El televisivo programa Masterchef estrenó ayer su edición más gijonesa gracias a la labor contrarreloj que han llevado a cabo en Tapices Gigia, un negocio familiar del barrio de El Llano que con sus creaciones ha permitido renovar el decorado del salón y de la zona de restaurante de las cocinas de este reality. "La experiencia ha sido fantástica y divertidísima. Pero todo ha ido muy rápido porque los tiempos de la televisión son los que son", reconoce Laura Vallado, que ahora gestiona este negocio familiar que arrancó su padre en 1953. "También trabaja mi hijo conmigo, somos ya tres generaciones", matiza Vallado.
La oportunidad de debutar en televisión les llegó por sorpresa y de la mano del decorador de interiores Lorenzo Castillo, encargado de diseñar la nueva imagen de los espacios que ayer recibieron a los nuevos concursantes del programa. Y optó por esta familia que sigue con métodos totalmente artesanales. "Trabajar con Lorenzo Castillo siempre es genial. Es de los mejores decoradores del mundo", reconoce Vallado.
Se pusieron en contacto con ellos en diciembre del año pasado. "Al principio nos dieron un mes de plazo", recuerda la tapicera gijonesa. Pero ese margen de tiempo pronto fue variando y acortándose los plazos. "Al final fue todo una locura para hacerlo en quince días, pero ha merecido la pena", confiesa Vallado, que hasta que no se ha estrenado la primera entrega de esta nueva edición no han podido decir nada públicamente sobre el trabajo realizado en su taller de la calle Extremadura. "Callados hasta ahora porque no podíamos decir nada", asegura.
El encargo desde Masterchef era para decorar "lo que ellos llaman sala de expulsiones", es decir, la zona por la que cada programa pasa el concursante que debe abandonar las cocinas después de una serie de pruebas. También para el comedor donde degustan los platos que ofrecen los participantes. "Para el comedor se quería un diseño mediterráneo, inspirado en Mallorca, con colores azules y círculos que simbolizasen la esencia del mar y un estilo art deco que se inspira en Shanghái para el salón", describe Laura Vallado, que acudió con su hijo, Daniel G. Vallado, hasta el plató de Masterchef para llevar a cabo la instalación de todo el trabajo realizado en Gijón. "Pero no pudimos quedarnos a la grabación de ninguna de las pruebas", bromea de la tapicera gijonesa, que comenzó en estas lides a finales de los años noventa.
Del comedor al salón
El rodaje, de ahí las prisas, comenzó a principio del mes de enero. Este año el programa contará con el doble de concursantes, doble de pruebas y doble emisión semanal con dos únicas pruebas y un eliminado cada programa. Pero para Tapices Gigia, acostumbrado a estar presentes en grandes eventos, ha supuesto su debut en televisión.