Ecos de la actuación medioambiental

Contrueces olvida el "vacío" en su parque de Las Palmeras: "La zona estaba quedando desierta de árboles"

Los vecinos aguardan al crecimiento de los ejemplares plantados tras la masiva tala de palmeras que dan nombre al espacio por el picudo rojo

El parque de Las Palmeras de Contrueces gana color con sus nuevos árboles: "Se notaba un vacío"

Sergio García

La plaga del picudo rojo ha arrasado en los últimos tiempos buena parte del palmeral de la ciudad. Hizo estragos, por ejemplo, en el parque de Las Palmeras de Contrueces, donde se talaron quince ejemplares. Aún quedan dos en pie, la "resistencia" a aquella medida. La concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad completó hace unas semanas el replantado de una quincena de árboles, ejemplares de palmera invulnerable al picudo y otros ejemplares de hoja caduca que "se integran con la vegetación". Y los vecinos del barrio lo agradecen. "Se notaba un vacío en el parque", señalan.

Cristina Rodríguez, una habitual de la zona con su perro "Thor", aplaude la renovación del arbolado, aunque con leves matices. "Deberían haber puesto más palmeras, ya que el parque se llama así", comenta Rodríguez, que también lamenta que "tardaron mucho en quitar los tocones". Ahora toca armarse de paciencia para que los ejemplares crezcan y puedan verse en todo su esplendor, pero lo que recalca la vecina es la necesidad de esta actuación medioambiental. "Está muy bien que esto se llene de árboles", sostiene.

El proyecto conllevó una inversión de 29.813 euros e implicó la colocación de nuevos bancos, un futbolín accesible y, además, se sustituyeron papeleras. Para Visitación Cabo e Isabel Pinto, madre e hija y residentes en el barrio, estos cambios han supuesto una mejora para el parque, especialmente en lo relativo a los árboles. "Nos parece genial porque esto estaba quedando desierto de árboles", afirma Pinto, para quien fue un chasco la eliminación en su momento de las palmeras afectadas por la plaga. "Llevábamos unos cuantos años viniendo por aquí y, de repente, te las quitan", indica Isabel Pinto, que subraya que la presencia de árboles también representa un beneficio por los espacios de sombra que generan estos.

"Mucho mejor que haya árboles a que no haya nada", sentencia Luis Labrada, que lleva 60 años en Contrueces y conoce al dedillo el parque de Las Palmeras. Asegura Labrada que el arbolado aporta solamente ventajas. "Da oxígeno y por lo menos así no se ve tanto prado ‘muerto’", explica el vecino, al que le toca aclimatarse a la ausencia de las palmeras. "Ya estábamos acostumbrados a ellas", bromea Luis Labrada.

"Está bien que se repueble lo que se ha perdido", proclama María José Torralba, que, junto a su marido, Luis Andión, es una firme defensora de los árboles en los espacios verdes de Gijón. "Este parque tiene muchísima vida", declara Torralba. Una actividad que ambos celebran que venga acompañada de numerosos ejemplares. Quieren olvidar la imagen de los huecos que dejaron las palmeras tumbadas. "Esto no tiene nada que ver, es vital que haya esa oxigenación", valora Torralba.

El matrimonio añade otra razón para abogar por los árboles en el parque. "Estéticamente es mucho mejor", incide María José Torralba, que también elogia conservar al menos varios ejemplares de palmeras para hacer honor a la denominación del equipamiento. "Es una representación del nombre popular del parque", reivindica.

Ese toque distintivo del lugar se complementa ahora, tras los trabajos impulsados por la concejalía encabezada por el popular Rodrigo Pintueles, con una quincena de árboles que suplen el vacío de las icónicas palmeras de Contrueces.

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