Una inversión de entre 20 y 21 millones para Gijón, la posibilidad real de ampliar y elevar la calidad de la oferta hotelera de Gijón con 120 plazas en el primer cinco estrellas de la ciudad y una oportunidad para mejorar la imagen y reordenar los espacios de una esquina singular tanto de Cimadevilla como de la fachada costera local. Esas son las principales bondades que el gobierno municipal encuentra en el proyecto de la firma Apartamentos Miramar, del empresario asturiano Fermín Mora, para construir un hotel de lujo en la calle Claudio Alvargonzález, aprovechando el espacio que ahora ocupa la antigua sede administrativa de la Autoridad Portuaria y las edificaciones vecinas del Torreón o edificio Vigía y de Sanidad Exterior. Jesús Martínez Salvador, concejal de Urbanismo en el gobierno del tripartito que conforman Foro, PP y Vox, fue el encargado ayer de anunciar que el proyecto, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA, «despega».
Un despegue que en la parte que le toca al Ayuntamiento supone la puesta en marcha de las necesarias modificaciones puntuales del Plan General de Ordenación, Catálogo Urbanístico y Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de Cimadevilla para hacer encajar el hotel de lujo en el planeamiento urbanístico. Todo en base a que en noviembre del año pasado el Consejo de Patrimonio del Principado rebajara de ambiental a ambiental documental el nivel de protección del edificio portuario, lo que permite su demolición.
Martínez Salvador también se encargó de presentar las primeras recreaciones de la imagen del hotel. Un edificio de cinco plantas («en altura es apenas metro y medio más de lo que hay ahora lo que supone que no hay pérdida de visión para los edificios que están detrás», matizó el edil) y de estética clásica. «Era muy importante buscar un diseño respetuoso con el entorno. No creemos que Cimadevilla deba tener una edificación vanguardista, más bien buscábamos un estilo más clásico y esto va en esa línea», indicó el edil, dejando claro que se está ante una propuesta que aún no ha llegado a su fase definitiva.
La actuación se desarrolla sobre los 5.000 metros cuadrados del ámbito que conforman las tres edificaciones y generará 6.965 metros cuadrados edificados. El edificio del Puerto ya comprado por el promotor privado y el de Sanidad Exterior, que está en fase de adquisición, se demolerían para construir el hotel, que no ocuparía el total de ese suelo. De hecho, uno de los elementos que gustan al Ayuntamiento es que quedaría libre parte del terreno que ahora ocupa Sanidad Exterior dando así más aire al entorno de la Cuesta del Cholo. Uno de las zonas de encuentro más queridas por los gijoneses.
En cuanto al Torreón, cuya compra se negocia con Costas según informó el edil, la actuación supondría su reforma interior –no se puede demoler al estar protegido– y obliga a desafectarlo de sus usos portuarios para que pueda incorporarse al complejo hotelero. Ahora mismo se valora su utilización como aparthotel dentro del complejo.
La nueva construcción generaría una nueva alineación de esa parte de la fachada construida y la operación incorporaría una actuación sobre las escaleras de acceso a la parte más alta de Cimadevilla que hay en ese punto final de Claudio Alvargonzález y una urbanización del entorno a pie de mar que aún deben consensuar todas las partes implicadas. Además, el hotel incorpora un aparcamiento subterráneo de entre 95 y 98 plazas para dar servicio a la clientela. Un aparcamiento vinculado al complejo hotelero y que nada tiene que ver con la propuesta de macroparking de 600 plazas que el mismo empresario planteó hace un par de años para esa zona.
El Ayuntamiento, una vez recibida la solicitud del propietario, va a ponerse a trabajar ya en las tres modificaciones urbanísticas, que se harán en procesos independientes pero paralelos en el tiempo. Aun así, son entre año y medio y dos años de tramitaciones. Y luego, entre 18 y 20 meses de obra física para construir el inmueble. «Es un proyecto que estará este mandato», indicaba el edil enmarcándolo en la nueva etapa municipal de liderazgo de Carmen Moriyón. De hecho, el hotel será el primero de una serie de anuncios de actuaciones que el tripartito piensa publicitar estos días en coincidencia con los 100 primeros días de gobierno.
Un matiz. Esta modificación puntual del PERI de Cimadevilla no supone que se haya dado marcha atrás en la idea del anterior gobierno municipal de reformular todo el plan especial para adecuarlo a la nueva realidad del barrio y de los proyectos que sobre él planean. «Lo del plan especial sigue sobre la mesa, pero no con carácter inmediato y no queríamos que este proyecto pudiera verse ralentizado por ello», concretó el edil de Urbanismo.
Al margen de la gestión urbanística de la operación, Martínez Salvador ve en este cinco estrellas un elementos sustancial en esa búsqueda de un turismo de calidad que se plantea Gijón. «Si queremos un turismo completamente contrario al de las despedidas de soltero, un turismo de calidad; necesitamos recursos de calidad», fijó. Dejando claro que todo se hará desde el respeto y el cuidado a un entorno tan singular como Cimadevilla, que es Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1975. Respeto en cuanto a la estética de un edificio de nueva construcción que se integre en el estilo del barrio y respeto en cuanto a preservar la identidad de un barrio que ya se ha levantado en armas contra la proliferación de viviendas de uso turístico. «Es cierto que hay un problema que hay que corregir, pero yo haría una distinción clara entre un hotel y esa densidad de vivienda turística», remató el edil.