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Conmoción en el entorno del autor del crimen de la inmobiliaria de Gijón: "Algo muy gordo le tuvo que pasar; se le debieron cruzar los cables"

Los allegados de Felipe D. A. R. le describen como un "hombre simpático y correcto"

La Carretera del Obispo, la calle donde residía Felipe D. A. R. P. P.

Un tipo "normal y corriente" hasta que se convirtió en un asesino. El entorno de Felipe D. A. R., el detenido por la muerte de Fran Tobajas, se mostró ayer conmocionado por el crimen de la calle Campo Sagrado. Vecino del barrio de Contrueces de toda la vida, era conocido por los bares de las calles aledañas a las viviendas de la Obra Sindical y vivía muy cerca de allí. Compartía piso con varias personas en la Carretera del Obispo. También, como desveló LA NUEVA ESPAÑA, era carnicero en la calle Uría. Ni en el barrio, ni en su casa, ni en su trabajo salen de su asombro por la frialdad con la que actuó. "Tenía que estar contra las cuerdas para que se le cruzarán así los cables", afirmaron varias personas que le conocieron.

Felipe D. A. R. no se presentó este jueves a trabajar porque lleva detenido desde del medio día del miércoles. Está en la comisaría de la Policía Nacional. Tampoco lo hizo el día del crimen. Según las fuentes consultadas, esa misma tarde su exmujer y una de las dos hijas que tiene se plantaron en el negocio para decirles que no iba a volver. Afirmaron que "había tenido un percance". Sus compañeros se mostraron conmocionados. El asunto fue la comidilla entre los clientes habituales. "Era un tipo majo. A veces tomábamos algo por la zona. Algo le tenía que pasar", afirmó uno de ellos. "Lo que ha pasado es un putada. Él sabrá por qué lo hizo", afirmó otro, haciendo esfuerzos por contener las lágrimas. Según otras fuentes, en la carnicería nunca dio un problema. Cumplía con su trabajo y ya.

"Nunca dejó a deber nada. Era alegre, aunque algo reservado. Tendría sus rollos", comentó una camarera de un bar cercano a este negocio. Le conocía de vista. Felipe D. A. R. era vecino de Contrueces. Por la zona de la Obra Sindical era bastante conocido en determinados bares. "Era mi amigo. Muy mal se ha tenido que ver para hacer una cosa así. Le conozco de hace años y estamos en shock", aseguró una clienta de uno de estos establecimientos. "No justifico lo que hizo, pero era buena persona", añadió. El detenido vivía desde hacía un tiempo compartiendo piso en la carretera del Obispo con otra gente. "Era una buena persona. Normal y corriente. Se le tuvieron que cruzar los claves", comentó una persona de este piso, que rechazó dar su nombre para preservar su anonimato.

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