Lonja Gijón subasta casi 700.000 kilos de bocarte en dos días, con la cuota para el Cantábrico ya al 80%

Lonja Gijón Musel ha subastado en dos días 690.000 kilos de bocarte pescados entre Ribadesella y Llanes una de las zonas en las que estuvo faenando la flota de cerco del Cantábrico en las últimas jornadas. El traslado hacia el oeste de los bancos de pescado, que a principios de semana estaban en aguas cántabras, es lo que ha propiciado que los barcos hayan optado por vender sus capturas en la cancha gijonesa.

Desde que en marzo El Musel registrara las primeras bocartadas, se han ido produciendo subastas puntuales en los meses siguientes. Con las de ayer, las descargas de bocarte en El Musel en lo que va de año rondan los 1,3 millones de kilos, en un momento en el que la flota del Cantábrico ya ha consumido el 80,75% de los 30,18 millones de kilos de cuota de bocarte asignada para este año. Los barcos pueden capturar hasta el 85% de la cuota en el primer semestre, reservando el 15% restante para el segundo semestre del año.

El desplazamiento de los peces por el Cantábrico es el que determina los puertos de descarga, dado que los pescadores acuden a los más cercanos, para volver cuanto antes a la mar. No es lo que ocurrirá en esta ocasión. Los 50 pesqueros que ayer subastaron 330.000 kilos de bocarte en El Musel, permanecerán amarrados hasta el próximo lunes en el Muelle de Rendiello. El motivo de la espera es precisamente que está a punto de acabarse la cuota de bocarte para el primer semestre del año, restando por pescar 1,28 millones de kilos para lo que queda de mes. Si el de ayer fue un día frenético en la lonja gijonesa, más aún lo fue el pasado miércoles, cuando llegaron a juntarse 61 pesqueros en el Muelle de Rendiello para subastar 360.000 kilos de anchoa.

Los precios que se alcanzaron en la mayor parte de las pujas oscilaron entre uno y dos euros, llegando incluso a los cinco euros por kilo. El tamaño del bocarte es el factor determinante para el precio, dado que las conserveras necesitan pescados del mayor tamaño posible para la fabricación de las anchoas. La mayor parte de las descargas de estos dos días en la lonja de El Musel fueron adquiridas por conserveras, muchas de ellas fábricas de Cantabria y del País Vasco. Los bocartes de menor talla son los que se suelen destinar a su venta en fresco; los que llegan a las pescaderías y su precio es sensiblemente inferior al de los que demandan las conserveras.

Más de 150 barcos

En la costera del bocarte está participando toda la flota de cerco del País Vasco, Cantabria y Asturias y la mayoría de la de Galicia. Más de 150 embarcaciones. En cuanto a la flota asturiana de cerco está compuesta por cuatro embarcaciones; "Santa Nina" y "Playa de Astillero", con base en Lastres; "San Mateo", con base en Avilés y "Xarabal", con base en Gijón.

Una parte de la cuota de bocarte, un 15%, se reserva para el segundo semestre, para su pesca y venta durante el verano, fundamentalmente. Cuando se haya consumido la cuota del bocarte para el primer semestre, una parte de la flota se dedicará a pescar sardina hasta que en julio vuelva al bocarte.

La costera del bocarte es desde hace varios años una de las principales campañas en la lonja gijonesa, junto a la habitual costera del bonito, que ya se ha iniciado con subastas en la rula avilesina a mediados de mayo y a la que el lunes se sumará Lonja Gijón, con la subasta de unos 13.000 kilos de túnidos capturados en aguas cercanas a las Islas Azores por el "María Digna Dos", barco con base en Bermeo (Vizcaya), que el año pasado ya fue uno de los que abrió la temporada en la lonja gijonesa.

En la costera del bonito participan cuatro embarcaciones asturianas; "Mundaka", "Nuevo Enzo" y "Playa de Luarca", con base en Luarca y "Esmeralda Tercero", con base en Cudillero y que en Asturias prefieren subastar sus capturas en la rula avilesina.

Mientras la costera del bocarte está entrando en su recta final, la del bonito está comenzando, con sólo un 2,3% consumido de la cuota de 17,54 millones de kilos asignada.

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