La experiencia de cinco médicos de Cabueñes operando en Benín: "Estos viajes enseñan a valorar lo que tenemos aquí"

Cinco asturianos formaron parte del grupo de médicos que viajó en mayo a Benín para una campaña de cirugía en el Tercer Mundo

Por la izquierda, Rocío Cueva, Luis Camblor, Ana Fernández, Montse Noriega, Miriam Díaz Valdés y Ángel Martínez, en el Hospital de Dangbó,  donde realizaron las intervenciones.

Por la izquierda, Rocío Cueva, Luis Camblor, Ana Fernández, Montse Noriega, Miriam Díaz Valdés y Ángel Martínez, en el Hospital de Dangbó, donde realizaron las intervenciones. / Nico Martínez Gijón

Nico Martínez

Gijón

Ayudar en el alumbramiento para combatir el alto índice de mortalidad es el objetivo de seis de médicos, entre ellos cinco asturianos vinculados al Hospital de Cabueñes, que viajaron hasta Dangbó, una localidad de Benín, para asistir a 19 mujeres embarazadas durante los diez días que estuvieron en el país africano. "Vale mucho la pena, tanto profesional como humanamente", defiende Ángel Martínez Martín, jefe del servicio de Ginecología de Cabueñes y participante en una de estas campañas quirúrgicas que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes de un país en el que la esperanza de vida media es de 54 años y la mortalidad infantil muestra que 88 de cada 1.000 niños mueren antes de cumplir los 5 años.

El Hospital de Dangbó, en Benín, donde realizaron las operaciones.

El Hospital de Dangbó, en Benín, donde realizaron las operaciones. / Nico Martínez Gijón

Tras escuchar las impresiones de varios compañeros de profesión que habían podido vivir esta enriquecedora experiencia en ocasiones anteriores, Martínez Martín y otros nueve médicos decidieron ir a Benín. Entre los seis profesionales se encontraban cinco miembros de la sanidad asturiana: los doctores Luis Camblor, Montserrat Noriega, Miriam Díaz y Ángel Martínez y la enfermera Rocío Cueva. "Todos éramos novatos en campañas de cirugía fuera de España. Íbamos con mucha información, pero sin una idea clara de lo que nos íbamos a encontrar", dice Ángel Martínez.

Acostumbrados a procedimientos como la laparoscopia, tan usuales en la sanidad pública española en la que trabajan a diario, los seis profesionales se vieron obligados a adaptarse a los limitados medios con los que contaban en el Hospital Auberge du l’Amour Redempteur, centro de Dangbó en el que tuvieron lugar las operaciones. "Desde el punto de vista técnico, como profesional, te devuelve a ser un médico de los de antes. Volver a los orígenes te permite recuperar muchas técnicas que ya tenías oxidadas y que siguen siendo útiles en otros lugares". Además, el doctor Martínez comenta que las complejas cirugías eran afrontadas "en un pequeño quirófano que se ha ido dotando con materiales de donaciones europeas, principalmente españolas e italianas". Durante aquellas jornadas trabajaron a destajo, "desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la tarde con un descanso para comer".

Pese a que entre la población general del país africano la principal causa de muerte es la malaria, durante el periodo de gestación aparecen diferentes problemáticas. Estas, en numerosas ocasiones, conllevan una situación de anemia que se ha convertido en el mayor motivo de fallecimiento entre las embarazadas por las escasas posibilidades sanitarias que tienen los profesionales de la salud a su alcance. "Ciertos procesos ginecológicos que aquí resultan normales, allí no se tienen tratamientos para ellos o se tienen en una medicina privada que no es accesible para la mayor parte de la población. Nosotros fuimos a solucionar problemas benignos".

En estos desplazamientos juegan un papel esencial las ONG. A estos seis profesionales les ayudaron desde la Asociación Infancia y Cirugía en Dangbó, que fue la encargada de coordinar a los cirujanos. También colaboró la Asociación Amigos de Benín, dirigida por el padre Pedro Tardón. Como principal deseo para la sanidad de Benín, el ginecólogo apunta que, más allá de lo sanitario, resulta fundamental que se haga hincapié "en la educación para la salud a la población general y en la educación sanitaria para los enfermeros voluntarios que hay allí".

Tras esta primera campaña en el extranjero, el ginecólogo del hospital gijonés define lo que vivió en Dangbó como "una de las experiencias más enriquecedoras" de su carrera. "Desde el punto de vista humano, entiendes otra cultura y otro modo de vida. Te das cuenta de que hay personas con menos recursos que viven muy felices porque son capaces de mirar el presente y no pensar en el futuro. Es lo que les permite ser felices en el día a día. Por lo tanto, es un gran aprendizaje".

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