Las nutrias vuelven a dejarse ver por el Piles: "Parecía tan confundida como yo"

"Parecía tan confundida como yo. Se detuvo, me observó por un momento y volvió a asomar la cabeza antes de sumergirse de nuevo en el río". Con estas palabras resume Nacho González su "sorprendente" encuentro con una nutria cuando caminaba por el entorno del Piles, frente a Las Mestas. Esta situación llama la atención de muchos de los transeúntes que acostumbran a realizar sus paseos por la zona, quienes no olvidan que esta especie acabó en 2015 con un total de 220 animales y con catorce especies distintas de aves en el parque de Isabel la Católica. Sin embargo, pese a que hace apenas un año un ejemplar accedió al estanque grande del gran pulmón verde de la ciudad y terminó con un ejemplar de ganso del Nilo, los gijoneses confían en que la valla electrificada que lo rodea esté reforzado de forma correcta. "Parece que ahora están a salvo", indicaron Helios Meana y José Ignacio Menéndez, que afirmaron que "durante unos años estuvieron en retroceso, pero ahora está claro que andan por aquí".

En la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), cuyos trabajadores fueron los encargados de reubicar en el Piles a las nutrias que en otras ocasiones se colaron en Isabel la Católica, ya son conocedores de la presencia del mustélido que vio González. "No es la primera vez que se observan este año. Hace cuatro meses ya nos llegó un aviso y creemos que hay dos, una más grande y otra más pequeña, porque la referencia que tenía no corresponde con esta", asegura el presidente del Cepesma, Luis Laria, quien apunta que "en este caso tendríamos que estar agradecidos de que en una zona tan manejada pueda haber alguna especie típica". "La rareza es que no haya", reivindica.

No obstante, Laria entiende que estas recientes apariciones de nutrias se deben a "situaciones puntuales y anecdóticas". "Es una casualidad. No es que estén allí constantemente o que vivan ahí, sino que habitan dos o tres kilómetros más arriba. Creemos que estaban en esa zona más alta del cauce del río y que les dio por venir ahí", abunda el presidente de la Cepesma. Eso sí, Laria apunta que las nutrias son mustélidos depredadores, tanto de agua dulce como de salada, que destacan por tener una acción "muy interesante".

Por este motivo hace hincapié en que "no es extraño" que puedan estar en la zona periurbana del canal del río Piles, e incluso en otros puntos, como la playa de San Lorenzo o El Rinconín. "Comen cualquier especie. Les encanta el pulpo, la anguila o la trucha", explica Laria.

Respecto a la probabilidad de que estos ejemplares puedan aparecer en el parque de Isabel la Católica, el presidente de la Cepesma afirma que "es posible que puedan entrar a merodear". Si bien, remarca que, más allá de que es positivo que exista protección, las nutrias "no tienen especial interés en las especies que hay allí". Además, subraya que "los vallados naturales o eléctricos pueden garantizar que no entren o que se minimicen los daños".

En la seguridad que aporta este cercado también hacen hincapié gijoneses como Helios Meana y José Ignacio Menéndez, residentes en Viesques. "Había que prevenir y ahora está más controlado", comentan. Delmiro Fernández, vecino de La Arena, indica que "lo que seguimos pidiendo es que haya control para que no vuelva a ocurrir algo como lo del 2015". "Lo que tenemos en el estanque es un tesoro que debemos cuidar", asevera Fernández.

Por su parte, Jesús Jorge Zapico y Vidalina Restrepo, unos vecinos de La Calzada que suelen pasear por los alrededores del canal del río Piles y por el parque de Isabel la Católica, añadieron que "el hecho de que esté en esta zona del río no genera preocupación". "El problema sería que volviera a entrar allí, pero hay medios para que no lo haga", zanjan.

Todos ellos ya miran con especial atención las aguas del Piles tras conocer el testimonio de Nacho González, el autor del vídeo en el que se aprecia la presencia de la nutria. Este avistamiento se produjo el pasado sábado, en torno a las 23.00 horas. "Me dirigía a buscar a mi hijo tras el partido del Sporting cuando algo nadando a gran velocidad en el agua llamó mi atención", cuenta González. Y agrega: "Al principio pensé que era una rata, pero por el tamaño no me cuadraba. Me detuve para mirar con más detenimiento y, para mi sorpresa, vi que era una nutria".

González cree que su encuentro con el mustélido "pone de manifiesto la presencia de vida silvestre en Gijón y el buen estado del ecosistema del río Piles". "Es una experiencia única que demuestra que la naturaleza aún nos puede sorprender en plena ciudad", desarrolla este gijonés. En cambio, Luis Laria es tajante: "La calidad sigue siendo la misma a pesar de las obras que se están haciendo. La zona baja está altamente contaminada por la basura que tira la mano humana".

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