La falta de ascensores y rampas, las grandes deficiencias en la vivienda usada

La Unión de Inmobiliarias de Asturias cifra en 38,6 años la edad media de estos inmuebles y seis de cada diez se construyeron antes de 1980, según el INE

El barrio de Inuesa en Tremañes, que está siendo sometido a mejoras. | Ángel González

El barrio de Inuesa en Tremañes, que está siendo sometido a mejoras. | Ángel González / Gabriel Cuesta

Gabriel Cuesta

El parque de vivienda usada de la ciudad sufre los achaques de la edad. El diagnóstico del sector inmobiliario es claro: la falta de ascensor, la carencia de aislamiento térmico y la ausencia de rampas son los principales problemas a afrontar en aquellos edificios construidos en los años 80 y las décadas predecesoras. Se trata de un problema considerable para las personas con movilidad reducida o de avanzada edad y que se da principalmente en la zona del centro. Al menos, eso es lo que desprende un informe elaborado por la Unión de Inmobiliarias de Asturias entre las principales agencias de la ciudad.

Casi el 35% de las agencias de Gijón aseguran que las principales deficiencias de las viviendas de segunda mano y de mayor antigüedad son la carencia de ascensores, un servicio importante para las personas con problemas de movilidad. Algo más del 31% cree que el problema más importante, en cambio, es la falta de aislamiento térmico, una instalación que permite a las viviendas ser más eficientes energéticamente, sobre todo en los meses más fríos del invierno. En tercer lugar salta de nuevo a la palestra una deficiencia en torno a la accesibilidad. La ausencia de rampas es señalada como el mayor quebradero de cabeza por prácticamente el 20% de las inmobiliarias encuestadas. Y, en cuarto lugar, un 14% incide en que es el poco espacio exterior.

No hay una estadística oficial que cifre en cuántas viviendas de la ciudad existe alguna de estas carencias. Un dato que sí es significativo y que puede arrojar algo de luz es la edad media de los edificios de vivienda en la ciudad. La Unión de Inmobiliarias de Asturias estima que la media de edad del parque de vivienda usada en la región es de 38,6 años. Un dato, según aseguran desde el colectivo, que es extrapolable a Gijón, según los datos que manejan. En ese sentido, el censo de vivienda que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja algo más de luz. La última recopilación de datos es relativamente reciente –fue elaborada en 2021– y computa en la ciudad un total de 148.955 viviendas. De ellas, más de la mitad han sido construidas antes de 1980. En concreto, 87.050. Aproximadamente, un 58%.

Ya es una "edad" a tener en cuenta. Por ejemplo, el Ayuntamiento realizó una inspección técnica integral de los edificios de titularidad municipal con una antigüedad superior de 50 años tras el derrumbe del colegio San Vicente de Paúl. Ya en su día el Ministerio de Fomento, a través del último informe de las características de la edificación en España, unas 85.000 viviendas de Asturias tienen carencias de accesibilidad. Es un dato publicado en 2018 a raíz de un estudio del censo de viviendas de 2011. Una estadística que, comparada con el resto de comunidades autónomas, situaba al Principado como una de las cuatro comunidades autónomas en las que estas principales carencias se sitúan por encima de la media nacional.

El Principado aprobó recientemente una partida de 14,5 millones para la rehabilitación energética de las viviendas. Estas deficiencias también tratan de ser subsanadas a través del Ayuntamiento y sus actuaciones en barrios degradados. De hecho, hay 7,5 millones de euros procedentes de fondos europeos para rehabilitar el poblado de Inuesa, Portuarios, la Urbanización Monte Areo y la Obra Sindical de Contrueces. Este último se encuentra paralizada por el momento por un fallo en el proyecto.

El informe de la Unión de Inmobiliarias de Asturias también desliza que una de cada tres agencias nota en mayor medida una demanda de viviendas con prestaciones de accesibilidad y dos de cada cinco lo hacen en aquellas eficientes energéticamente. Estas últimas principalmente son de nueva construcción y se encuentran en barrios más nuevos de la ciudad como, por ejemplo, Nuevo Roces o Nuevo Gijón. Precisamente, la Unión pide "incluir en las partidas la reforma de inmuebles que se destinen al mercado del alquiler de vivienda habitual y que puedan contar con mayores incentivos fiscales si se alquilan a colectivos vulnerables".

Asimismo, "consideran necesario que se establezca la adecuada coordinación con la administración central y las entidades locales y que la maquinaria burocrática permita agilizar los trámites para que este tipo de ayudas sean más eficaces y lleguen a más gente". Por ello, su presidenta, Katia Domingo, señala que reunirán con el Ayuntamiento de Gijón "para trasladarles las diferentes propuestas del sector, teniendo en cuenta las diferentes necesidades y demandas del mercado inmobiliario y siempre dirigidas a facilitar el acceso a la vivienda a los asturianos".

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  • El diagnóstico. El sector inmobiliario alerta de las deficientes del parque de vivienda de la ciudad de edificios construir en 1980 o antes. En concreto, el gremio señala como principales problemas la falta de ascensores en pisos antiguos, la ausencia de rampas para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida y las carencias en el aislamiento térmico de bloques de edificios antiguos que les hace ser poco eficientes energéticamente y consumir más recursos. El estudio lo ha realizado la Unión de Inmobiliarias de Asturias sirviéndose del testimonio de las principales agencias inmobiliarias que operan en la ciudad. 
  • Un parque de viviendas envejecido. Los últimos datos calculan que hasta seis de cada diez viviendas de la ciudad se han construido en 1980 o antes. La última recopilación, elaborada en 2021 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), computa en la ciudad un total de 148.955 viviendas. Y, de ellas, más de la mitad se señalaba que habían sido construidas antes de 1980. En concreto, 87.050, lo que supone aproximadamente, un 58% del total. 
  • El medio siglo como fecha clave. Agencias y administraciones públicas empiezan a mirar con más atención a las viviendas que se acercan al medio siglo de antigüedad. De hecho, el Ayuntamiento realizó una inspección técnica integral de los edificios de titularidad municipal con una antigüedad superior de 50 años tras el derrumbe del colegio San Vicente de Paúl. La Unión de Inmobiliarias de Asturias estima que la media de edad del parque de vivienda usada en la región es de 38,6 años, un dato que consideran que se puede extrapolar también a Gijón. 
  • Lo que demandan los clientes. Según este mismo informe de las inmobiliarias locales, los nuevos compradores marcan como prioridades a la hora de adquirir vivienda que el piso sea accesible y que cuente con medidas de eficiencia energética que les permita ahorrar en la factura de la luz. Nuevo Roces o Nuevo Gijón, por tener un mayor volumen de construcción de vivienda nueva, son dos de los barrios que más canalizan a este tipo de nuevos compradores. En la misma línea, una nueva partida del Principado, de 14,5 millones de euros para rehabilitar fachadas, busca mejorar la eficiencia de edificios antiguos de Monte Areo, Portuarios y el poblado de Inuesa, entre otros espacios. 

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