Recuperar el pasado bélico motiva sondeos en Begoña y el búnker de La Providencia

El inicio hoy de las obras de ejecución de sondeos, entibación y limpieza en el refugio de Cimadevilla es solo una de las áreas de actuación dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino del Ayuntamiento que persigue con financiación europea (hay previsto 2,8 millones de euros a desarrollar en tres años) la recuperación y acondicionamiento para uso turístico de los refugios antiaéreos de la ciudad. Así, está a punto de licitarse la adecuación de los túneles de la casamata del cerro de Santa Catalina, ya han comenzado los sondeos con cámaras especiales para comprobar el estado del refugio de Begoña y, además, está previsto iniciar un levantamiento topográfico y retirar tabiques en el búnker de La Providencia, pues actualmente se desconoce el estado en el que se encuentran los pasillos bajo el parque infantil.

La actuación más inminente es la que se comenzará a desarrollar en Cimadevilla. Hoy mismo, como publicó ayer LA NUEVA ESPAÑA, se firmará el acta de replanteo que permitirá iniciar las labores de ejecución, unas obras que tendrán un plazo de duración de seis semanas. La idea es realizar catas en la zona trasera del Palacio del conde de Revillagigedo, en la explanada que está justo delante de la antigua sede del Ateneo Jovellanos y cerca de la Torre del Reloj. ¿El objetivo? Saber a ciencia cierta dónde se sitúa la salida natural de este refugio para tener dos puntos de acceso. Y todo ello para proceder a la "estabilización, rehabilitación y musealización" del refugio. Además, esos trabajos contarán con el asesoramiento de expertos de la Universidad de Oviedo.

El siguiente paquete de medidas para esa recuperación lleva hasta el cerro de Santa Catalina. En las casamatas ya se llevaron a cabo unas primeras labores de limpieza y hasta se organizó en su interior una exposición sobre Auschwitz y la invasión nazi de Polonia. Ahora se quiere dar un paso más en las baterías que se encuentran bajo el "Elogio del horizonte" y se prevé licitar la adecuación de los túneles que discurren bajo la atalaya y que cuentan con un mirador hacia el mar. La idea sería que estas actuaciones de acondicionamiento puedan estar resueltas en el 2024.

Por otro lado, se están dando pasos para desvelar una de las grandes incógnitas de la ciudad: el estado del refugio de Begoña. Según los expertos el acceso a esa construcción estaría más o menos a la entrada al aparcamiento subterráneo del paseo y sus túneles llegaría aproximadamente hasta la altura del Hotel Hernán Cortés, en la calle Fernández Vallín. Las pesquisas llevadas a cabo revelaron que tras las obras en un negocio se llegó a lo que parece ser el refugio, pero se volvió a tapiar. La idea es hacer sondeos con unas cámaras especiales para confirmar la dimensión del refugio y, a partir de ahí, plantear cómo se puede llevar a cabo la recuperación del espacio para abrirlo a la ciudadanía.

Más al este de la ciudad, en La Providencia, también es un misterio la casamata que se encuentra bajo el parque infantil que está próximo al mirador. Se encuentra la construcción a unos diez metros de profundidad, pero la mayor parte de su interior está tapiado y se desconoce cómo pudo afectar la reforma del parque. Comprobar ese estado será una prioridad en los trabajos. De hecho, podría implicar una obra de recrecido de la instalación. Por lo pronto, está previsto un levantamiento topográfico de la zona y comenzar con la retirada de tabiques para despejar la incógnita.

Y ya casi terminada está la rehabilitación de la Fontica, la fuente pública más antigua que se conserva en el casco urbano de Gijón que se encuentra en la subida al cerro de Santa Catalina, por la avenida de La Salle. Comenzaron las labores a mediados del año pasado. El remate final a toda la operación será la colocación de un panel explicativo con la historia de la fuente.

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