Tributo a los maestros de la sanidad local: así fue el homenaje a 419 jubilados

La Laboral acoge un multitudinario tributo para los 419 profesionales retirados durante los últimos tres años: "Dejáis un gran legado"

Ana Alonso se recuerda a sí misma en el verano de 1975 con 16 años y cómo un chico le anunció que Gijón iba a abrir una escuela de enfermería. La idea de ser enfermera, con aquellos uniformes con capa de entonces, le sonaba prometedor, así que de aquella conversación estival se quedó con dos cosas: con la decisión de la que sería su carrera laboral y, de paso, con el chico. Alonso fue una histórica de la sanidad gijonesa y se acaba de jubilar tras 46 años de trayectoria. Junto a ella, desde 2020, lo han hecho otros 418 profesionales del área V, a quienes se les rindió ayer un homenaje multitudinario en el teatro de la Laboral que se demoró hasta ahora por las restricciones pandémicas. "Dejáis un gran legado muy importante que nos hace más grandes", agradeció a los homenajeados el gerente del área, Manuel Bayona.

Alonso compartió butaca con otros sanitarios y profesionales técnicos y de administración que llevaban décadas en activo. Estuvo presente el médico Joaquín Morís, popular jefe de Medicina Interna, que colgó la bata hace unos meses tras dedicar la última etapa de su vida laboral al que fue el mayor reto de su carrera: la crisis del covid-19. Recordó ayer desde el escenario sus inicios como profesional, en 1975 y cuando Cabueñes era aún la residencia José Gómez Sabugo, y contó cómo fue testigo de la puesta en marcha de la ley general del sistema sanitario –hasta entonces fragmentado en estamentos diversos–, el impulso a la cirugía ambulatoria y la acreditación de Cabueñes como hospital universitario. Alonso lanzó anécdotas similares, como aquellos años de pupineles –aparatos para esterilizar a mano material sanitario que hoy es de usar y tirar, más higiénico– y la paulatina creación de la red local de centros de salud. "En el área V hay trabajadores estupendos. Protestones, pero los mejores", contó la enfermera entre risas.

Marisol González fue ayer la voz de los llamados profesionales no sanitarios, un término que la administrativo reconoció que a veces no le gustaba pero que, en realidad, define a una categoría propia y "vital" para el sistema. Ella, que empezó en el sector sanitario a inicios de la década de los 90, llevaba desde 2013 siendo secretaria de gerencia hasta su jubilación. Vivió la irrupción de la informática y el complejo proceso de organización de las campañas de vacunación contra el covid-19. "Me voy con cierta nostalgia, pero con la sensación del deber cumplido", señaló. Junto a los tres citados, elegidos como portavoces para el homenaje, aplaudieron desde el público otros sanitarios retirados que dejaron impronta en la ciudad. Entre ellos, el médico de familia Álvaro Díaz, los neurólogos Dulce María "Miriam" Solar y Dionisio Fernández Uría, la enfermera Margarita del Valle y las también enfermeras Mayte Puertas y Ana Carpintero, históricas sindicalistas de la sanidad gijonesa.

Señaló Amalia Franco, coordinadora de Calidad y presentadora del acto, que ante estos 419 compañeros que se van quedan ahora muchos que aún "sufren la tiranía del despertador" y siguen en activo. Y en su nombre habló Nuria Madueño, matrona y supervisora de partos del hospital, que aseguró a los retirados que la nueva generación de profesionales les considera sus "maestros". Prometió que se encargará de mantener la tradición de los cafés en los descansos –porque para horror suyo en Cabueñes se están poniendo de moda los "fervinchos", las infusiones, y la gente que "le echa alpiste al yogur"– y recordó a los nuevos jubilados que ahora pueden ir al hospital para un clásico pasatiempo de pensionistas: ver obras.

La gala de ayer contó con la presencia de Iván Pidal, nuevo director de Salud Pública, y de Ana Cao y Clavel Arce, directoras de enfermería y medicina del área, así como del gerente Manuel Bayona y de Fernando Mancheño, director de gestión económica. Por parte de la consejería de Salud acudió Montserrat Bango, directora general de Política y Planificación Sanitarias. Y, como cierre al acto, se acercó a la Laboral la soprano Cynthia Zebaze, que puso en pie al público para entonar "Gijón del alma".

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