"Conseguimos acercarnos a la comunión entre la electrónica y el rock"

"Es mucho más directo, inmediato y bailable", resalta uno de los componente de esta banda que cumple una década de vida: "Nos flipa mucho la música"

Foto promocional de la banda "León Benavente". |

Foto promocional de la banda "León Benavente". |

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Luis Rodríguez (Moreda de Aller, 1975) es el guitarrista de "León Benavente", banda que integran también Abraham Boba y Eduardo Baos, y que actuará en Gijón el próximo 31 de enero, en la Sala Albéniz, para presentar su último trabajo, "Nueva sinfonía sobre el caos".

-No fallan a su cita con Gijón.

-Estamos muy contentos, la gira empezó en septiembre. Gijón es uno de los sitios donde todos tenemos muchos vínculos. Poder presentar el nuevo disco, viendo lo bien que están yendo todos los bolos y fiestas en las que se convierten los conciertos, pues a mí personalmente me apetece mucho venir a Asturias.

-¿Qué acogida está teniendo el nuevo trabajo?

-De la hostia. Por una parte la asistencia de publico es genial, estamos llenando. Pero, además de eso, cuando sacas un disco no sabes cómo va recibirlo la gente y trasladarlo al directo, pero lo guay es que estamos tocando todo el disco, porque funcionan muy bien y se integra en lo que es el repertorio de ‘León Benavente’. La gente lo está viviendo muy bien, mola muchísimo ver después de diez años esa acogida.

-¿A qué suena?

-Creo que conseguimos acercarnos mucho a lo que queríamos en cuanto a la comunión de la electrónica con lo que nosotros somos, una banda de rock. Era algo que llevábamos buscando desde discos anteriores. Pero creo que es la vez que más cerca lo logramos. Y el hecho de tener a Martí Perarnau IV como productor provoca que estemos supersatisfechos. Y en este caso tenemos un claro ejemplo, porque es el que más refleja cómo sonamos en directo y lo que hay de directo en ‘León Benavente’. Es un disco mucho más directo, inmediato y bailable.

-Algo corto y al grano.

-Sí. Es una cosa mucho más concreta, de puñetazo en la cara. El tipo de show que nosotros tenemos, va a un poco como ese disco, es algo que te entra, levanta y para arriba.

-¿Cómo han conseguido ese equilibrio entre música electrónica y el rock?

-Estamos tocando en la cuerda floja del cable, que no es poco (ríe). No creo que haya una receta o fórmula. La clave es que sea algo natural y no impostado, y que encaje bien. No nos gusta hacer cambios muy drásticos. Somos una banda en constante cambio en muchos aspectos de su existencia. Hay algo diferente, pero no sonamos a electrónica. Por eso la dificultad está en disfrutar la electrónica, pero sin perder la perspectiva de lo que somos: una banda de rock.

-¿Qué le motiva después de tantos años para mantener ese entusiasmo por la música?

-Estuve hace poco en casa de mis padres, que la estamos vaciando. Y encontré una maqueta mía del año 1993, grabando en un pueblo al lado de Moreda. Llevo todo este tiempo tocando el bajo y haciendo música. Quiero pensar que hay algo, que es el eje vertebrador de este grupo, que es que nos flipa la música. Hay una especie de amor, algo mágico cuando haces música. Todo eso, lejos de desgastar, tiene algo que te pica por dentro y que va con este oficio. Y que somos grandes consumidores de música, y eso sirve para retroalimentarnos e ilusionarnos. Ahora mismo ya podemos trabajar en otro tipo de condiciones. El hecho de llevar tanto tiempo hace que te motives más.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents