El exlíder de Dragados niega que se hablara de sobrecostes de El Musel en Fomento

"Por mi experiencia, pensé que podía aportar", dice Pérez Moreno | El resto de socios de la UTE inciden en que "solo se trató" de temas técnicos

M. C.

El macrojuicio del "caso Musel" que se celebra en la Audiencia Nacional se reanudó ayer con la declaración de cinco de los directivos empresariales acusados por el supuesto fraude en torno a la obra de ampliación portuaria, incluidos algunos pesos pesados, como es el caso del expresidente de Dragados, Juan Ernesto Pérez Moreno, quien aseguró ayer que, en la reunión de alto nivel en la que participó en el Ministerio de Fomento en marzo de 2006, se abordaron cuestiones de carácter técnico y los problemas con el suministro de piedra que entonces tenía la obra. Por contra, negó que se negociara el pago de sobrecostes, que a las pocas semanas comenzó a abonar la Autoridad Portuaria de Gijón a la UTE Dique Torres, liderada por Dragados.

La reunión la convocó el entonces secretario general de Transportes, Fernando Palao, y en la misma también participaron el expresidente de Puertos del Estado Mariano Navas, así como el presidente y el director de El Musel, Fernando Menéndez Rexach y José Luis Díaz Rato, respectivamente, además de otros directivos de las empresas que integran la UTE Dique Torres y de la propia UTE. Pérez Moreno, que en aquella fecha era formalmente el adjunto a la presidencia de Dragados (durante su proceso de integración en el grupo ACS) declaró ayer que decidió acudir a esa reunión por "la categoría de las personas del Ministerio que iban a asistir" y por su experiencia en este tipo de obras. "Pensé que podía aportar algo y decidí asistir", dijo.

La obra había comenzado en febrero de 2005, pero la UTE no había podido poner en explotación ninguna de las dos canteras de obra previstas, la de Aboño y la de Perecil 2, recurriendo a traer piedra de canteras comerciales, más cara y además con mayores costes de transporte al estar más alejadas. En enero, directivos de las empresas habían mantenido una reunión con la Autoridad Portuaria tras elaborar un informe sobre los problemas técnicos, económicos y de plazo de la obra.

En línea con lo que están declarando otros directivos empresariales, el expresidente de Dragados señaló que en la reunión de Madrid no se habló de modificar el presupuesto de la obra al alza. "El problema no es el precio, el problema era hacer la obra", algo a su juicio imposible si no se lograban explotar las canteras previstas. "El modificado ya vendría si tenía que venir. Lo que había que resolver era el problema de la ejecución de la obra y si eso significaba precios nuevos modificados, pues ya vendrían, caerían por su peso".

El expresidente de Dragados apuntó que "tenía claro que lo que teníamos que plantear en esa reunión era solucionar el problema del suministro fundamentalmente y el arranque de la obra" ya que era "imposible continuar con canteras comerciales" cumpliendo el plazo previsto para ejecutar la obra. "No podíamos hacer la obra en esas condiciones, no se podían meter 30 millones de toneladas de materiales de la obra con camiones de 25 toneladas. Era imposible", señaló. Las empresas demandaban al Puerto "romper los frenos" para explotar las canteras de Aboño y Perecil 2.

Una versión en la que también incidió su subordinado, Octavio del Real Sánchez, director de empresas participadas de Dragados y presidente de su filial Drace, también integrada en la UTE. Señaló respecto a la reunión de Madrid que en la misma "se habló de que había que buscar soluciones para el suministro de piedra, porque si no la obra era inviable", sin hablar del pago de sobrecostes ni de un modificado económico del proyecto. Los directivos que declararon ayer también negaron que las empresas hubieran planteado abandonar la obra. En cuanto al papel de los altos cargos ministeriales, dijeron que animaron a la UTE y a los directivos del Puerto a arreglar los problemas de la obra.

Otro de los altos ejecutivos que participaron en la reunión, Francisco José García Martín, por entonces director general de FCC Construcción, señaló que en la reunión las empresas "expusimos la imposibilidad de sacar los materiales de las canteras previstas y la necesidad de buscar una solución a la procedencia de los materiales y repercusión en el plazo" planteando como soluciones "reactivar la negociación con Hidrocantábrico (para explotar la cantera de Aboño) o disminuir el volumen total de áridos" construyendo con cajones verticales parte del dique exterior de El Musel que se hizo en talud y con escollera.

"Eran soluciones técnicas sobre cómo resolver el aprovisionamiento de áridos. El resto de soluciones económicas no aportamos nada ni las planteamos. Es el cliente, la administración el que tiene que buscar cómo regularizar administrativamente o reequilibrar un contrato que se había desequilibrado de forma significativa", sentenció, si bien también dijo que "en el ambiente, había que la administración debía darle también una viabilidad económica, si se traían de canteras comerciales" los materiales, pero que cuando se habló de ello ya no estaban presentes los representantes empresariales. "Lo único que queríamos era resolver el problema técnico y ese problema técnico tendría unas consecuencias económicas que tendría la Administración que valorar y regularizar", agregó.

Vicente Moscardó Basaras, directivo del Área de Obra Civil para el noroeste de España de OHL y representante de su filial Sato en la UTE, achacó a Hidrocantábrico la "culpa" de que no se pudiera explotar la cantera de Aboño hasta febrero de 2007.

"Hidrocantábrico nos estuvo mareando durante un montón de tiempo", poniendo incluso "trabas" después de que alcanzaran un acuerdo, en julio de 2006. "Nos estaban dando largas continuamente y por eso no se pudo empezar", negando que la negociación de Sato, copropietario de la cantera,  con HC para venderle el suelo tras su explotación, demorara el inicio de las voladuras.

"Dejamos la cantera niquelada a Tudela Veguín", indica el director de Alvargonzález Contratas

Dos de los directivos que ayer declararon, integrantes del Comité de Gerencia de la UTE Dique Torres, dieron versiones más detalladas sobre el problema de las canteras. Maximino Gorostiza, director de Alvargonzález Contratas, en la tesis de la UTE de que hizo trabajos sin facturárselos a Tudela Veguín, a cambio de poder extraer piedra de su cantera de Perecil 1, cuando el Ayuntamiento de Carreño rechazó la apertura de Perecil 2. "El 47% de toda la piedra la negociamos con Tudela Veguín y se nos pagó a precio de proyecto. ¿Por qué nos dejaron sacar piedra? Yo vi cómo quedó la cantera y les dejamos una cantera niquelada. Es decir, les sacamos diez millones (de toneladas) de porquería. Ahora están reprofundizando la cantera, cosa que no podían hacer" antes, dijo.

Suscríbete para seguir leyendo