El verano asoma en la playa de San Lorenzo: arreglos, casetas y desde hoy socorristas a diario

La Cocina Económica coloca sus casetas, la mejora en la barandilla llega a la mitad del paseo y comienza el servicio diario de Salvamento

Pablo Palomo

Pablo Palomo

El verano arrancará en 20 días, pero Gijón está ya psicológicamente en periodo estival. San Lorenzo presentaba ayer una imagen con bastantes toallas sobre la arena, preludio de los cambios previstos para esta semana. Las casetas que todos los años instala el incombustible Manuel Díaz, esta vez 47, ya están frente a la escalera 14 y a ellas se sumarán hoy las 68 de la Cocina Económica. El equipo de salvamento también se reforzará desde este jueves con servicio a diario y más efectivos (desde el 1 de mayo, solo había socorristas en fin de semana y festivos). Y a ello hay que sumar los trabajos para adecentar las barandillas del paseo del Muro, que se encuentran a la mitad. "Ahora, ya solo falta que nos salga un buen verano", desean algunos de los gijoneses que ayer aprovecharon para darse un chapuzón. El primero para unos cuantos.

Que el buen tiempo está a la vuelta de la esquina se nota sin necesidad de mirar la hoja del calendario. Por las calles de la zona Centro y las aledañas de la principal playa gijonesa ya se escucha por las mañanas el roce de las ruedas de las maletas por la acera. Señal inequívoca de que los turistas comienzan a arribar a los hoteles de esta orilla del Cantábrico. Los que se asomen al Muro a la altura de la escalera 14 podrán ver la clásica imagen de postal con las casetas multicolor. Las de Manuel Díaz ya están montadas desde hace varios días. Este madrileño con raíces en Lugo y vecino de La Arena contemplaba ayer sentado el trabajo bien hecho realizado por sus empleados en los últimos días. A sus 85 años sigue sin fallar desde 1985. "Al final, me dieron 47 casetas. Me dijeron que iba a tener diez más, pero al final nada de nada", comenta. Manuel Díaz lo tiene todo prácticamente alquilado. Mantiene a sus clientes de toda la vida. Él se ha convertido en una parte más del arenal. "Paso aquí todo el verano. Me quedo sentado a la sombra y luego a las dos marcho a comer. Estoy mejor aquí que en casa", explica.

Entre esas clientas de toda la vida se cuentan, por ejemplo, Clara Meana, una gijonesa de 78 años que ayer tomaba el sol en una tumbona. Cuando se le pregunta cuánto tiempo hace que alquila una caseta responde con coña marinera. "Toda la vida, fíu", ríe. "Tuvimos buen invierno y ahora solo falta que tengamos un buen verano", añade. Como si escuchara lo que dice la mujer, Manuel Díaz sale al quite. "Sí, sí, este año va a hacer buen verano, eso seguro", predice. La estampa de las casetas no está completa, pero lo estará desde hoy. Juan Varas, de la Cocina Económica, colocará a partir de las nueve y media de la mañana otros 68 puestos entre las escaleras 12 y 13. De ellos, 43 estarán en arena seca y el resto, 25, en húmeda. "El alquiler es de 500 euros y a dos salen las hamacas. La recaudación es para ayudar a los que lo necesitan", recuerda.

Los arreglos en el Muro de San Lorenzo se llevan ejecutando desde hace varios días. Se suman al repintado de elementos icónicos como Las Letronas de los Jardines de la Reina. La presencia de los operarios brocha en mano dando un manto blanco a las barandillas es otro de los indicativos de la llegada de las altas temperaturas. Su labor es clave para contraatacar la ferocidad de la humedad invernal que trae como consecuencia el brote del óxido. "Se mejora mucho en estética, sobre todo, ahora que ya llega el buen tiempo y la ciudad se va a llenar de turistas", analizan Carmen Blanco, Ángel González y Ana Barrosa, que ayer estaban en la arena de San Lorenzo tras haber acabado el último examen ordinario del primer curso de Trabajo Social. "Es bueno que se hagan estos arreglos porque se da mejor imagen", postulan, por su parte, Xana Ovide y Luna Abad. "Están bien, pero deberían de hacerse antes no ahora cuando ya están muchos turistas por la ciudad", critican, mientras tanto, María Lillo y David Ampudia.

Desde la arena han podido ver muchos gijoneses estos trabajos. La playa de San Lorenzo se llenó en estos días, también ayer, de vecinos ávidos de reponer vitamina D y de ponerse a remojo en el Cantábrico. Arrastraba ayer el viento el inconfundible aroma de la crema solar cuando los pequeños Diego y Pablo Vázquez jugaban en la arena vigilados por sus abuelos, José Manuel Vázquez y Begoña Vega. Estos dos son habituales de San Lorenzo y el hecho de que el termómetro no haya subido hasta los últimos días no les ha impedido dejarse ver por la arena. "Llevamos viniendo ya por lo menos unos dos semanas", dicen de muy buen humor. "Presta mucho venir así, además nos hemos encontrado que la playa está muy limpia", rematan. Los quioscos, otro pilar del verano, llevan abiertos varias semanas ofreciendo helados y refrescos. "Por ahora se nota algo flojo, pero la expectativa es que vamos a tener muy buen verano", asegura Rebeca Suárez, una trabajadora de uno de los puestos de la playa de San Lorenzo.

Más socorristas

La temporada de baños arrancó el 1 de mayo, pero será hoy cuando se active al completo el servicio de salvamento, que se prolongará hasta el 30 de septiembre. Desde hoy se incorporan 42 efectivos: 27 socorristas, 9 lancheros y 6 auxiliares. El horario para la playa de San Lorenzo será desde las 10.00 hasta las 21.00 horas, mientras que para Poniente y El Arbeyal será desde las 12.00 hasta las 20.00 horas. Será el 15 de junio cuando sumarán refuerzos para las playas rurales del concejo. Habrá socorristas Los Mayanes, Cervigón, Peñarrubia y Estaño. El horario será desde las 12 a las nueve de la noche. Hasta ahora había socorristas, pero solo los fines de semana. Eran 14 repartidos por San Lorenzo, Poniente y El Arbeyal. Con estos y con los que entran hoy el servicio de Salvamento queda compuesto por 51 efectivos. Es decir, 36 socorristas, 12 lancheros y 6 auxiliares.

Suscríbete para seguir leyendo