Entrevista | Juan José Piniella Gerente de Emtusa

"Es un cambio necesario tras cuarenta años de parches"

"Este 2023 será el de la recuperación de la demanda y la nueva red ayudará"

Juan José Piniella, en las cocheras de Emtusa. 
Marcos León |

Juan José Piniella, en las cocheras de Emtusa. Marcos León | / R. Valle

Las casualidades de la vida hicieron que el gerente de Emtusa, Juan José Piniella celebrara este jueves sus treinta años como "autobusero", como le gusta definirse, mientras presentaba el mayor cambio en la red de autobuses de Gijón desde la fundación de la empresa municipal de transporte hace algo más de cuatro décadas. Una transformación radical con 16 nuevas líneas para la zona urbana, que se organizan en tres paquetes diferentes como rutas horizontales, verticales y radiales. Menos avanzada está la propuesta de transporte a demanda para la zona rural pero ya hay un diseño de nueve recorridos sobre la mesa. El estudio sobre la remodelación de la red de Emtusa empieza su ronda de presentaciones a los gijoneses.

–¿Cuándo estarán operativas esas nuevas líneas?

–Llevamos trabajando en este tema desde marzo con un proceso de elaboración del diagnóstico de la situación actual y propuestas de soluciones. Ahora estamos ante una primera aproximación de la nueva red, que será así en un altísimo porcentaje pero que tendrá pinceladas de cambio. Las aportaciones que vayamos recogiendo tras el proceso de información que ahora se inicia se tendrán que incorporar al estudio final. Por eso no sabemos todavía el cuándo.

–¿Aportaciones de las de "qué hay de lo mío"?

–Todos los cambios que podamos introducir tendrán una justificación técnica. Cada persona analiza el asunto desde su prisma personal y habrá quien se sienta perjudicado y quien se sienta beneficiado. El objetivo de Emtusa es beneficiar a la mayor cantidad posible de personas.

–Plantean un cambio radical para subir un 10% esos 19 millones de viajeros que Emtusa tenía antes del covid pero ahora mismo solo tiene 15,6. ¿Cuánto habrá que esperar para verlo?

–Veníamos de tener 19 millones de viajeros, con una media de 62.000 al día, y es cierto que caímos en un pozo en el año 20 llegando a 10 millones y que hemos cerrado el 22 con 15,6 pero estamos esperanzados. El año 2023 va a ser nuestro año, el año de la recuperación de la demanda. Hay un dato que nos lleva al optimismo: en los primeros 18 días de este año tuvimos 200.000 viajeros más que en el mismo periodo del año pasado. Es una progresión en la que entendemos que nos va a ayudar la nueva red de líneas. El objetivo de llegar a los 20 millones de viajeros no está muy alejado.

–Pero es una subida de viajeros vinculada a una rebaja puntual de precios gracias a las ayudas del Estado.

–Para todo el mundo cuando más barato, mejor, pero no podemos olvidar que la política tarifaria de Gijón, sin ningún tipo de rebaja, ya es atractiva.

–Emtusa está en un momento de debilidad económica, pérdida de viajeros, inflación... ¿Era el momento de complicarse más?

–Sí, absolutamente. Emtusa tiene cuarenta años. Si nos fijamos en el Gijón de hace cuarenta años y en su red de líneas lo que vemos es que las hemos ido alargando o retorciendo para adaptarlas al plano de la ciudad y a necesidades que antes no existían. No existía el campus, no existía la Milla del Conocimiento, no existía Nuevo Roces... ¿Qué podíamos hacer hora? O seguir poniendo parches o cambiar de una forma ordenada. Con la premisa de no aumentar los recursos porque eso sí sería una locura en horas bajas en lo económico. Se trata de optimizar los recursos existentes para conseguir nuestro objetivo que es cuantos más viajeros en el autobús, mejor.

–¿No liarán con tanto cambio a sus actuales clientes hasta perderlos?

–Ayudaremos a que nadie se líe. Una implantación de este tipo no se hace de un día para otro. Llevará unas campañas de información y acompañamiento terribles. No vamos a confundir a los actuales viajeros y vamos a atraer a nuevos.

–¿Cuáles son los barrios que se van a potenciar con el nuevo sistema de conexiones sin pasar por el centro?

–Partiendo de la línea de costa hemos trazados varias líneas paralelas, que son las líneas horizontales. La más pegada a la costa será la actual línea 1 que pasará a ser la H3 y la más alejada la 71 de ahora que será la H5. En esos escalados vamos uniendo de Oeste a Este todos los barrios que van por medio, Pumarín. Contrueces, Montevil, El Llano... llegando a la Milla del Conocimiento a través de Viesques.

–¿Qué otras líneas siguen, aunque con nombre nuevo?

–La V5 es la traducción de la actual 16 a La Camocha. Gijón es lo que es y por eso hay relaciones de transporte preexistentes que aparecen de forma íntegra o parcial. Son líneas que se mantienen y se integran en una red que, complementándolas con otras líneas, ofrece matrices de origen-destino nuevas con tiempos de viaje más cortos.

–¿El Humedal se mantiene como espacio estratégico?

–La intermodalidad de Gijón estará en la futura estación y en El Humedal, porque allí nos unimos a la movilidad del peatón. El Humedal es nuestro centro de operaciones hoy y será nuestro centro de operaciones en el futuro. El intercambiador para nosotros será lo mismo que ahora, una zona donde los autobuses empiezan, terminan o pasan. El propio estudio de la red de Emtusa identifica El Humedal como un "hub" de comunicaciones y por eso todas las líneas verticales tienen inicio y fin en la misma.

–Y todas las horizontales en el Hospital de Cabueñes.

–Sí, todas terminan en el hospital, aunque no todas llegan por el mismo camino. El estudio está planteado de tal forma que lo que es futuro, como la ampliación de la Milla del Conocimiento o del hospital de Cabueñes, pueda ser absorbido por esta nueva red. Solo dependerá de ello la mayor o menor frecuencia de los autobuses.

–¿También preparados para el metrotrén?

–También. En este concepto de líneas verticales y horizontales el metrotrén es una línea horizontal más. Cuando conozcamos el detalle del operativo del tren adaptaremos los autobuses.

–¿La nueva red supondrá aumentar las frecuencias de paso? Ahora las hay de 12 minutos y el estudio fija 15 como mínimo.

–No subirán las frecuencias. Las líneas 1, 10, 12 y 15 tienen ahora frecuencias de 12 minutos. El estudio incluye una tabla de frecuencias que va a ser modificada porque en ningún caso la oferta de transporte futura va a ser peor que la existente.

–¿Y cambios sustanciales en las paradas?

–Los únicos serán las nuevas paradas que tengan que aparecer porque haya novedades en el trayecto o las que haya que quitar por una proximidad grosera.

–Vayamos a la zona rural. El estudio fija los recorridos del futuro transporte a demanda, pero nada más.

–Emtusa hizo un trabajo para analizar donde viven las personas y situar las paradas donde favorecieran al mayor número. Nos salieron ocho trayectos que tienen como destino o el centro de salud de referencia o una cabecera de Emtusa. El nuevo estudio hizo ver la necesidad de un noveno recorrido para la Campa Torres. A partir de aquí la operativa está diseñada con una aplicación, que tendrá apoyo telefónico para las personas que no se puedan arreglar, donde gestionar el día y hora en que alguien los vaya a buscar a esa parada. Será un transporte compartido y la explotación se hará con vehículos pequeños para adaptarlos a esos caminos. Habrá una licitación para ello.

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