Barettino, sobre el "caso Musel": "El control de la obra fue exquisito, absoluto"

El exdirector de la Autoridad Portuaria defiende la "diligencia" de Rexach y reprocha a Puertos del Estado que pasase "de ayudar a acusar"

El "control" de la obra de ampliación de El Musel fue "exquisito" y "absoluto", con una gestión "diligente" por parte de su por entonces presidente, Fernando Menéndez Rexach respecto a un proyecto que contaba con el aval de Puertos del Estado. Así lo señaló ayer, al menos, José Luis Barettino Coloma, exdirector general del Puerto y subdirector y secretario del consejo en la etapa de la gran obra que ha llevado ahora al banquillo de la Audiencia a 21 acusados por los sobrecostes de un proyecto licitado por 499 millones de euros y que se liquidó en 708,7 millones. Barettino intervino en condición de testigo en una jornada en la que declararon también José Moyano Retamero, por entonces jefe de división de proyectos y obras del Puerto, así como José Ignacio Calzada, ingeniero que lideraba la asistencia técnica a la obra, y Ana López Carbajal, responsable de Puertos del Estado en el área de proyectos y actual jefa de inversiones de la misma entidad. Esta última, pese a que defendió la ampliación como "un éxito para España", así aseguró que su entidad "ofreció ayuda" técnica al Puerto de Gijón y que éste la rechazó: "Nos dijeron que estaban muy bien asesorados".

La larga sesión de ayer (mañana y tarde) en la Audiencia de Madrid vino a reincidir en una delegación de responsabilidades entre las entidades implicadas. Barettino, de hecho, llegó a manifestar su "sorpresa" con lo que él entiende que ha sido un cambio de postura por parte de Puertos del Estado. En su intervención insistió en múltiples ocasiones en que el proyecto de obra y sus modificaciones contaban con el visto bueno de esta entidad y que no fue hasta después de 2011 –en mitad de una tormenta política porque la Comisión Europea insistía en pedir explicaciones a España por los sobrecostes de la obra gijonesa– cuando Puertos del Estado "pasó de ayudar a acusar" a la Autoridad Portuaria de Gijón. A juicio de Barettino, Europa buscaba en ese momento modificar la legislación europea para limitar este tipo de sobrecostes. "Europa se frotaba las manos con nuestros problemas; nos utilizaron como instrumento para forzar al Estado en esas pretensiones que tenían", aseguró.

Aclaró también Barettino, a preguntas del Ministerio Fiscal, que Vicente Álvarez Areces estuvo presente en la reunión del consejo de administración del Puerto en enero de 2005 –donde se adjudicó la obra de ampliación a la UTE Dique Torres– pero a condición "de invitado" y sin participar "en la adjudicación ni en las deliberaciones". "Se congratuló de que se pusiese en marcha la ampliación", agregó. También aclaró el exdirector que el Puerto "no tenía ninguna" duda de que el macroproyecto tendría fondos europeos, que "en absoluto" su equipo supo que Europa finalmente no iba a financiar el documento modificado –cuando se hizo evidente la imposibilidad de usar la cantera de Aboño, que se había previsto como recurso clave para la dotación de materiales– y que este tipo de modificaciones eran "absolutamente normales" en las obras portuarias de las últimas décadas. Mencionó también el plan de usos portuarios que se lanzó en 2005 y que incluía incorporar terrenos del Alto Aboño al Puerto, pero aseguró que no se pensaba "para nada" usar este valle como cantera.

Sesión de mañana y tarde

Calzada, por su parte, reconoció que su labor de asistencia técnica surgió en sustitución de otro profesional y reconoció que la de El Musel fue la primera obra marítima que supervisó, por lo que no cumpliría con la experiencia que solicitaban los pliegos. Aseguró que hubo "controles diarios" del material que entraba a El Musel y recuerda también que el inicio de los trabajos tuvo incidencias, porque "el organigrama de trabajo estaba incompleto, faltaba gente o la gente que había tenía menor formación de la necesaria". Moyano Retamero, por su parte, defendió que la adjudicación de la ampliación se hizo "con los informes favorables de la Abogacía del Estado y de Puertos del Estado" y aseguró que la ampliación portuaria era "absolutamente necesaria".

López Carbajal, por último, señaló que Puertos del Estado "no tuvo relación" con la Autoridad Portuaria durante la redacción del proyecto. "Hicimos un informe de supervisión con nuestra opinión y pensamos que no les sentó muy bien", aseguró. De hecho, afirmó que pudo conocer la obra "in situ" porque se apuntó a una visita guiada de un congreso, por lo que solo pudo ver la ampliación "desde un autobús". Aseguró que su entidad "no puso en duda" que la ampliación tenía garantizadas sus canteras porque sin ellas "una obra así no debería licitarse". Sin embargo, defendió que la de El Musel fue una obra "de referencia mundial".

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