Toneladas de ayuda: "operaciones Kilo" para donar alimentos durante la Navidad

"La pobreza es invisible, los datos no engañan". Son palabras de Manuel Cañete, líder de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón y presidente de la asociación vecinal "Evaristo San Miguel", de El Polígono, entidad que se ha volcado, una Navidad más, para ayudar a los más necesitados con una recogida solidaria en colaboración con el Banco de Alimentos. La "Operación Kilo", que arrancó a principios de diciembre, se extenderá hasta los primeros días de 2023 para acumular la mayor cantidad posible de comida. "Confiamos en acumular 1.500 kilos cuando termine la campaña", afirma Cañete, que comenta que el colectivo también entrega a la parroquia los alimentos perecederos que llegan a la sede.

"Se trae un poco de todo, aunque más orientado a los niños", cuenta Manuel Cañete en relación a los productos que más recibe la entidad. Aceite, leche y alimentos precocinados atestan la sede del colectivo en El Polígono. "En paralelo a la necesidad alimentaria, hay una pobreza energética clarísima", lamenta el líder vecinal, que ensalza la cooperación de los comercios del barrio, algunos de los cuales aportan sus productos para enriquecer la "Operación Kilo".

Cañete valora positivamente la implicación ciudadana en esta campaña navideña. "La gente está respondiendo", subraya el presidente vecinal, que incide en la importancia de donar en un contexto tan complejo como el actual. "Es muy difícil para las personas sin recursos salir de ahí", remarca.

"Cada vez más instituciones se unen", celebra Simón Cortina, director del colegio Corazón de María (Codema), que, junto a la parroquia, ya ha concluido una recogida que ha dejado satisfecho a uno de sus promotores. "Es impresionante lo que se reúne gracias a la generosidad de las personas", apunta Cortina, que señala que "siempre es de agradecer esa sensibilidad". La iniciativa se dividió en dos partes. En primer término, la comunidad educativa llevó al colegio multitud de productos, tales como papillas, leche de crecimiento, cereales, galletas, latas de conserva, pasta, etc. Mientras, el pasado sábado un grupo de 300 voluntarios se pasó por viviendas y comercios del barrio para reunir alimentos, de los que gran parte irán a parar a familias necesitadas dentro del programa de Cáritas. Simón Cortina reivindica que ahora es más indispensable, si cabe, la complicidad ciudadana. "Hay una mayor necesidad de recursos y medios", señala.

También ha concluido su campaña de recogida el Grupo de Cultura Covadonga, que hoy comunicará la cantidad que ha conseguido almacenar durante el proceso. En el club, que hará entrega de lo recogido al Banco de Alimentos, expresan la satisfacción general por cómo ha ido la recogida. "Ha sido un éxito muy grande", explica Alejandro Rionda, vocal de la junta directiva, que alaba la respuesta de unos socios que se han aplicado con la donación de legumbres, aceites, platos precocinados y arroz, entre otros productos. A su vez, Rionda ensalza la "importante labor" de los voluntarios. "Sin ellos no hubiese sido posible", recalca el directivo del Grupo, que añade que, con los donativos económicos percibidos también se realizaron compras en supermercados. Alejandro Rionda se suma en su lamento por la situación. "Los precios de todo han subido y los de los alimentos también", argumenta el representante del Grupo, una de las muchas organizaciones que se están volcando en esta época festiva para cubrir las necesidades básicas de quienes más lo precisan.

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