El abad de Covadonga, sobre el reglamento de laicidad de Gijón: «El tesoro de la fe no se debe enterrar»

El pregonero de la Semana Santa pide «huir de silencios cómplices» y defender la religión

«Es la hora de salir a la plaza y no caer en los silencios cómplices. El tesoro de la fe no se puede enterrar». Lo dijo esta tarde Adolfo Mariño, abad de Covadonga, durante su intervención como pregonero de la Semana Santa pronunciada ante una iglesia de San Pedro con aforo completo. El religioso, que espolvoreó su discurso con citas bíblicas y versos de Rosario de Acuña, centró buena parte de su discurso en la defensa de una fe cristiana «confesional y no avergonzante», con varias críticas al reglamento de laicidad que, a su juicio, debe servir como «oportunidad» para «revisar» cómo la ciudad vive su religión. «Debemos tener el pulso para mostrar nuestra fe y dejar de ser espectadores, porque también tenemos derechos», aseveró. Invitó a los creyentes, no obstante, a tratar de revertir esta normativa «tendiendo puentes» con quienes la defienden. Puso como ejemplo el cartel de esta Semana Santa, «donde Iglesia y Ayuntamiento figuran juntos» y alejados «de las descalificaciones y la estrechez de miras». «Gijón no se lo merece», lamentó. 

El pregonero, avilesino nacido en 1953 y ordenado como sacerdote en 1979, fue glosado por Ignacio Alvargonzález, presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales de la Semana Santa, que aprovechó su intervención para mostrarse aún más crítico con el reglamento, reprochando el comportamiento de «quienes entienden gobernar como un acto de pastoreo ideológico» y actúan «desde posiciones radicales» para «borrar la historia» de la ciudad» desde «el ridículo más espantoso». Defendió que la Semana Santa «por supuesto que tiene un trasfondo religioso», pero citó más ejemplos, como las fiestas de Begoña y el gran arenal de la ciudad, que lleva el nombre de San Lorenzo, así como el parque de La Providencia y el Cerro de Santa Catalina. «Hasta nuestro escudo lleva en el centro a un rey cristiano portando la Cruz salvadora», recordó. Pidió el cese «a las irracionales luchas a todo lo que huela a religión».

Mariño, por su parte, se puso delante del micrófono con una confesión: «Estoy nervioso. Llevo 44 años dando misas y ahora mismo me siento como el primer día». Habló ante una iglesia casi a rebosar y con una nutrida presencia de representantes políticos como Carmen Moriyón, Manuel Arrieta, Jorge González-Palacios, Pelayo Barcia, Jesús Martínez Salvador y Montserrat López Moro, así como las populares Ángeles Fernández-Ahúja y Pilar Fernández Pardo y los ediles Mara Simal, de Ciudadanos, y Eladio de la Concha, de Vox -junto a Sara Álvarez Rouco, candidata a la Alcaldía-, entre otros.

Quiso agradecer el pregonero la devoción que a su juicio Gijón profesa «desde tiempos inmemoriales» por la Virgen de Covadonga. «Vengo aquí como embajador de la Santina y sé el amor que le tenéis, y también que no hay entidad o institución que se pierda su cita anual a la cueva», afirmó. A su juicio, «las villas marineras tienen una sensibilidad especial a lo religioso», y quizás lo que «urge y es necesario» ahora es «refrescar la fe adormecida» de los últimos tiempos. La Semana Santa, afirmó, «es mucho más que salir de procesión» y sirve también para «dar voz a los sin voz», entre ellos a las víctimas de violencia de género, los inmigrantes y los pobres.

Para defender esas ideas cristianas, aseveró, «no se vale quedarse en silencio». «Hemos de dar la cara y ser cristianos que arriesgan. Es nuestra hora», proclamó. Advirtió, además, de la necesidad de «animar» a las nuevas generaciones para «recoger el testigo» de los cofrades de mayor edad: «Necesitamos savia nueva». Su pregón dio lugar a un aplauso general que se convirtió en ovación, con buena parte de la iglesia en pie. El coro «Ensamble Vocal» cerró la cita.

Las citas de la Semana Santa de Gijón

Domingo de Ramos. A las 12.00 horas bendición de ramos y procesión de la Borriquilla y el Niño del Remedio en la capilla de los Remedios.

Lunes Santo. Concierto en San Pedro, a las 20 horas, de la Escolanía de San Salvador e impulsado por la Sociedad Filarmónica de Gijón.

Martes Santo. Procesión de las Lágrimas de San Pedro a las 20.30 horas desde San Pedro. Salen las imágenes de la Flagelación y las Lágrimas de San Pedro.

Miércoles Santo. Procesión del Encuentro camino del Calvario. De las iglesia de San José saldrá a las 20.15 horas el paso de Jesús Nazareno y de la Verónica. De San Pedro, a las 20.45 horas, saldrán las imágenes de la Virgen Dolorosa y San Juan Evangelista. El encuentro se producirá en la plaza Mayor y, a continuación, Fernando Llenín, párroco de San José, dará lectura al sermón.

Jueves Santo. Vía Crucis del Cristo de la Misericordia, a las 20 horas desde San Pedro. 

Viernes Santo. Procesión del Santo Entierro desde San Pedro a las 20.00 horas con las imágenes del Santo Sepulcro, la Piedad al pie de la Cruz y la Virgen Dolorosa.

Sábado Santo. La Soledad de María, de San Pedro a la capilla de la Soledad a las 9.00 horas. Saldrán los pasos de San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Soledad.

Domingo de Resurrección. A las 12 horas, salida desde la Capilla de la Soledad de la imagen de la Virgen de la Alegría, y, desde la Basílica del Sagrado Corazón, el paso de la Resurrección. A las 11.45 horas, desde San Pedro, saldrá el paso de San Pedro Apóstol.

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