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El Jardín Botánico se lanza a por su segunda ampliación para completar La Isla

El Ayuntamiento inicia la negociación para adquirir la parcela de 17.000 metros cuadrados que incluye el edificio de Florencio Valdés

La vivienda de La Isla que se encuentra en la parcela por la que el Ayuntamiento negociará su compra. | Marcos León

Podría considerarse casi el corazón del Jardín Botánico. La adquisición por 235 millones de pesetas del jardín histórico de La Isla en el año 2000 fue clave para el nacimiento del museo verde de la ciudad. De esta manera, bajo el mandato de la socialista Paz Fernández Felgueroso, pasó a ser de titularidad pública la finca, salvo el edificio, creado por Florencio Valdés, con sus singulares jardines de notable valor botánico y preciados ingenios de agua. Ahora, coincidiendo con su vigésimo aniversario, el Ayuntamiento comenzará los trámites formales para adquirir precisamente la parcela que comprende la vivienda, una superficie de unos 17.000 metros cuadrados, para incorporarla a los terrenos del Botánico y así conseguir un nuevo impulso a este equipamiento.

El Consistorio valoró "muy positivamente" una primera oferta de venta en una conversación no formal por parte de la propiedad, según trasladó la Alcaldesa, Ana González, ayer a los grupos políticos durante la comisión de Cuentas. La opción de incorporar "esa parcela tan emblemática" es una oportunidad que el Ayuntamiento no quiere dejar escapar. Por ello, la regidora trasladó su intención de iniciar los contactos formales para comenzar las negociaciones. ¿Y cuáles son los pasos a seguir? A partir de ahora, la propiedad de la parcela debe presentar una primera oferta formal al Ayuntamiento, incluyendo una tasación de esa parcela, mientras que el Consistorio hará también su propia tasación. En definitiva, plantar las bases de la negociación.

Sin plazos en el horizonte, con las elecciones a la vuelta de la esquina, todo apunta a que será el próximo equipo de gobierno al que le corresponda rematar una operación que completaría la titularidad municipal de la finca de La Isla, uno de los espacios más emblemáticos del Botánico desde su inauguración. Por aquel entonces, abrió sus puertas con 15 hectáreas ocupadas de las 25 en las que se planteaba este museo verde. Se trataría de la segunda ampliación en terrenos de su historia. La primera fue en 2018, bajo el mandato de Foro, con la inauguración del bioma boreal americano (Itinerario Atlántico) y el laberinto vegetal, incorporando una superficie de 1,7 hectáreas. Actualmente, ya ha alcanzado las 19 visitables.

El Jardín de La Isla surge de la iniciativa del industrial gijonés Florencio Valdés en 1870. Conserva el trazado original, con un marcado estilo inglés o romántico, que permite apreciar de un numeroso abanico de ejemplares de plantas y árboles centenarios entre túneles, pérgolas, estatuas y estanques. Principalmente, con algunas especies representativas de la España templada como camelias, rododendros, bulbosas o plantas orientales.

La oportunidad de hacerse con esta parcela pendiente llega cuando, en realidad, la dirección del Botánico prioriza otras actuaciones por encima de cualquier ampliación. Permanece aparcada la idea propuesta a principios de 2021, cuando se planteó un crecimiento ejecutado sobre terrenos cuya propiedad reside en la Universidad de Oviedo. De hecho, se trata de una institución vinculada de manera muy directa al Botánico a través del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot). "Apostamos por el fomento de la divulgación y la educación ambiental. Ahora mismo no pensamos en una ampliación, pero sí en habilitar pequeños espacios como el del futuro prado de siega como proyecto de restauración ambiental", matizó en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, Luis Miguel Álvarez Morales, jefe del servicio de Educación y Protección del Medio Natural. De puertas para adentro, son tres los equipamientos a desarrollar a corto y medio plazo. El primero, la conversión de la antigua cafetería en un aula didáctica para desarrollar talleres escolares infantiles. Se trata de una obra a punto de ser entregada. También se quiere llevar a cabo la remodelación de la casa-museo para contar con un nuevo laboratorio que impulse el banco de germoplasma, compatible con la apertura de puertas a visitantes, junto a la creación de unas oficinas y biblioteca para el equipo científico. Es un proyecto que se encuentra redactado, pendiente de inversión para su ejecución debido a la prórroga presupuestaria. Además, aún pendiente de ser licitada la redacción del proyecto, es la creación de una cafetería compartida entre el interior y exterior del Jardín.

Más allá de las infraestructuras, la salida del Jardín Botánico de Divertia y su integración en la concejalía de Medioambiente, redobló la apuesta por la investigación. El más importante, el registro de los pliegos de plantas de la importante colección "JBAG-Laínz" del herbario, de la que ya se ha, digitalizado 22.000 muestras (atesora 40.000 pliegos de plantas) y para el que aún quedan años de trabajo. Además, la dirección apuesta por potenciar la conservación de recursos y el mantenimiento de las colecciones vivas, revisando algunas como la del Cantábrico, y la proyección de pequeños espacios como el futuro prado de siega.

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