Un homenaje a la suite "Iberia" de Albéniz: así es el próximo acto de la Sociedad Filarmónica

El pianista Luis Fernández Pérez charlará hoy con el público y actuará mañana en el Jovellanos: "Es una pieza colosal"

Luis Fernando Pérez.

Luis Fernando Pérez. / P. Antuña

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Un viaje con la suite "Iberia" de Isaac Albéniz es la propuesta que ofrece el pianista Luis Fernández Pérez, que dará un concierto mañana a las 20.00 horas en el teatro Jovellanos, dentro de la programación de la Sociedad Filarmónica. "Es una suite colosal que hizo Albéniz al final de su vida, quizás con esa conciencia de dejar algo enorme. Y lo consiguió. Porque es la primera gran suite que tenemos en España, de inspiración flamenca. Y son doce impresiones que viajan por diferentes barrios o ciudades", relata el músico madrileño, que abrirá boca hoy en Gijón con un encuentro con el público, a partir de las 19.30 horas, en el Antiguo Instituto.

"Todos sabemos que Isaac Albéniz es un grande", incide Luis Fernando Pérez sobre la importancia de hacer un concierto en torno a la figura del compositor. "La ventaja o el privilegio que tenemos todos de hacer este viaje, es que ‘Iberia’ no se suele interpretar con facilidad de forma integra. El público tendrá la oportunidad de hacer el viaje íntegro, y esto es algo extraordinario", incide.

El concierto de mañana en el Jovellanos constará de dos partes. En la primera interpretará el "Cuaderno 1 (1906): I. Evocación, II. El puerto, III. Corpus Christi en Sevilla" y el "Cuaderno 2 (1906): IV. Rondeña, V. Almería, VI. Triana". En la segunda parte, las piezas de la suite "Iberia" que tocará serán "Cuaderno 3 (1907): VII. El Albaicín, VIII. El Polo, IX. Lavapiés" y "Cuaderno 4 (1908): X. Málaga, XI. Jerez, XII. Eritaña".

Luis Fernández Pérez ha colaborado, entre otras, con la Orquesta Nacional de España, la Filarmónica de Montecarlo, la Sinfonía Varsovia, el Ensemble Nacional de París o la Orquesta Nacional de Brasil. Y además cuenta con una importante labor pedagógica, en el Centro Superior Katarina Gurska (Madrid) la Academia Marshall (Barcelona) y la Universidad de Senzoku (Tokio). "La educación musical es imprescindible porque todos tenemos ese yo músico, evolucionado y primitivo desde nuestros orígenes, y todos tenemos una reacción natural a la música, tengamos más o menos oído. El desarrollo de la parte cognitiva y musical es importantísima, por no decir todos los estudios que se llevan desarrollando los últimos años de neurociencia", comenta Pérez, antes de ahondar en esa idea: "En esos estudios, se ha demostrado que, cuando una persona hace música y toca un instrumento, se activan ambos lados del cerebro por igual y se interconexionan, algo que suele ser bastante complicado que ocurra con otra actividad a nivel cerebral. La música tiene esa capacidad de conectar partes del cerebro con otras que de otra manera no se conectarían".

Su pasión por el piano le llegó de niño, porque en casa de sus padres había uno. "Mi padre lo tocaba, aunque nunca llegó a ser profesional. Por eso, mi primera educación musical fue a cargo de mis padres, que decían que tenía una serie de cualidades de chico muy deslumbrantes, como que escuchaba una canción un día y 20 días después la empezaba a reproducir exacta", rememora Pérez, que enfatiza los detalles por los que le cautivó este instrumento: "Para mí el gran éxito del piano frente a otros instrumentos es el poder tener el pedal, ser un instrumento polifónico, que puede imitar a otros, o tener varias voces".

Suscríbete para seguir leyendo