Amplio despliegue en Gijón por una pelea en un barco de una familia lituana: "Parecía que se iban a matar"

La trifulca empezó en el espigón de Fomento y obligó a intervenir a varias patrullas

Uno de los coches policiales en el espigón

Uno de los coches policiales en el espigón

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Amplio operativo policial esta noche en Gijón por una pelea entre una familia de lituanos. Varias patrullas de la Policía Local y de la Nacional se desplazaron sobre las nueve y media de la noche hasta uno de los espigones de Fomento para mediar en una trifulca entre seis personas, varios hombres y varias mujeres que, según indicaron los testigos están de paso en Gijón en un barco. Según fuentes presenciales de los hechos, la pelea se inició en el propio espigón, el más próximo a las Letronas, y terminó en el pantalán en el que está amarrado el buque. "A uno le tiraron al suelo y le dieron patadas y puñetazos. Parecía que se iban a matar", aseguró una mujer que vio el incidente.

Los hechos generaron un enorme revuelo. La pelea se inició, según los testigos, entre dos chicos en el espigón. A estos dos se le sumó un tercero y varias mujeres que empezaron a gritar. Según comentaron los presentes, uno terminó en el suelo y recibió varios golpes. A esto que llegó otro hombre más que trató de mediar y, según afirmaron los que vieron todo, llegó a encerrar dentro del pantalán a uno de los supuestos agresores. La maniobra fue inútil porque este llegó a romper la puerta de una patada.

Los ánimos se calmaron con la llegada de los agentes. Los policías se dirigieron a los implicados en inglés en todo momento, señal de que estos no se expresaban de forma correcta en español. Pidieron a varios de ellos que se arrodillaran en el suelo. Uno de los implicados aprovechó para refrescarse con la mano tomando agua del mismo mar. La presencia policial se prolongó durante más de 40 minutos.

Al final, los agentes se fueron del lugar con la pelea ya sofocada. Tres de los implicados, un chico joven que vestía jersey blanco con algunas manchas aparentemente de sangre, una mujer y un hombre adulto, salieron del pantalán con sus maletas y se introdujeron en una furgoneta de color negro que había aparcada a la puerta. La reyerta sucedió en el extremo más adentrado en el mar del pantalán. Según los agentes allí desplazados, no hubo detenidos ni se produjo denuncia alguna.

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