Los "Gijonudos", veteranos del Antroxu de Gijón, cambian el repertorio

Son los decanos de las charangas de percusión en Asturias. Están desde antes de que se celebrara el concurso para estas agrupaciones en Gijón. En 1981 se pusieron en marcha los "Gijonudos". Ya van 43 años en los que no han dejado de salir a la calle, amenizar fiestas y disfrutar con esta pasión. Aunque hubo un paréntesis de cerca de tres lustros en los que no participaron por desavenencias con los organizadores, "Gijonudos" retornó al Antroxu de Gijón en 2017 y aspira ahora a volver a subir al trono de campeón, un lugar que solo ocupó una vez, en la edición de 1988. "Tuvimos alguna baja por problemas profesionales, médicos y académicos, es un poco el lastre que tenemos este año, que se nos pusieron un poco cuesta arriba las cosas; pero, por otro lado, también eso nos da una motivación extra", afirma Javier Blanco, portavoz de la charanga más veterana de Gijón.

"Hemos cambiado el repertorio casi completo de desfile", avisa Blanco como anticipo de lo que van a mostrar este año al público desde esta agrupación que, un año más, celebra sus ensayos en el Colegio Río Piles. "El disfraz es bastante elaborado, tiene muchísimos detalles, que han dado muchísimo trabajo", enfatiza Blanco, en relación también a la importancia que dan de esta charanga a la parte visual.

Otra pista más. "Vamos de una comunidad de seres que viven y desarrollan su actividad fuera de España", comenta Javier Blanco, que cierra el capítulo de los avances para esta nueva entrega del Antroxu, y que aprovecha también para destacar algunos rasgos que les definen: "Éramos una charanga bastante de desfile, pero desde 2017 nos hemos especializado en el Jovellanos. Somos muy flexibles y nos adaptamos, remontamos las dificultades que van apareciendo año tras año".

Blanco, que fue presidente hace unos años de la agrupación, lleva en "Gijonudos" desde el año 2010. "Hay que mantener viva la charanga, no perpetuar a la gente en el cargo", explica, para añadir a continuación la importancia de que se mantenga el grupo activo: "Al final es clave la transición, hay que darle un papel clave a las generaciones nuevas, para que la charanga siga viva muchos años".

Nuria García Pérez es la presidenta de una charanga que se caracteriza por tener, además, un toque internacional, ya que entre sus integrantes hay una argentina, Valeria Véntola; dos franceses, Jean Jaques Borius- Martinica y Nathalie Mouton; y una británica, Lynsey Miller. "Se han enganchado un poco a ese papel especial que tiene el Antroxu de Gijón, que es que tienes que estar muchos meses preparándolo, con el objetivo es estar codo con codo con tus amigos, superando dificultades, trabajando piel con piel, porque eso genera un sentimiento de permanencia", afirma Javier Blanco.

Este año, además, desde "Gijonudos" transmiten su satisfacción porque consideran que se empieza a valorar más este trabajo de las peñas con algunos detalles. "Este año han subido los premios y el jurado va a ser más profesional, que era una queja habitual entre los participantes. Son dos buenos detalles", valora Blanco, que añade también: "Sino se van dando pasos así, la gente acaba cansando, porque se pone mucho dinero y esfuerzo para sacarlo adelante".

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