De barrios a parroquias: un recorrido por las necesidades del concejo
El Coto, un barrio de Gijón "vivo y unido" que anhela ser más paseable
Reformar la plaza de la República, mejorar la iluminación en la zona de las Casas Baratas e instalar bancos son algunos de los deberes

El Coto, un barrio de Gijón "vivo y unido" que anhela ser más paseable (en imágenes) / Juan Plaza
Cuando Christian Guisado decidió ponerse al frente de la Asociación de Vecinos de El Coto, en 2019, con tan solo 29 años, lo hizo sabiendo que su reto principal pasaba por "activar de nuevo al barrio para conseguir mejoras". Ahora, recién iniciado el 2025, este joven vecino de la calle Manuel Junquera hace balance y se muestra orgulloso de lograr durante este tiempo, por ejemplo, la reforma de la calle Calderón de la Barca y del parque de San Nicolás o la realización de los vestuarios del colegio Ramón de Campoamor. Sin embargo, en El Coto cuentan con viejas demandas que urgen que sean puestas en marcha. Entre esas peticiones, Guisado y sus compañeros de la junta directiva, quienes se muestran "reacios a confirmar en los plazos", subrayan la remodelación de la plaza de la República, acondicionar la fachada del centro de salud, mejorar la iluminación en zonas oscuras e instalar bancos en calles con pendiente, como Suárez Valdés.

María Teresa Huergo, en un banco de la calle Suárez Valdés. / Juan Plaza
Estas dos últimas tareas forman parte del plan de ayuda a los mayores diseñado por esta entidad, cuyos miembros desean que El Coto se convierta en un barrio más "paseable". María Teresa Huergo, vicepresidenta de la asociación, reivindica que la colocación de bancos en diferentes espacios del barrio "es imprescindible". "Somos un barrio alto y si venimos desde abajo llegamos agotados porque son cuestas muy largas. Entonces, muchos vecinos, especialmente los mayores, o no bajan o tienen que venir del centro en taxi", relata Huergo, al tiempo que pide que alguna línea de Emtusa llegue a la zona superior de El Coto en sentido ascendente. "Son actuaciones que no son caras y creemos que hay que mirar más por la gente mayor", sentencia.

Pablo de Paz, junto al centro de salud de El Coto. / Juan Plaza
Gran parte de los deberes que El Coto tiene para el gobierno local están relacionados con sumar atractivos y facilidades para los residentes de avanzada edad, pero sin olvidarse de los más pequeños. Un claro ejemplo de ello es la reforma de la plaza de la República, a través de la que esperan contar con fuentes, juegos y otros espacios para usos sociales. "Somos cerca de 10.000 vecinos y no tenemos ningún parque en condiciones para los niños ni zonas para que los mayores se reúnan. Entonces, a esta plaza hay que darle un lavado de cara y es por lo que llevamos peleando desde 2020", desarrolla Guisado, quien critica que los retrasos en los plazos para dar inicio a esta obra "son ya una tomadura de pelo".

José Higinio Martínez, fotografiando una finca abandonada de la calle Avelino González Mallada. / Juan Plaza
Miguel Ángel Arboleya, vocal del colectivo vecinal y vecino del barrio desde 1972, señala que la plaza de la República está "desangelada". "Hay que remodelarla ya y queremos ser los vecinos los que decidamos cómo va a quedar. Es clave que gane amplitud porque, además, es el único lugar donde podemos hacer las fiestas", apunta.

Manuel Renilla con su nieta Adriana, en el parque de San Nicolás, en la zona de las Casas Baratas. / JUAN PLAZA
Un edificio emblemático y básico para la incesante actividad de El Coto es el centro municipal, un inmueble que ocupa el antiguo cuartel militar que este año alcanza su 125.º aniversario. Allí, los componentes de la agrupación ponen el foco en la reforma de la fachada del centro de salud y en ejecutar la creación de un anfiteatro en el patio para acoger teatros, conciertos u otras citas. "El anfiteatro está presupuestado y esperemos que la obra salga en primavera, pero viendo lo que ocurre con la plaza de la República no queremos que esta se convierta en otra historia interminable", comenta Guisado, que cree que esta novedad sería "muy aprovechable".
Respecto al centro de salud, el líder vecinal lamenta que las condiciones son "horribles", mientras hace hincapié en los problemas que existen de humedad en el edificio y en los desprendimientos ocurridos tanto en la fachada como en el interior. "Hay muchas quejas y está claro que necesita una reforma integral, ya que esto es peligroso para quienes pasan por aquí", argumenta Pablo de Paz, vocal de la asociación y residente en El Coto desde 2021, año en el que se trasladó a Gijón desde León. Por otro lado, De Paz agradece que le bastó con asentarse en la ciudad para comprender que El Coto "es un barrio con mucha gente mayor, pero que está muy vivo". "Hay unión y las obras que se hacen se consiguen por esa conexión entre la asociación y los vecinos", remarca.
El decálogo de El Coto
- Remodelar la plaza de la República.
- Reformar la fachada del centro de salud.
- Crear el anfiteatro en el patio del centro municipal
- Mejorar la iluminación en la zona de Casas Baratas.
- Instalar bancos en calles con pendiente o con suficiente espacio.
- Limpiar las fincas abandonadas.
- Contar con un autobús de Emtusa para subir a la zona más alta del barrio.
- Contar con más plazas de aparcamiento gratuito.
- Controlar los vehículos que se encuentran abandonados en la calle.
- Aumentar la limpieza de las aceras y la poda de árboles.
Mientras recorren la calle Avelino González Mallada, los integrantes de la Asociación de Vecinos de El Coto no tardan en denunciar la situación de una de las fincas abandonadas del barrio, la cual está situada frente a la iglesia de San Nicolás de Bari. "Es una pena ver cómo sale la maleza a la calle y a los bloques. Lleva mal desde hace décadas, lo limpiaron hace 3 años y ya está sucio y con ratas", afirma José García. En esa misma línea se pronuncia José Higinio Martínez, vocal de la entidad: "Es una selva virgen que genera insalubridad. No es solo una cuestión estética".
A escasos metros está el renovado parque de San Nicolás y la zona de las Casas Baratas, donde la entidad liderada por Guisado reclama una importante mejora de la iluminación. Lo hacen, además, teniendo en cuenta que hace apenas dos semanas tuvo lugar una reyerta en la plaza de la República. "Los vecinos han tenido que poner luces en el exterior de sus viviendas porque las nuevas que puso el Ayuntamiento eran insuficientes", asegura Tamara Piney. Manuel Renilla, vocal de la junta directiva, también resalta que la luz es "insuficiente" y que existe un "abandono de la zona que está ocasionando trastornos". "Hay trapicheo y se han dado casos que saltan a los garajes o que orinan al lado de este parque", expresa Renilla, antes de incidir en que se debe mejorar el acceso a las Casas Baratas. "Quedaron en que iba a haber una rampa, pero sigue sin hacerse", añade.
En esta situación se encuentra El Coto, un barrio cohesionado del que sus residentes se muestran orgullosos. Eso sí, también demuestran que tienen entre ceja y ceja estas peticiones y otras, como son el seguimiento y el control de los vehículos abandonados, la necesidad de contar con más plazas de aparcamiento gratuito e incrementar poda de árboles.
1 Remodelar la plaza de la República. 2 Reformar la fachada del centro de salud. 3 Crear el anfiteatro en el patio del centro municipal 4 Mejorar la iluminación en la zona de Casas Baratas. 5 Instalar bancos en calles con pendiente o con suficiente espacio. 6 Limpiar las fincas abandonadas. 7 Contar con un autobús de Emtusa para subir a la zona más alta del barrio. 8 Contar con más plazas de aparcamiento gratuito. 9 Controlar los vehículos que se encuentran abandonados en la calle. 10Aumentar la limpieza de las aceras y la poda de árboles.
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