería.

Con Vega-La Camocha el problema han sido los plazos para esa licitación de redacción del proyecto. Se licitó a finales de octubre de 2021, por 93.000 euros, y desde entonces los trámites se han ido eternizando. En noviembre de ese año uno de los arquitectos que optaba al proyecto manifestó haber sido excluido del proceso por un error informático en la plataforma y la mesa de contratación suspendió el proceso hasta que se aclarar si había habido o no una incidencia. En diciembre se presenta un informe que avala que la plataforma no falló, se excluyó del proceso a este profesional y se iniciaron las labores para estudiar las ofertas de los otros cuatro aspirantes. En marzo de 2022, se señaló que los arquitectos Vicente Díez Faixat y Justo López García presentaban la oferta más rentable, por 75.000 euros sin IVA, pero les pedían varias acreditaciones de documentos.

Y así sigue el proceso ahora, con una última reunión a finales del mes pasado en el que se insistía en que falta un informe de solvencia técnica. Por el camino, la mesa de contratación se ha tenido que recomponer varias veces por cambios en la titularidad de los cargos y la jubilación de uno de los integrantes. A efectos prácticos, el consultorio de Vega-La Camocha sigue igual que en noviembre de 2021: ultimando la licitación de la redacción del proyecto. La Consejería de Salud espera que el trámite no se dilate mucho más, pero la redacción del proyecto tiene un plazo de cuatro meses, así que las gestiones para iniciar las obras quedan aún lejos. El nuevo consultorio se ubicará en su finca actual, triplicando su espacio, y precisará de aulas prefabricadas en una finca anexa para mantener la atención sanitaria mientras duren las labores.

Nuevo Roces, por su parte, sí verá obras en 2023, si todo va bien, en el primer trimestre del año. Su proceso de licitación también sigue sin resolverse, pero la suya es ya una licitación de obra, así que las máquinas podrán entrar a la finca semanas después de que se tramite. El proceso se activó en agosto de este año y también se ha retrasado por incidencias burocráticas, en concreto porque la UTE –formada por Terra Ingenieros y Citania Obras y Servicios– que presentó una mejor oferta económica se tuvo que someter a un examen por si concurría en una baja temeraria, una sospecha que se desestimó a inicios del mes pasado y que despeja el resto de trámites pendientes.

En cuanto al centro de salud de El Llano, por su parte, las obras de accesibilidad también comenzará el año que viene y, según anunció el consejero, no será un proyecto único para este complejo, sino que se están diseñando obras similares en otros puntos de atención primaria, en los que también se espera hacer mejoras relacionadas con la eficiencia energética.

El Principado negocia los convenios con Jove y Cruz Roja para paliar las quejas de personal

Aunque la Consejería de Salud se desentiende de las quejas del personal de los hospitales de Jove y Cruz Roja y se limita a "desear un buen fin" a las negociaciones de ambos complejos con sus respectivas gerencias, el Principado sí está ya en negociaciones con ambos recursos para renovar sus convenios con la red pública. Un paso que se considera clave porque ha sido una de las argumentaciones trasladadas por la jefatura a los sanitarios para frenar los aumentos salariales que ellos demandan para equiparar sus condiciones laborales a las de sus compañeros de la red pública. El consejero de Salud, Pablo Fernández, se limitó a decir ayer que "sería bueno" que ambas partes, sindicatos y gerencias, "llegasen pronto a un acuerdo". Y, si bien manifestó conocer las quejas de ambas plantillas, insistió en que su equipo "carece de competencias" para afrontarlas y que su trabajo se limitaba a negociar los nuevos convenios de los cuatros hospitales concertados de la región, unas conversaciones que ya están en marcha. El problema es que los trabajadores explican que sus gerencias aseguran no poder cumplir con sus demandas, precisamente, porque el presupuesto que reciben con el convenio con el Sespa se lo permite. Por el momento, entonces, la situación sigue encallada, pero el parte de demandas se mantiene. Los empleados de Jove piden que se cumpla el incremento salarial que se había aprobado por convenio para este año y que a mayor se homologuen sus condiciones laborales –tanto económicas como en derechos– a las del Sespa. Como alternativa plantean directamente una fusión con la red pública. Y Cruz Roja, lo mismo: exigen homologar las condiciones de todas sus categorías a las del sistema público. Ambas plantillas están recabando apoyos con el colectivo vecinal.

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