La autora del inventario propuso un archivo histórico de la Laboral

Muebles originarios del edificio gijonés se usan en el Niemeyer, el Teatro Jovellanos y en el Centro de Cultura Antiguo Instituto

Los bancos de la capilla, apilados en una estancia de la Laboral.

Los bancos de la capilla, apilados en una estancia de la Laboral. / M. C.

M. C.

La "Propuesta de inventario y organización del Patrimonio Histórico de la Universidad Laboral ‘José Antonio Girón’", el informe en el que la documentalista Carmen Carriles advertía al Principado en 2004 del riesgo de pérdida de patrimonio de la Universidad Laboral de Gijón, urgiendo a la adopción de medidas, planteaba entre estas la creación de un Archivo Histórico de la Universidad Laboral, para conservar la documentación con valor administrativo, legal, fiscal, informativo e histórico, destruyendo la carente de valor con "el correspondiente expediente de expurgo".

El informe también planteaba organizar el patrimonio documental, entre el que se incluyen cartas entre el primer rector, los arquitectos, escultores y pintores con detalles sobre la construcción y decoración de la Laboral, además de otra mucha documentación generada desde 1945 que es "la memoria del centro y de ahí la necesidad de organizarlo cuanto antes y ponerlo a disposición de los ciudadanos e investigadores, para que sea fuente de su historia".

Los bancos de la capilla, apilados en una estancia de la Laboral.

Mobiliario ofrecido en Wallapop en 2019. / M. C.

Los documentos son solo una parte del amplio patrimonio de la Universidad Laboral reflejado en ese inventario de 150 páginas más anexos, en el que se reseñan, entre otros objetos, retablos del siglo XV y otras pinturas, una amplia biblioteca con libros a partir del siglo XVI, mosaicos y murales, esculturas, material deportivo, vestuario de los alumnos, lencería del hogar, menaje y "mobiliario de buena calidad, en algunos casos excelente", además de reseñar, aunque con el nombre de la artista errado, los modelos pintados por Delhy Tejero para servir de base para un mosaico en el paraninfo. Material que la familia de esta pintora con obra en el Centro de Arte Reina Sofía pide ahora que se localice.

Para el historiador gijonés Héctor Blanco "la cuestión ahora es saber dónde está todo eso, porque a día de hoy no se sabe cómo está ni donde y es un conjunto material inmenso, incluido lo robado y lo perdido". Mobiliario de la Laboral se ha llegado a poner a la venta en anticuarios de Gijón y a través de la aplicación Wallapop.

Además de los numerosos objetos inventariados en 2004 en el detallado estudio de Carmen Carriles –quien no tuvo entonces acceso a todas las estancias de la Laboral al no encontrarse las llaves de algunas cerraduras– Héctor Blanco añade algunas aportaciones de objetos de interés que no figuran en ese listado y que considera relevante conocer cuál fue su destino.

En particular "la verja móvil, una pieza singular similar a la que hay en la Iglesiona, que se encontraba en el acceso a un patio del Colegio Mayor de la Laboral desde la zona del convento de las Clarisas". Saber si se conservó alguna muestra de la carpintería de las ventanas que se sustituyó por otras más eficientes energéticamente, o qué fue de los apliques y lámparas del vestíbulo del teatro son algunas de las otras cuestiones que lanza.

Mobiliario ofrecido en Wallapop en 2019.

Retablo del siglo XV. / M. C.

Blanco ha reconocido antiguo mobiliario de la Laboral que ahora está en el Centro Niemeyer de Avilés y otro que se ha usado en eventos especiales en el Teatro Jovellanos. El presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Laboral, Manuel Nevares, añade que también se han usado butacones de la Laboral en eventos celebrados en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón.

En opinión de Héctor Blanco, respecto al patrimonio de la Laboral, "la Consejería de Cultura debería de tener esto bajo control y no lo tiene, ni tampoco Recrea, que lleva ahí más de una década. El problema de la Laboral es la magnitud", añadiendo que "se ha hecho un desmantelamiento sistemático sin ningún control, a criterio de la dirección de obra en su momento", poniendo como ejemplo las piezas de mármol que aparecieron apiladas en un patio, desmontadas, tras la paralización de las obras del hotel. Blanco recuerda que en 2014 ya advirtió, a través de LA NUEVA ESPAÑA, que el reloj de la fachada sur de la torre marca una hora que no es real. Desde entonces nadie lo ha puesto en hora.

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