Adolfo Mariño, pregonero de la semana Santa: "A Gijón le debo mucho, fueron años muy felices"

El abad de Covadonga defiende que "es una ciudad con raíces espirituales muy importantes"

Adolfo Mariño.

Adolfo Mariño. / JUAN PLAZA

I. Peláez

I. Peláez

La Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales de Gijón ha designado al religioso Adolfo Mariño Gutiérrez como pregonero de la Semana Santa de este año, un acto que marcará el inicio de las celebraciones religiosas en la ciudad el próximo 1 de abril, sábado de Pasión, en la iglesia parroquial de San Pedro. "Estoy muy agradecido porque a Gijón le debo mucho; fueron años muy felices", reconoce el religioso.

La decisión de los cofrades se fundamenta en que Mariño "ha estado muy vinculado a la ciudad", en referencia a su paso por la iglesia de San José, donde fue párroco entre los años 2003 y 2017. De hecho, fue en esa etapa cuando se amplió al templo de la calle Álvarez Garaya el recorrido de las procesiones, con la salida del paso de la Verónica en Miércoles Santo. "Me tocó a mí. Todo lo que sea religioso, con peso y de forma seria, merece la pena apostar por ello", defiende Mariño.

El abad de Covadonga recibe esta encomienda con mezcla de sensaciones. Por un lado, "algo nervioso porque no me lo esperaba. También "muy agradecido" porque los gijoneses, "y no solo los de mi parroquia", matiza el religioso, "son gente de puerto de mar, y por tanto abiertos y comunicativos". Y, en tercer lugar, este nombramiento supone "un reto". "Hay que sentarse, soñar un poco lo que se va a decir, que será fundamentalmente explicar la Semana Santa, la misión de las hermandades y que todo gire en torno a Gijón, que es una ciudad con raíces espirituales muy importantes", describe el sacerdote.

Nacido en Avilés, en 1953, Adolfo Mariño se ordenó sacerdote el 20 de mayo de 1979, dando inicio a su labor pastoral como ecónomo de Santiago de Pesoz (Grandas de Salime). En esos años fue también se encargó de San Martín de Oscos y teniente-arcipreste de Grandas de Salime. En 1983 pasó a ser coadjutor de San Pedro de los Arcos (Oviedo) y puso en marcha la nueva parroquia de San Melchor, en Vallobín. Fue delegado diocesano de la Juventud de Acción Católica, colaborador-formador para la tercera etapa teológico pastoral y teniente-arcipreste de Oviedo-Oeste, arcipreste de Oviedo Oeste y arcipreste de Oviedo. Su llegada a Gijón fue en el año 2003, cuando el Arzobispo le nombró párroco de la iglesia de San José, unas labores que combinó desde el año 2012 con las de vicario episcopal de Gijón-Oriente. Ahora volverá como pregonero.

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