Los vecinos de Veriña, tras cancelar sus fiestas a una hora de empezar: "Es frustrante"

«Hay mucha densidad documental, mucho papeleo y todo se hace muy impersonal», lamentan los promotores de la cita, que anuncian que desisten de todos los festejos

Pablo Palomo

Pablo Palomo

A falta de una hora para que José Luis Nicieza, presidente de la asociación de vecinos de Veriña, diera ayer el pregón de las fiestas, el colectivo tuvo que comunicar su cancelación al no haber conseguido los permisos municipales. La resolución, firmada por la concejala de Participación, Dolores Patón, llegó a las 14.30 horas obligando a los organizadores a cancelar unas fiestas que iban a durar hasta el lunes y que iban a contar, entre otras cosas, con la actuación de la orquesta «Tekila». «Nos sentimos frustrados, pero no queda más remedio que cancelar», explicó ayer José Luis Nicieza. 

La falta de permisos, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA hace dos días, había dejado en el aire la celebración de las fiestas de Veriña, con todo ya instalado. Unos defectos en algunas de las solicitudes provocaron que los vecinos tuvieran que entregar ayer a última unas correcciones que se han desestimado. Llegó a colaborar el concejal de Zona Rural, José Ramón Tuero, para desbloquear la situación, sin éxito. 

La asociación ha convocado para el próximo 16 una asamblea para «tomar las decisiones oportunas». Busca ahora una nueva fecha para, por lo menos, poder entregar el bollo a los socios de la entidad de la parroquia. La complejidad a la hora de obtener todos los permisos, puntualizó Nicieza, es uno de los obstáculos que la asociación ha encontrado. «Hay mucha densidad documental, mucho papeleo y todo se hace muy impersonal», apuntó Nicieza. 

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