Una gran exposición fotográfica en Gijón para celebrar los 90 años de la Escalerona

La muestra, organizada por LA NUEVA ESPAÑA en la antigua Escuela de Comercio, se inaugura el miércoles con la visita de la alcaldesa, Carmen Moriyón, y una charla de Ana Díaz-Negrete, Héctor Blanco y Luismi Piñera

Por la izquierda, Ana Díaz-Negrete, Héctor Blanco y Luismi Piñera,  en la Escalerona. | Marcos León

Por la izquierda, Ana Díaz-Negrete, Héctor Blanco y Luismi Piñera, en la Escalerona. | Marcos León / Pablo Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

De su importancia dentro del rico patrimonio público gijonés, de la complejidad y detalles de su construcción y de la trascendencia que ha adquirido con el paso de los años en la vida gijonesa. De todo esto, y de muchas más cosas, hablarán el próximo miércoles, día 27 de diciembre, a las 18.30 horas, Ana Díaz-Negrete, hija de Miguel Díaz Negrete y nieta de José Avelino Díaz y Fernández-Omaña, arquitectos encargados de la rehabilitación y diseño de la Escalerona, respectivamente; Luis Miguel Piñera, cronista oficial de Gijón y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA; y el historiador y también colaborador de este periódico Héctor Blanco en la antigua Escuela de Comercio, en una charla que servirá para inaugurar una gran exposición fotográfica que recorre los noventa años de historia de Escalera Monumental de San Lorenzo.

Esta exposición, organizada por LA NUEVA ESPAÑA y que lleva el nombre de "Guardianes del Tiempo", será inaugurada el 27 de diciembre con la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón, en lo que será un gran acto público. Todos los gijoneses interesados en disfrutar de la muestra, que cuenta con el patrocinio de Caja Rural de Gijón, Nissan-Cyasa, el Bioparc-Acuario de Gijón y el Ayuntamiento, podrán hacerlo gratis desde ese mismo día hasta el 5 de enero, de 9.00 a 20.30 horas de lunes a viernes (excepto festivos). La charla del miércoles en la que estarán Díaz-Negrete, Blanco y Piñera servirá para abordar las nueve décadas de lo que el 15 de julio de 1933, la fecha de su inauguración, se conoció como la Escalera Monumental de San Lorenzo. Un apelativo que, como todo lo que es relevante para esta ciudad, pronto tiró por el camino de los aumentativos y se convirtió en toda una referencia para generaciones y generaciones de gijoneses. Se enfocarán en diferentes aspectos de su construcción, contexto, simbología, secretos y necesidad de mantenimiento.

Héctor Blanco explicará el contexto de su construcción. Viajará a la década de los 30 del siglo pasado cuando, después del crac del 29, al alcalde de la época, Gil Fernández Barcia, se le ocurrió un "new deal" a la gijonesa. Es decir, tratar de salir de la crisis invirtiendo en obra pública. "Es un elemento representativo de la excelencia gijonesa y tiene la peculiaridad de que es un producto cien por cien gijonés en el sentido de que la diseñó un arquitecto gijonés –José Avelino Díaz y Fernández-Omaña–, la ejecutó una empresa gijonesa –Casa Gargallo– y es una obra pública municipal", señala. "Buscaba cubrir una carencia de acceso a la playa. Abrir la playa al centro urbano desde la calle Jovellanos y el centro urbano a la playa", recuerda. Blanco también incidirá en la necesidad de mantener su legado. "La última actuación mínima fue hace diez años. Necesita un mantenimiento que ahora mismo no está teniendo. Se encuentra en un sitio con un entorno agresivo", añade Blanco.

El historiador recuerda que la última rehabilitación data del 2002. Y de eso precisamente hablará Ana Díaz-Negrete, hija de Miguel Díaz Negrete y nieta de Fernández-Omaña. "Todas las vivencias que tengo con la Escalerona son a través de mi padre", explica. "Recuerdo todo el mimo que puso en la rehabilitación del 2002 y lo que costó encontrar los materiales más parecidos posibles a la obra original", cuenta. "Mi padre era un enamorado de la Escalerona y de toda la obra de mi abuelo. Recuerdo que, cuando terminó la reparación del 2002 le ofrecieron ponerle a una calle el nombre de mi abuelo, y mi padre pidió que le diera su nombre a esa plaza que hay al lado del colegio San Lorenzo, porque estaba mirando precisamente a la Escalerona", desvela.

Por su parte, el cronista oficial de Gijón, Luis Miguel Piñera, se centrará en dos aspectos. Por un lado hablará de sus recuerdos de infancia. "Hasta los diez años viví en la calle San Bernardo y mi madre siempre me decía que aprendí a caminar en la Escalerona, como muchos otros guajes, porque la arenilla era muy poco dura y si caías no pasaba nada", rememora. Hablará también del simbolismo de estos peldaños. "Lo que se ve desde su mirador, la bahía, es un espacio sagrado para los gijoneses. Tanto es así que a la izquierda estaba la capilla de Santa Catalina, que ya no existe pero está el ‘Elogio del Horizonte’, y a la derecha la capilla de La Providencia", señala sobre su participación en la charla del miércoles que viene.

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