El movimiento vecinal logra en dos horas más de mil firmas en contra de la planta de pirólisis en el puerto de Gijón

"No se nos puede vender la ecomanzana y que luego nos metan más contaminación; estamos hartos", destacan con enfado en la zona oeste

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Algo más de un millar de firmas, en apenas dos horas, y una sensación unánime: La Calzada está "harta" de pelear contra la contaminación. La campaña organizada este domingo por la mañana por la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), para rechazar la instalación de una planta de pirólisis en el puerto. "Estamos hartos de que siempre se experimente aquí", lamentó Carlos Arias, líder vecinal, que se unió a esta campaña que reunió en dos horas algo más de firmas (en torno a 600 en el punto del Ateneo, y otras 400 ante la iglesia de Fátima). "Lo que necesitamos es que los partidos políticas vean lo que se está proponiendo aquí, que es una incineradora encubierta, y que nieguen la posibilidad de que instale en El Musel", apuntó Manuel Cañete, presidente de la FAV.

Con la música de "Los Chunguitos", con su tema "Dame Veneno", se ambientó con la megafonía en muchos momentos de la mañana la recogida de firmas. Esos altavoces trasladaban un mensaje de rechazo, para animar a los vecinos a sumarse a la protesta con sus firmas. "No queremos que El Musel sea el vertedero de Europa y que la zona oeste sea un estercolero", rezaba el comunicado que se emitía, en el que se reclamaba también la acción vecinal. "En Noreña se manifestaron contra la planta, en Gijón no vamos a ser menos", se añadía después.

Paqui Gálvez y Marita Vázquez son dos vecinas que viven a escasos metros de la iglesia de Fátima. No dudaron en estampar su firma. "Estamos hartas de que se concentre todo aquí, de que respiremos porquería, se ensucien nuestras ventanas y que nos quieran ahora meter esto de la planta de pirólisis", comentaron con cierto enfado.

Esta planta,para tratar plásticos en El Musel es la gota que colma el vaso de la paciencia de los vecinos. "No se nos puede vender la ecomanzana, que estemos rodeados de contaminación y que nos metan todavía más. Hay que alzar la voz porque no podemos seguir respirando mierda", denunció Rodrigo González, un madrileño que se afincó hace ya muchos años en La Calzada.

También desde la capital llegó a la ciudad Fermín Rodríguez. En su caso reside en El Lauredal, una zona que también esta afectada. "No entiendo que en vez de ir a menos quieren abrir algo que potencie la contaminación", transmitió este vecino, que describió la situación diaria a la que se enfrentan: "Es que hay veces que vamos por la calle y tenemos que cerrar los ojos porque te viene la suciedad a la cara".

Fueron más de un millar de firmas las que se reunieron. Una primera victoria moral y simbólica para los organizadores, que prometen seguir plantando pelea tras el apoyo recibido por los vecinos. "La gente está muy crispada aquí en La Calzada. Tenemos miedo de que nos conviertan en una zona de sacrificio para este tipo de empresas", indicó.

A la recogida de firmas se sumaron también desde Izquierda, con la número dos de la lista a la alcaldía, Noelia Ordieres, y el número tres, Alejandro Farpón, que firmaron contra la planta, tras mostrar también el candidato Javier Suárez Llana su rechazo. Esta es la primera de más iniciativas de los vecinos, que también colocarán una pancarta y protagonizarán una concentración.

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