Caballos de metal en Gijón por los enfermos de ELA: "Los motoristas somos solidarios"

Una ruta motera de 100 kilómetros parte del Humedal y recolecta 5.000 euros destinados íntegramente a la asociación ELA Principado

Gabriel Cuesta

Rugieron ayer los motores en la plaza del Humedal por una buena causa. Más de cuatrocientos motoristas, según la organización, tomaron Gijón como punto de inicio para emprender una ruta solidaria de más de cien kilómetros a favor de los enfermos de ELA. Lo hicieron fieles a sus "looks" transgresores, enfundados en sus chaquetas de cuero o monos, guantes y llamativos cascos. "No esperábamos tanta gente. Se han acabado todas las papeletas del sorteo solidario", celebró la impulsora de esta iniciativa, Arancha Calleja, vecina de El Llano y conocida como "La Brujona" en redes sociales, su altavoz para conseguir este auténtico logro. Nada más y nada menos que 5.000 euros a través de la venta de un millar de papeletas (a cinco euros cada una) que están íntegramente destinados a la asociación ELA Principado, que lucha contra esta enfermedad. "Una amiga me animó a llevar a cabo este encuentro. ¡No era consciente en el lío en el que me estaba metiendo! Merece la pena, sin duda. Está siendo un gran día", festejó.

Fue un ejemplo del potencial de las plataformas digitales. Desde su página de Facebook, con unos 3.000 seguidores, "La Brujona" llevaba semanas caldeando el ambiente para que la cita fuera un éxito. Numerosas publicaciones después, nadie quiso perderse la oportunidad de colaborar comprando alguna de las papeletas solidarias. Volaron. El sorteo de todo tipo de artículos donados por diferentes entidades era lo de menos. Una camiseta firmada por el motorista Odei Martínez, una escapada de fin de semana... "Toda ayuda es poca. Venimos a demostrar que los moteros somos un colectivo muy solidario", sentenció Xurde Vega, del grupo "Los Fartones del Camín". No le faltaba detalle a su atuendo. "Chupa" de cuero, abundante barba, pendientes, tatuajes... Un motero en toda regla, vaya. "Y el tiempo acompaña", celebró mientras cuidaba con mimo su potente Yamaha Drag Star.

A Gijón llegaron moteros de todas partes de Asturias. Un constante goteo que acabó abarrotando El Humedal. Porque los caballos de metal surcan también fronteras. Agnieszka Tankiewicz es polaca y lleva ya catorce años en Asturias, la mitad viviendo con devoción la vida motera junto a su pareja. "Es bonito que nos juntemos tantos moteros por una buena causa. La convocatorio corrió como la pólvora por un montón de grupos de ‘WhatsApp’", explicó con su pañuelo al cuello y una curtida chaqueta. Su montura, una Honda de 1.300 centímetros cúbicos. Muchos charlaban distendidos a la espera de la salida. Otros, aprovechaban a hacer rugir su moto.

El joven Samuel Díaz optó por enfundarse un mono de competición azul para "cabalgar" sobre su R1. "He cogido ya cinco papeletas. Lo importante es ayudar, pero también pasarlo bien. Es una forma de conocer gente y hacer piña por una misma pasión", razonó. Entre esa jauría de cilindradas, tampoco podía faltar un toque excéntrico. Ahí estaba Francisco Javier Gutiérrez, "El gran Mochi", dando la nota vestido de pantera rosa, con su moto completamente teñida de ese color. "Hoy es casi una fiesta". Fueron muchos las familias moteras de la región que se sumaron a esa solidaria peregrinación. "Mocai, "Punisher MC, "Druidas MC... "Venimos de todas las partes de Asturias. Es un signo de hermanamiento", presumieron sus integrantes.

Nuevas ediciones

Con algo de retraso, poco después de las once de la mañana, emprendieron la ruta de unos 100 kilómetros de carreteras nacionales y secundarias, con paradas en La Felguera y el Centro de Referencia Estatal para personas con Discapacidades Neurológicas (Credine) de Langreo, donde dejaron unos globos para ensalzar su labor. Después, tocó vuelta a Gijón para celebrar el sorteo. "Es mucho trabajo, pero la recompensa es aún más grande. Es la primera vez que lo hacemos y queremos repetir. Nos ha servido también para tomar notas y mejorar para futuras ediciones. Y conocer gente para llevar a cabo otro tipo de iniciativas", concluyó la organizadora, Arancha Calleja. De momento, ya son 5.000 euros los que ha conseguido para ELA Principado, una entidad sin ánimo de lucro para atender las necesidades específicas de estos enfermos y su entorno. Está claro que las motos volverán a devorar kilómetros por una buena causa.

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