Entrevista | Cosme García Revilla | Director general de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón

"Hay que sacar el tráfico de todas las fachadas marítimas, el Muro fue una prueba"

"No dejar estacionar en la zona ORA sin etiqueta se ha traducido en más plazas para los residentes, ahora tienen aparcamientos que antes no tenían"

Cosme García, ante el carril bici de Fomento. | Marcos León

Cosme García, ante el carril bici de Fomento. | Marcos León / MARCOS LEON

Movilidad ha sido palabra de moda y sinónimo de bronca política durante todo este mandato. Movilidad es, con Medio Ambiente, el nombre de la dirección general que encabeza Cosme García Revilla en el Ayuntamiento de Gijón.

–La ley marcaba a las ciudades de más de 50.000 habitantes tener una zona de bajas emisiones y Gijón la ha pensado para La Calzada. ¿Por qué no está operativa?

–En 2021 se fijó ese fecha. El problema es que esa ley necesitaba para su desarrollo un real decreto que se publicó el pasado 28 de diciembre. Y por medio la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha hecho un borrador para una ordenanza de esas zonas. Así que, simplemente, no ha habido tiempo. Nosotros, de alguna forma, fuimos por delante con la ordenanza de movilidad y estableciendo un sistema de restricciones ambientales de los coches. De hecho, cuando salió el borrador del real decreto, hubo muchas ciudades que alegaron planteado que el modelo de Gijón pudiera ser una alternativa.

–¿El modelo de Gijón?

–Sí, lo que algunos llaman la ORA ambiental

–Vamos, la prohibición de aparcar en la zona ORA sin etiqueta ambiental.

–Sí, por esa vía nos adelantamos a otras ciudades. El real decreto también viene determinado por las sentencias de Madrid y Barcelona contra sus zonas. Así que, si se pretende tener seguridad jurídica y el real decreto te dice que hay que hacer un proyecto de cada zona con un diagnósticos y unas justificaciones, lanzarse ahora a establecer una ZBE es arriesgado. La propia ordenanza de Movilidad fija que el uno de enero de 2026 toda el área urbana será zona de bajas emisiones. No creo que nadie pueda echarnos en cara que no hayamos avanzando en esto.

–Entonces, ¿para cuándo la ZBE de La Calzada?

–Se está a punto de adjudicar el proyecto y se está con la licitación de la logística de cámaras y sensores. También se pide que esté avalada por un instrumento de planeamiento y eso es lo que hemos hecho con el Plan de Movilidad. Allí ya se establecen dos zonas de bajas emisiones: La Calzada y el Centro.

–¿Iguales restricciones?

–Lo lógico es que sean diferentes ya que diferente es el origen de la contaminación. También es diferente el nivel de renta y el tipo de tráfico: interior en La Calzada y exterior en el Centro. El tratamiento no puede ser el mismo.

–¿Se ha notado en algo bueno esa prohibición de aparcar en la zona ORA sin etiqueta?

–Los residentes tienen más aparcamiento del que tenían. Tenemos el dato de que se emiten un 10% menos de tiquets de la ORA. Eso se traduce en plazas libres, que son para los residentes a los que no afectan esas restricciones.

–¿Generó multas la obligación de llevar el distintivo ambiental para circular por Gijón?

–No me consta ninguna multa por esto y en lo que tiene que ver con la ORA son por no pagar no por tener el tiquet.

–¿Algún otro susto que nos vaya a traer la ordenanza de Movilidad?

–Nada hasta 2026 y recordando que hay un acuerdo plenario para que en 2025 se revisen todos los plazos en función de la evolución tecnológico de los coches.

–Ver el anexo de inversiones del nuevo presupuesto es ver proyectos de Movilidad apoyados en fondos europeos.

–Son proyectos que están dentro del modelo de ciudad que hemos establecidos y que se reflejan en el Plan de Movilidad. Por ejemplo, los carriles bus de Pablo Iglesias, avenida de la Costa, Constitución... En Pablo Iglesias, además, va una reforma de parte de la calle que nos permitirá ver como pasa de una autopista, que es lo que es ahora, a una avenida.

–¿Y el servicio público de bicicletas? ¿Cuándo estarán operativas?

–La fecha es mayo, aunque quizás podamos adelantarlo algunas semanas. La experiencia en otras ciudades nos lleva a pensar que va a ser un éxito. El hecho de que sean bicicletas eléctricas y no mecánicas va a ser fundamental. Y los precios serán razonables.

–¿Para la nueva movilidad de Gijón es más importante la bicicleta o el autobús?

–Aunque la pirámide de los modos de transportes las coloque al mismo nivel para el transporte público está por encima. El transporte público es fundamental y tenemos que ser conscientes de que solo tiene una necesidad: dinero. Es importante el trabajo que ahora mismo está haciendo Emtusa para reordenar su red de líneas y será importante el intercambiador del Humedal que impulsa el Principado y las dos rotondas previstas, una en el Humedal y otra junto a la estación provisional

–Veinte años esperando por el plan de vías... ¿Demasiado tiempo perdido?

–Lo importante es la conexión con el área metropolitana desde el punto con más movimiento de Gijón, que es la Milla del Conocimiento, y eso es el metrotrén. La estación intermodal es una derivada de menos peso. Es verdad que ahora se han dado pasos importantes. Por lo menos hay ciertas certezas. Salió a licitación el proyecto de la estación intermodal y los proyectos de las intermedias está prácticamente acabados.

–¿Su concejalía se ha dedicado solo a hacerle la guerra al coche, como dice la oposición?

–El futuro está, y esa es la estrategia, en reducir la presencia del vehículo privado. Si eso es la guerra al coche... Esta ciudad, como el resto, se diseñó para el coche. Ese modelo ha cambiado. Hasta ahora el 70% del espacio era para le coche y el 30% para el peatón. Lo que queremos es cambiar esos porcentajes.

–¿Mereció la pena la bronca del Muro?

–Durante décadas se habló de peatonalizar el Muro y nadie se atrevía porque no se sabía si iba a colapsar la ciudad. Tuvimos la oportunidad, de las pocas cosas buenas de la pandemia, de probar. Se demostró que no hubo ningún colapso. Claro que aumentó un poco el tráfico en avenida de la Costa y otras vías pero no hubo un colapso. Se demostró que es perfectamente viable dejar el Muro con un vial de servicio. Una de las estrategia del Plan de Movilidad es derivar el tráfico hacia el exterior de la ciudad empezando por las fachadas marítimas, tanto del Este como del Oeste. El Muro fue una prueba. Estoy convencido de que si no es este gobierno será otro, de cualquier color, pero se terminará haciendo porque lo hacen muchas ciudades de España y de Europa.

–Si, después de mayo, Izquierda Unida no está en esta concejalía, ¿cuál cree que será su legado?

–Nos han echado en cara que hicimos cosas incoherentes. Se puede estar de acuerdo o no con lo hecho pero el 95% de las cosas siguen un modelo de ciudad. El modelo de las personas por encima de las coches para generar mejor calidad de vida. Me gustaría que se continuara con ese modelo. No creo que haya muchas más alternativas, es lo que impone Europa.

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–Sin vial de Jove y sin ZBE en La Calzada, ¿qué se hace para bajar la contaminación?

–El compromiso del Ministerio es licitar el vial de Jove este año. Nosotros ya hemos dicho, y está recogido en el Plan de Movilidad, que el nivel de restricciones de la ZBE está condicionado a la puesta en funcionamiento del vial de Jove. No es de recibo imponer restricciones a los habitantes de La Calzada si Príncipe de Asturias sigue con el tráfico de ahora.

–Y mientras...

–Se están haciendo actuaciones en el barrio como la ecomanzana o el futuro parking que esperamos que reduzcan el tráfico pero lo fundamental es el vial de Jove y las inversiones de Arcelor, que parece que van según lo previsto.

–¿Se verán esta año zonas ORA verdes o naranjas?

–Me gustaría, pero depende de muchas circunstancias. Puede que algún barrio solicite una ampliación de la ORA o la implantación de este tipo de zonas. Se habló en Cimadevilla y La Arena.

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