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Hasta el actor Fernando Tejero disfruta de la Noche Blanca: "No cabe duda de que Gijón es una ciudad de cultura"

Responsables de los museos y galerías agradecen la respuesta de público a pesar de la lluvia en una velada

"Es una gran oportunidad para conocer la oferta con la que cuenta la ciudad", coinciden los asistentes

Vídeo: así fue la Noche Blanca de Gijón

Nico Martínez

La cultura se adueñó de Gijón. La lluvia no supuso ningún impedimento para que la Noche Blanca volviera a triunfar por todo lo alto en numerosos rincones. Fueron un total de 18 los espacios que ofrecieron hasta 34 actividades en apenas ocho horas. Durante ese tiempo, las galerías, museos, centros de arte y otros equipamientos participantes recibieron a un aluvión de gijoneses y visitantes que no quisieron desaprovechar la oportunidad de empaparse de cultura en una cita señalada en el incesante calendario de eventos con el que cuenta la ciudad.

Desde minutos antes de las 18.00 horas, las propuestas comenzaron a destacar por su variedad. El Antiguo Instituto fue uno de los lugares a los que se acercaron distintos grupos de amigos y familias para disfrutar de la exposición "Muniellos", de Ros Biosier, que permaneció activa hasta pasada la medianoche. Dos de ellos fueron la ponferradina Soraya Guerra y el bilbaíno Mikel Villa. Ellos afrontaban su primera Noche Blanca gijonesa con todo listo. "Hemos hecho un croquis para elegir lo que más nos gustaba entre esta oferta tan amplia. Se nota que es una ciudad que dedica mucho a la cultura y esta es una gran oportunidad para conocer los museos", explicaron.

Tampoco tardaron en acercarse numerosas personas al Museo del Ferrocarril, donde les esperaba la jornada de "Vapor en la Noche Blanca". Los 180 billete para montarse en el tren de la Camocha se agotaron en pocos minutos. "No nos sorprende. La gente siempre responde muy bien a este fenómeno cultural y tenemos que estar orgullosos. No cabe duda de que Gijón es una ciudad de cultura", celebró Javier Fernández, el director del Museo del Ferrocarril. Por su parte, la murciana Susana Hernández y el gijonés José Antonio Pereda, afirmaron que "vivir esta experiencia es como viajar al pasado".

Antes de que comenzara a llover, en otro de los museos en los que se vivieron momentos fascinantes fue en el Evaristo Valle. El museo virtual "Horizontes Cyborg" hizo que los presentes, que habían agotado las entradas desde hace más de una semana, viajaran a través de las gafas de realidad virtual hacia las creaciones de seis jóvenes artistas nacionales e internacionales desde los jardines del propio museo.

Sin embargo, estos equipamientos no fueron los únicos que estuvieron abarrotados con motivo de la Noche Blanca. Las propuestas de las galerías también consiguieron atraer a vecinos de todas las edades. Más de un centenar de personas se dieron cita en la de Aurora Vigil-Escalera, en torno a las ocho de la tarde, con motivo del coloquio que protagonizaron el pintor Gorka García, el poeta Javier Vicedo Alós y el actor Fernando Tejero. Después se llevó a cabo la inauguración de la exposición "Als Ich Can", del propio García. "Es emocionante ver que la gente tenga tanto interés por la cultura. Es una noche de gala y es una maravilla ver esto así aunque el día no acompañe", relató Vigil-Escalera, que reconoció que contar con Tejero en su galería era "el broche de oro" a la jornada. "Los tres tienen en común el amor por el arte", aseveró.

Donde también realizaron una inauguración fue en la Galería Bea Villamarín. En este caso, la del madrileño Rubén Martín de Lucas, que lleva por título "Domare Et Dominari". "Tengo la sensación de que aquí la lluvia no frena a la gente. Es una ciudad donde uno siente un amor especial por la cultura", valoró Martín de Lucas.

En la Galería Llamazares, Toli Morilla ofreció el taller artístico "Música y color" a un grupo de niños. La directora de esta galería de arte, Diana Llamazares, hizo hincapié en la importancia de lograr que los más pequeños participen en estas citas. "Son nuestro futuro y es clave educarles en la cultura y en el arte contemporáneo para que lo interioricen. Estoy convencida de que estos talleres ayudarán a generar futuros artistas y coleccionistas", expresó. Otros optaron por completar una visita guiada a un programa en residencia con Esther Aldaz, en la Galería ATM.

La música en directo fue otra de las protagonistas, más allá del resto de instalaciones, intervenciones, talleres o charlas. Uno de los conciertos que congregó a más personas fue el de "Lofácil", que comenzó a las 19.20 horas en Laboral Centro de Arte y Creación Industrial. Después, "Los míticos del chimborazo" conquistaron con sus canciones a los presentes en el Antiguo Instituto.

Con estos y muchos otros ingredientes, la Noche Blanca sirvió para que la cultura gijonesa demostrase, por enésima vez, que se encuentra en pleno estado de forma.

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