El colegio Rey Pelayo precisa una importante remodelación para evitar más derrumbes

El informe final sobre los daños en el colegio Rey Pelayo confirma el mal estado de los forjados sanitarios de la planta baja debido a la corrosión, la necesidad de hacer una importante obra para evitar nuevos derrumbes y garantizar la seguridad de los alumnos, así como la recomendación de realizar actuaciones en otros puntos del edificio de la avenida Constitución. Son tres de las conclusiones del documento, elaborado por los técnicos en el último mes y medio tras la realización de 27 catas en diferentes puntos de la estructura. El texto ya está finalizado y se espera que llegue hoy tanto al Ayuntamiento como a la dirección del colegio. Además, según las fuentes consultadas, con el documento listo, se abre la puerta para organizar entradas controladas al edificio para recoger aquellos materiales imprescindibles para los 197 alumnos, realojados en La Escuelona y en el colegio de El Llano.

El segundo informe viene a significar el cierre de la fase de investigación sobre las causas del colapso del pasado 12 de enero que sufrió el suelo de un aula de Educación Infantil. El Ayuntamiento encargó a Cadesa elaborar un primer documento preliminar para saber qué fue lo que pasó. Este segundo informe ratifica las conclusiones del primero, en sus líneas básicas. Es decir, que el Rey Pelayo no es seguro ahora mismo para desarrollar la actividad lectiva con normalidad ya que pueden producirse nuevos accidentes como el de enero. Siniestros que tuvieron que ver con la corrosión en los forjados sanitarios de la planta baja del colegio debido a la humedad acumulada con el paso de los años en la cámara sanitaria del centro, que carece de una buena ventilación. Dicho documento ya avanzaba que, para recuperar las clases, había que o bien reforzar o bien demoler los forjados de toda planta baja, así como, entre otros asuntos, reparar las vigas y pilares afectados por la corrosión. Una obra que, como ya confirmó la alcaldesa, Ana González, será "muy importante" porque afectará a buena parte de la estructura.

El segundo documento corrobora las conclusiones del primero, pero extiende a toda la estructura los análisis. Se han realizado más de 20 catas en las últimas semanas en el Rey Pelayo para conocer y calcular al detalle en qué estado se encuentran los forjados de todo el colegio. Según las fuentes consultadas, además de en los forjados de la planta baja habrá que actuar en otros puntos de la estructura. Cabe recordar que el colegio Rey Pelayo está entre los candidatos a recibir financiación europea para ejecutar una importantísima reforma de todo el edificio debido precisamente a su deterioro.

Con el informe ya en la mano, lo que ya se podrían organizar son, según fuentes consultadas conocedoras de la operación, entradas organizadas al edificio de la avenida Constitución para recoger los materiales necesarios para las clases en El Llano y La Escuelona. Hay varios cursos del Rey Pelayo que han tenido que trabajar con fotocopias ante la ausencia de materiales, algo que ha generado ciertas quejas entre las familias. Estas entradas deberán ser muy coordinadas y estar bien organizadas. No podrán acceder al interior grupos demasiado numerosos. Y los que entren tendrán que hacerlo con sumo cuidado y a determinadas horas del día cuando pasen por la planta baja, debido a un derrumbe que se saldó sin víctimas debido a que tuvo lugar de madrugada, cuando no había ni personal ni niños en el interior.

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