La historia de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón se presenta el próximo lunes en forma de libro

Condensar la larga trayectoria de la Benemérita en Gijón y, al tiempo, rendir homenaje a los casi 178 años en la ciudad, es el objetivo perseguido por Samuel Fernández y José Antonio Landera con el libro "Historia de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón", un amplio recopilatorio de anécdotas, datos y fotografías que será presentado al público el próximo lunes, día 5 de junio, en un acto presentado por el teniente coronel Alberto Aguilera Acuyo, último jefe de la Comandancia de Contrueces, en el patio central del Centro de Cultura Antiguo Instituto a partir de las doce del mediodía.

El libro, que cuenta con un prólogo del periodista José Javier Esparza y una emotiva reflexión del propio Alberto Aguilera, realiza una breve descripción a su inicio del origen del Instituto Armado, que tuvo lugar bajo el reinado de Isabel II y de la mano del Duque de Ahumada, en 1844. La propia reina fue la encargada de dar nombre a una organización que debía volcarse en el mantenimiento del orden público. "El objeto de esta fuerza es proveer al buen orden, la seguridad pública y a la protección de personas y de las propiedades, fuera y dentro de las poblaciones", rezaba el Real Decreto.

La primera plantilla quedó formada por catorce jefes, 232 oficiales y 5.769 guardias repartidos en catorce tercios. Actualmente, el cuerpo supera los 81.500 hombres, según el Ministerio del Interior. Con el lema del "Honor es mi divisa", la Guardia Civil va asentándose en los distintos territorios del país. La llegada a Gijón, que copa el grueso de este revelador libro, se produce el 14 de agosto 1845. Fue en una sesión plenaria cuando se aprobó la decisión para dar respuesta a la necesidad que reclamaban los ciudadanos de contar "con un cuerpo de seguridad que garantizara la paz y el bienestar" en cada rincón de la ciudad. No hay constancia de dónde se instaló el primer cuartel en la ciudad. Pero sí se pudo confirmar que fue en febrero de 1865 cuando el Ayuntamiento cedió una casa de la calle Almacenes número 10 que supone la primera sede constatada en la ciudad.

El libro recorre desde esos orígenes hasta nuestros días. Un recorrido a través de una exhaustiva oferta de documentos, imágenes y publicaciones que ponen negro sobre blanco la trayectoria de la Guardia Civil en la ciudad en los distintos momentos de la historia. Desde el bandolerismo, hasta la proclamación de la II República y el estallido de la Guerra Civil dentro del apartado que en el libro se denomina la "Evolución del despliegue territorial en Asturias".

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El libro también ofrece luz sobre la creación de las primeras especialidades dentro de un cuerpo que, entre otras muchas cosas, destaca por haber sabido adaptarse siempre a los tiempos y a las necesidades que la sociedad precisaba. Ahí figura la aparición del Servicio Fiscal, de la agrupación de Tráfico, el Servicio de Montaña y el aéreo, el de Información y el Servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ (Nuclear, Radiológica, Biológica y Química), conocidos como los Gedex. Fruto de esa constante evolución llegaron luego otras muchas especialidades, como el Seprona, el Servicio Marítimo, Policía Judicial o la Seguridad Ciudadana. La historia de la mujer en la Guardia Civil cuenta con un capítulo propio en este libro que también mira al futuro con las recientes unidades creadas, como el equipo Pegaso (encargados del control de espacio aéreo), los equipos "arroba" (dedicados a la delincuencia tecnológica) y los responsables de la atención a mujeres y menores (Emume) y los equipos Viogén. El último capítulo queda para los veteranos.

Además, "Historia de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón" deja espacio para glosar la figura de todos aquellos compañeros que murieron en acto de servicio, muchos de ellos asesinados por el terrorismo, como Irene Fernández Perera, la joven gijonesa que tras su asesinato da nombre a la calle en la que se encuentra el cuartel de Gijón en Contrueces. También se incluye la relación de todos los jefes de la Comandancia que tuvo esta ciudad hasta Alberto Aguilera, que puso el broche a una amplia lista después de que el Consejo de Ministros decidiese unificar las comandancias de Gijón y Oviedo. Una decisión no exenta de polémica.

La primera aparición pública de este libro tuvo lugar el pasado 10 de mayo, en un acto que también sirvió para descubrir una pieza de homenaje a los veteranos de la Benemérita. Ahora, la puesta de largo oficial será el próximo lunes en el Antiguo Instituto. Además de los autores y el prologuista, el acto contará con varios participantes como Raúl Suevos (coronel de Infantería Retirado y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA), Celia Doval (colaboradora en el libro y una de las primeras mujeres en la Guardia Civil), José Antonio Migoya (secretario de la Fundación Caja Rural de Gijón), Eloy Méndez (redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA), Marcelino Gutiérrez (director de "El Comercio") y José María Fuster-Fabra (doctor en Derecho y Profesor de la Universidad de Barcelona).

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