Experimentos sonoros y paisajes digitales para cerrar el LEV Festival

El LEV Festival bajó ayer el telón de su 17ª edición en dos espacios tan variopintos como el Jardín Botánico Atlántico y el teatro Jovellanos. En el Botánico, los asistentes disfrutaron de la propuesta sonora de «Astrid Sonne», afincada en Copenhague, a través de unos auriculares inalámbricos. Posteriormente, fue el turno de «Samuel Organ», que ofreció un directo a base de electrónica y piano y presentó versiones únicas de los temas de su álbum «A Safe Place In Cyberspace». El espectáculo audiovisual «Dökk», del estudio italiano «fuse*», clausuró en el Jovellanos la cita. Lo hizo con una «performance» que unió la danza en vivo con un sistema de datos capaz de analizar aspectos como el sonido o el movimiento de la intérprete, para luego proyectarlos en el escenario convertidos en paisajes digitales.