Entrevista | Iván Arboleya Montes Director de la Banda Sinfónica de Gijón
"La Semana Grande suena a sidra, a los olés de El Bibio, a baños en San Lorenzo, al Gijón del alma"
"Necesitamos un espacio adecuado, tanto para ensayar como para tocar, que podría estar en el futuro Naval Azul; es una idea"

Iván Arboleya, con su batuta. / Juan Plaza
Iván Arboleya Montes (Bimenes, 1973) es el director de la Banda Sinfónica de Gijón, a la que llegó "para unos meses. Un par de años como mucho", tras una estancia en Los Ángeles. En nada cumplirá diez años en el cargo. Asegura que, como muchas de las cosas buenas que le han pasado en la vida, hacerse con la dirección de la Banda fue debido a "un cúmulo de casualidades". "Como decía John Lennon: ‘La vida es eso que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes’", afirma. De guaje quería ser piloto de aviones de combate y cuando dirige prefiere no usar la batuta.
–¿Qué es el verano para la Banda de Música?
–Es un momento muy importante. Nuestra agrupación pone banda sonora a Gijón y debe ser un referente más de la ciudad durante todo el año. Por eso creamos el festival Fesmug, con el que hacemos cinco conciertos entre julio y agosto con el objetivo de acercar la banda al público de todas las edades. Y no tocamos más porque en Gijón hay tanta actividad en estas fechas que nosotros lo que tratamos de hacer es rellenar un poquitín los huecos que quedan porque, claro, no vamos a competir con Melendi.
–Y eso que pueden presumir de tener un público fiel.
–Sí, y que va a más. Hemos conseguido enganchar a público joven gracias a la escuela de la Banda. Y menos mal, porque la música clásica está abocada a ser un género elitista para gente mayor. Últimamente estamos llenando. No entramos en los sitios en los que tocamos. Y no solo el público. Es que tampoco entramos los músicos sobre el escenario. Ni en el local de ensayo. Necesitamos un espacio adecuado y quizás en el futuro Naval Azul pueda habilitarse ese auditorio que tanta falta nos hace. Es una idea.
–¿Quién tiene la culpa de esa "estigmatización"?
–Creo que de todos. ¿Sabe qué es lo que pasa? Que cuando se trata de acercar la música a la gente y hacerlo no tan elitista, muchas veces se cae en la mala calidad, en cualquier cosa... Yo siempre me intento fijar en lo mejor. Y si la Filarmónica de Berlín consigue fidelizar jóvenes en sus conciertos con música de calidad, salvando las distancias ¿por qué no podemos hacerlo nosotros? El repertorio es un eje primordial en cualquier concierto y creo que tenemos que comenzar por el que conocen. Hay un dicho que dice: "Canción conocida, canción aplaudida". Puedes meter un "Despacito", pero también algo de música más nueva para ellos… Pero sobre todo, música de calidad. Un buen producto. A ese respecto no hay mucha diferencia entre una banda y El Corte Inglés, porque no dejas de estar ofreciendo un producto y esperas que la gente se lo quede. Y el nuestro además es gratis (ríe).
–¿Qué le viene a la cabeza si le digo Semana Grande?
–Fiesta. Fiesta, sidra, gente... Es que yo creo que en Semana Grande la gente va con otra cara por la calle. Ves a la gente contenta. Y, además, son unos días en los que, afortunadamente, no ves follones.
–¿El mejor sitio para tocar?
–A mí el que más me gusta es el Campo Valdés. Frente a San Pedro, con el mar al lado... Y no suena mal, eh. Porque esa es otra: una cosa es el sitio más bonito y otra el que mejor suena. Nos pasa con el concierto de la plaza Mayor, que es, quizás, el más importante que hacemos en todo el año. Pero, ¿qué pasa? Que es amplificado, y ahí, cuando pasas por una mesa de mezclas, todo lo que tienes ensayado y trabajado, cambia.
–¿Cuál es el que mejor suena?
–Puede ser Gijón Sur. Porque el Jovellanos tiene un problema: que es un teatro, no un auditorio. Y aunque tiene la caja acústica, para la Banda siempre da problemas. No es lo mismo. Siempre defendí que Gijón debía tener un auditorio al lado del mar. Un sitio en el que se pueda tocar aunque llueva. Sería un reclamo a nivel mundial, porque es que no hay sitios donde tocar.
–¿A qué suena la Semana Grande?
–Al golpe de la sidra escanciando, a los olés de la plaza de toros, a la gente en San Lorenzo bañándose, a la Feria de Muestras... Y también a color y a "Gijón del alma".
–¿Es usted taurino?
–No, no lo soy, pero eso no quita para que intente hacer mi trabajo lo mejor posible, también para que el torero pueda realizar mejor su faena. De hecho, muchos toreros se quedaban a saludar a la Banda al final del festejo porque nuestra labor había sido importante para su faena. Por ejemplo, algunas de las orejas y rabos que se concedieron en el Bibio fueron en cierta manera "compartidas" con la banda, y así nos lo reconocían los maestros.
–A usted no le gusta usar la batuta, pero ha habido algún torero que parecía que quería cambiarle la espada por la batuta, ¿no?
–¿Lo dice por lo de El Juli del año pasado?
–Sí, por ejemplo.
–El año pasado El Juli lidió una corrida completa, porque se retiraba. Seis toros. Nos propusieron tocar "La Misión" para uno de los toros, entendiendo lógicamente que El Juli estaría al tanto, y así lo hicimos según sus instrucciones. Pero cuando empezó a sonar la música, el torero empezó a decir: ‘No, no, no’. Y paramos. Pero luego El Juli dice "otra, otra", y pensamos que quería que empezásemos otra vez... Pero él: "no, no, no"... Y claro, allí arriba no se oye nada. La gente luego dice: "Estos no se enteran de nada". Pero no, es que hay muchas cosas que pasan desapercibidas y que la gente no sabe, porque no tiene por qué saberlo. Son cosas que pasan. Hay maestros que respetan enormemente nuestro trabajo y otros no tanto. Alguna vez estuve a punto de decirle a alguno: "usted pinche ahí, que aquí ya pincho yo". Pero bueno, qué vas a hacer... (ríe)
–¿El mejor concierto que vio en Gijón?
–Muy fácil. Nunca se me olvidará un concierto que dieron, precisamente en la plaza de toros, Arturo Sandoval, Giovanni Hidalgo, Paquito de Rivera y "Ketama".
–¿Ha ido a alguno de los conciertos de este año?
–La verdad es que no.
–Si pudiese organizar usted el cartel de actuaciones, ¿a quién traería?
–Me hubiese gustado "Queen". Pero si tiene que ser actual, traería a Caetano Veloso, Carminho, a Buika..
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