"Los faros no se van a apagar nunca, siguen siendo imprescindibles"

El fotógrafo Félix González Muñiz (Avilés, 1959) acaba de lanzar su octavo libro, la guía "70 imprescindibles faros de la España peninsular".

-¿Con qué se encuentra el lector en su nueva obra?

-Es una guía en la que están los que para mí son los faros más importantes por su paisaje, ubicación y edificación. El recorrido empieza en el País Vasco, en Hondarribia, y desde ahí se hace un itinerario de este a oeste hasta llegar a Galicia. Después aparecen los de Andalucía, luego se pasa al Mediterráneo y finaliza en Cataluña, en Port de la Selva, que es el último que hay antes de volver a Francia. De Asturias, de los 15 que hay, he seleccionado 7.

-¿Por qué tomó la decisión de llevar a cabo este trabajo?

Sobre faros, previamente escribí libros centrados en los del Cantábrico, en los de Galicia e incluso en los de Andalucía. Entonces, quería hacer una recopilación de ellos añadiendo también los del Mediterráneo; aquellos que están a partir de la provincia de Murcia.

-¿Cuánto tiempo le llevó poder contar con todas las fotografías?

-Empecé a hacer fotos de faros en 2017 y el archivo fotográfico que tengo es muy importante. En esta guía he intentado no repetir fotos, aunque algunas sí se repiten por su significado. Para completarla bajé hasta Murcia en primavera y ya desde ahí subí hasta Cataluña. Ha sido necesaria una trayectoria bárbara para poder recopilar todas las fotografías y la información.

-¿Cuáles eran sus principales objetivos?

-Que se siga dando a conocer el valor de los faros y que se vea su belleza. El autor de las fotos soy yo, pero el texto está hecho por José Manuel Díaz, que es capitán de la Marina Mercante y filólogo. Es un gran conocedor del litoral y de la costa española y en esta obra cuenta anécdotas que han ocurrido en la antigüedad o en el presente. También aparecen datos y explicaciones de por qué se construyeron o sus características técnicas. Por lo tanto, todo esto que escribe Díaz hace que aquellas personas que lean la guía se den cuenta de dónde están los faros y cómo y cuándo puede ir a visitarlos.

-¿Está satisfecho con el resultado obtenido?

-Estoy muy contento. El libro está teniendo bastante repercusión y ha gustado mucho. Ha sido un reto de muchos años el hecho de lanzar este libro. Ahora lo que me gustaría es ir a Canarias y Baleares para terminar todo el trabajo. Espero poder tenerlo listo en un año o en un año y medio, ya que es una gran ilusión poder juntar a los faros más importantes de España.

-¿Cómo ve el futuro de los faros?

-Conozco a varios capitanes de la Marina Mercante y gente que está en el mundo del mar y sé que los faros son imprescindibles para la ayuda de la navegación. No se van a apagar nunca. Aunque ahora hay unos sistemas GPS que funcionan muy bien, en un momento dado pueden dar algún problema. Entonces, tanto para los capitanes de yate como para toda la gente del mar, el faro es muy importante porque les ubica en un momento. Los faros cumplen una misión a la ayuda de la navegación importantísima y , por lo tanto, no van a apagarse nunca.

-¿Hay mucha afición a los faros?

-Sí, muchísima. Además, lo que ha pasado es que la figura del farero ha desaparecido prácticamente porque se han automatizado y muchas de las casas en las que vivían se han convertido en centros de interpretación u hoteles. Por este motivo, hay mucha gente que va a ver puestas de sol al lado del faro o que se quedan allí y gracias a ello ya son conocedores de que es una figura muy importante en todo el litoral español y del mundo.

-¿Cómo se podría seguir dando a conocer su importancia?

-Sería muy importante seguir trabajando en ello. Esto se podría conseguir, por ejemplo, dándole más importancia en las clases y que los niños vayan a visitar los faros y su entorno. Con esas actividades, las nuevas generaciones ya serían conocedoras de lo que supusieron y siguen suponiendo.

-¿De dónde le vino su atracción por los faros?

-Comencé a sentir atracción por mi trabajo en la fotografía náutica. He hecho en su día varias la Vuelta a Asturias en vela, en un barco de seguimiento o como fotógrafo. Entonces, mientras dábamos vueltas, íbamos viendo los faros que encontrábamos a lo largo de las regatas. Empecé a fotografiarlos, al darme cuenta de que tenía las suficientes para hacer algún libro, decidí trabajar en ello porque vi un hueco al no haber todavía ninguna publicación al respecto.

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