El remate de la reforma integral de Inuesa empieza con la actuación sobre 96 pisos

Los vecinos piden apoyo ante el impacto fiscal que la subida del coste de la obra les conlleva, con una repercusión de 55.000 euros en dos años

Ana González, entre Arturo Estévez y Juan José Jiménez, con vecinos y el equipo de Esfer, ayer, en Inuesa. |  Ángel González

Ana González, entre Arturo Estévez y Juan José Jiménez, con vecinos y el equipo de Esfer, ayer, en Inuesa. | Ángel González / R. Valle

Las casetas de obra ya están instaladas en Inuesa y con ellas llega el inicio de la ejecución de los trabajos de rehabilitación de las 96 viviendas de esa parte de Tremañes afectadas por las fases 3 y 4, las últimas de su recuperación como barrio degradado. Si todo sale según lo previsto en 16 meses todo Inuesa luciera nueva imagen y todos los bloques tendrán ascensor y fachadas y cubiertas nuevas. El proceso se complementará con una urbanización de los espacios públicos. Inuesa es el primero de los cuatro barrios degradados que recuperan su plan de reforma tras el parón de hace unos meses. Tras el área residencial de Tremañes llegarán las operaciones de Portuarios, Monteana y la Sindical de Contrueces.

La alegría por el inicio de las obras –tras la desilusión que supuso la espantada el año pasado de la firma que se había hecho con el contrato– se mezclaba ayer en los vecinos con su preocupación por el impacto fiscal que el incremento del coste de la obra les vaya a suponer a la hora de declarar a Hacienda. La repercusión de las obras sobre los vecinos de las fases 1 y 2 osciló entre los 38.000 y los 45.000 euros. El incremento de los materiales, y por tanto del coste de la ejecución, hace que la repercusión para los nuevos vecinos ronde los 55.000 euros a tributar en dos años. Es la cuantía que, aunque sea una subvención en especie y no en dinero a través de la mejora de su vivienda, tienen que declarar.

Los vecinos piden algún tipo de ayuda municipal para hacer frente a esos pagos a Hacienda. El Ayuntamiento asegura que no hay opciones a subvencionar esos costes pero compromete el asesoramiento jurídico, a través de una oficina que se abrió en su momento para estos asuntos en los barrios degradados, y analizar caso por caso por si hay alguna complicación. Experiencias anteriores avalan que se puedan dar complicaciones en propietarios con una especial situación de precariedad económica. "Tranquilidad", pidió la Alcaldesa a los vecinos.

Y es que la Alcaldesa de Gijón, participó ayer en una reunión a tres bandas con los vecinos y el equipo de Esfer, que es la constructora que asume esta obra por 5,4 millones. Junto a la regidora estuvieron en el barrio la concejala de Urbanismo, Loli Patón, y el director general del área, Gonzalo Canga. La representación empresarial estuvo encabezada por el director general de la empresa, Arturo Estévez, y la portavocía vecinal la llevó Juan José Jiménez en su calidad de responsable de la comisión de vivienda del barrio, que lleva trabajando en esa rehabilitación desde 2013.

Los vecinos ya se han organizado para que haya un interlocutor en cada portal que alerte de posibles problemas durante la ejecución de los trabajos y se ha establecido una relación directa con la constructora de cara no solo a notificar incidencias. También para hacerles partícipes de la experiencia acumulada en las obras de las dos anteriores fases. "Habéis tenido un concepto de barrio, de sacar lo común y eso es de agradecer", les recompensó la Alcaldesa que aseguro que va a "quedar la zona muy digna, muy confortable". Aunque para los vecinos la prioridad son los ascensores que les den una máxima movilidad. También se festejó que fuera una empresa asturiana la que asumiera esa obra.

Inuesa es el último proyecto de barrio degradado donde es el Ayuntamiento y no los vecinos quien actúa como promotora de la obra y el único donde se optó por el pago a dos años y no a cinco, que fue la opción para minimizar el impacto fiscal anual.

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