La obra en Pablo Iglesias divide a vecinos y comercios: "Habrá más espacio peatonal"

Los negocios lamentan la supresión de aparcamientos, pero elogian el ensanchamiento de las aceras: "Hay que descongestionar el tráfico"

La zona de aparcamientos vallada en la avenida de Pablo Iglesias, cerca del colegio Corazón de María. | Marcos León

La zona de aparcamientos vallada en la avenida de Pablo Iglesias, cerca del colegio Corazón de María. | Marcos León / MARCOS LEON

Sergio García

"Cuando hicieron la calle Corrida peatonal, todo el mundo se quejó y mira ahora", apuntaba ayer Emma Rodríguez, propietaria de uno de los comercios que desarrollan su actividad en la avenida Pablo Iglesias. Las obras para habilitar un carril bus ya han arrancado en una de las arterias principales del centro de la ciudad, un proyecto que no pone de acuerdo a todos. Por el momento, se ha vallado parte de los aparcamientos próximos al colegio Corazón de María. Elvira Pico, residente en la avenida, apoya la medida. "Me parece estupendo, por aquí pasan muchas líneas de autobús y se necesita el carril para que se respeten las señales y se vaya a una velocidad prudente", subraya la vecina, que agrega que no quedará más remedio que "acostumbrarse". Eso sí, pese a que dispone de plaza de garaje, Pico se muestra comprensiva con quienes se quejan de la supresión de aparcamientos que llevará aparejada la remodelación en Pablo Iglesias. "Entiendo que pueda molestar porque la gente quiere aparcamientos exteriores", sostiene.

Para Rodríguez, que regenta un restaurante, el plan municipal, que también incluye el ensanchamiento de las aceras, supone un impulso para dinamizar la vida de las terrazas. "Será una zona peatonal y más agradable, lo que favorecerá a mi terraza", explica la comerciante, a la que le "preocupa" la duración de los trabajos, que se alargarán durante al menos nueve meses. No obstante, considera que la presencia del carril bus en la arteria será "buenísima" para los negocios del entorno. En ese sentido, aboga por utilizar el transporte público y la bicicleta para fomentar la "sostenibilidad" en la movilidad de Gijón. "Pablo Iglesias ya no será una autovía y habrá menos ruido", sentencia.

José Santiago, responsable de otro restaurante en la avenida, tiene sensaciones encontradas. "Me perjudica que quiten aparcamientos, pero me beneficia el ensanchamiento de la acera", declara el hostelero, que ve necesarios los "arreglos" en la zona. El empresario, resignado, destaca que este tipo de obras "las están haciendo en todos lados". Respecto a la pérdida de aparcamientos, remarca que la situación será compleja. "No tenemos dónde aparcar, muchos nos tenemos que ir hasta El Coto. A veces, no sabemos qué hacer con los coches", indica Santiago, que señala que, debido a la naturaleza de su negocio, la eliminación de plazas para estacionar representa una dificultad mayor. "Si no tienes dónde aparcar, no te paras a tomar un café", resalta. "Cada vez vamos a peor", reza un transeúnte asiduo de la zona, molesto con la iniciativa.

Juan Ramón Álvarez reside en el barrio de El Natahoyo, pero acostumbra a transitar por la avenida Pablo Iglesias y admite que la cuestión de los aparcamientos es "un problema" que urge solucionar. "Hay que dialogar y consensuar con todo el mundo", reclama Álvarez, habitual usuario del transporte público. Por tanto, ve con buenos ojos la realización del carril bus. "La movilidad se va restringiendo cada vez más y usamos mucho el autobús", afirma el gijonés, para el que "hay que descongestionar el tráfico por algún lado". Sin embargo, entiende las quejas vertidas por quienes poseen negocios en la arteria y deban estacionar en ella. "A ver la gente dónde mete los coches...", dice.

En coordinación con las obras del carril bus en la avenida Pablo Iglesias, la EMA va a proceder a realizar la renovación de las canalizaciones de abastecimiento de aguas y de saneamiento de la avenida, que comenzarán durante la próxima semana en un pequeño ramal que hay en la calle Leopoldo Alas. Ayer, la EMA ya estaba haciendo preparativos de la obra en la zona. El presupuesto de adjudicación es de 2,48 millones y el plazo de ejecución, de nueve meses, en los que se renovarán 2,5 kilómetros de conducciones de abastecimiento.

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