Las parcelas vacías de la calle Ezcurdia próximas a El Bibio albergarán un edificio de siete alturas

Ya no queda rastro del antiguo Gijón en la zona del Bibio tras el desbloqueo de un proyecto urbanístico atascado desde hace 32 años. El parque de viviendas de la zona se rejuvenecerá con un nuevo edificio de siete alturas que se levantará en cinco parcelas anexas en el tramo entre las calles Pintor Carreño y Gregorio Marañón, concretamente entre los números 103 y 111. Se trata de un proyecto de doce viviendas para el que aún queda tiempo para su materialización. La promotora Villa San Lorenzo, firma que lidera la promoción, aún no ha comenzado la fase de comercialización. Los operarios trabajan estos días en retirar los escombros tras el derribo de los antiguos edificios que ocupaban el espacio. Ahora esta empresa está a la espera de obtener la licencia de construcción y, una vez que se solventen esos trámites, se podrá exponer en firme el proyecto a los compradores interesados en este espacio cercano a la plaza de toros.

La firma espera obtener esta licencia, la luz verde definitiva, en aproximadamente tres meses. Un plazo que, no obstante, puede variar dependiendo del volumen de trabajo en el área de Urbanismo del Ayuntamiento. Sobre todo, si fuera necesario algún requerimiento. La construcción cuenta con 1.540 metros cuadrados, una medida algo menor en el caso del solar. La oferta incluirá, además de una zona ajardinada y un pórtico, la opción de garaje y trastero. La propuesta de la promotora Villa San Lorenzo es proyectar una estructura "moderna, con alta eficiencia energética y en consonancia con la zona, la mejor de Gijón", desliza su gerente, José Manuel Suárez. Los futuros pisos serán de dos, tres y cuatro habitaciones. Además, "cuando obtengamos la licencia de construcción, podremos mostrar los planos y comenzar la comercialización", adelanta el gestor. Espera que sea "el remate final" a una operación urbanística que se ha dilatado 32 años, cuando se compró la primera de las cinco parcelas, pasando por la aprobación de la unidad de actuación en 2002, y hasta que hace seis se formalizó la adquisición de la quinta y última finca pendiente. Solventadas las complejas negociaciones con los propietarios, la Junta de Gobierno aprobó el estudio de detalles en abril de 2022 y, posteriormente, se concedió la licencia de demolición de las dos pequeñas casas que permanecían en pie.

Aún no se conocen los precios que rondarán estos pisos. El último referente de vivienda de obra nueva en la zona es precisamente el edificio "Marizada", un moderno complejo de lujo de 55 viviendas cuyas llaves fueron entregadas el pasado mes de junio por la constructora Los Campos. También eran viviendas de dos a cuatro dormitorios, con garaje y trastero. Se vendieron en precios a partir de 280.000 euros para las más pequeñas (de 62 metros cuadrados) y las de mayores dimensiones alcanzaron el medio millón de euros. La mayoría se vendieron al principio de la promoción, con un número importante de compradores de fuera de la región. De ocho alturas, este edificio también cuenta con gimnasio equipado con máquinas de fitness.

Volviendo al futuro edificio de Villa San Lorenzo, las construcciones ya derruidas para este bloque eran el último reducto del Gijón antiguo en la zona, ahora copada por urbanizaciones de gran envergadura en esa arteria y los alrededores de la plaza de toros y el parque Isabel de la Católica. Una imagen que recuerda al derrumbe en junio de 2019 de otro edificio histórico, el de viviendas militares de la misma calle Ezcurdia, en la esquina del cruce con Marqués de Urquijo, para dar paso precisamente al "Marizada". Este nuevo proyecto se suma a otra veintena ya en marcha, con un importante número en Fomento, el entorno de la plazuela San Miguel y el eje marítimo de San Lorenzo. Los gestores de once edificios cuentan realizar a corto plazo la entrega de llaves los compradores. El porcentaje de pisos vendidos en estos casos es "muy alto", con una oferta que ronda de media los 3.000 euros por metro cuadrado. Otros seis proyectos se encuentran aún en fases más prematuras.

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