Así será la nueva vida de "Caritativo", el primer toro indultado en Gijón: ya está curándose en Salamanca y le espera un lote de cuarenta vacas

"Caritativo", el toro de Garcigrande indultado el miércoles por Julián López, "El Juli", en El Bibio, ha comenzado una nueva vida en su regreso al campo salmantino. Tras recibir antibióticos en el coso gijonés, el bravo astado de la ganadería de Justo Hernández recibió este jueves sus primeras curas de los veterinarios en la finca. "No suele haber problemas en la recuperación y a día de hoy está todo bien, porque en el campo es donde mejor están para ponerse bien", explica el ganadero de Garcigrande, que asegura que si todo sigue por el buen camino "Caritativo" comenzará a padrear en breve. "Queremos que sea lo antes posible; seguramente lo adelantemos a septiembre que le echemos un lote de unas cuarenta vacas, pero dependerá de la fuerza que tenga para ello", explica Justo Hernández.

Este toro que ya forma parte de la historia de Gijón, el primero al que se le perdona la vida en los 135 años de historia de El Bibio, nació en diciembre de 2018, negro de capa y está herrado con el número 36. Es hijo del semental "Rabanillo" y de la vaca "Caritativa". Según llegó a la finca pasó por el cajón de curas, donde los veterinarios limpiaron y desinfectaron las heridas de puyazos (más profundas) y las de los arpones de las banderillas y la divisa. Todo marcha bien.

La de Gijón no fue su primera experiencia en una plaza de toros, puesto que el animal viajó junto a sus hermanos hasta la plaza francesa de Lunel el pasado 16 de julio. Curiosamente, en aquel festejo el torero Alejandro Talavante indultó a "Malagueño". "Es hermano de padre de ‘Caritativo’ y ya está como semental en casa", desvela Hernández. En cambio, en el coso francés "Caritativo" se quedó como sobrero, y tras la cita –coincidiendo en fechas con la presentación de carteles de la feria de Begoña– se reseñó para la encerrona de El Juli en El Bibio. "Todos nos pusimos a disposición de la empresa para que pudiese presentar una feria importante", reconoce el ganadero de Garcigrande, una divisa con más de cuatro décadas de trayectoria creada con vacas de Amelia Pérez-Tabernero y reses de Juan Pedro Domecq.

En Gijón, de inicio, "Caritativo" se quedó como primer reserva por si se malograba alguno de los seis titulares. Quiso el infortunio que un toro de La Quinta se reventase el pitón contra la pared al ver su sombra. Fue entonces cuando este ejemplar de Garcigrande entró en el orden de lidia. "Seguro que el toro de La Quinta hubiese sido extraordinario también", concede Hernández, que en su explotación ganadera cuenta con unas 580 vacas de vientre y alrededor de las 1.300 cabezas de ganado bravo. "Somos los grandes ecologistas de este mundo", recuerda.

El indulto en Gijón es para la familia Hernández un sueño cumplido. "El toro lo criamos para que el torero pueda emocionar al público y disfrutar. En este caso, ‘Caritativo’ fue extraordinario y lo que no te atreves a soñar ha pasado", resuelve el ganadero, que ahora cuenta con un nuevo semental en su ganadería para seguir criando toros bravos "que emocionen al público".

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