La curiosa fórmula de venta que crece en Gijón ante la crisis de la vivienda: pisos con moradores y rentas antiguas

La transmisión de la nuda propiedad, que permite al dueño seguir en su casa hasta que fallezca, es una opción al alza entre personas mayores

Una persona mayor, en un banco a la entrada de una residencia.

Una persona mayor, en un banco a la entrada de una residencia. / ÁNGEL GONZÁLEZ

En el marco de la crisis de vivienda que existe a nivel nacional, en Gijón, impulsada en gran parte por el envejecimiento de la población y por el desfase entre demanda y oferta, aparece ahora una nueva tendencia a punto de consolidarse y con vistas a crecer en los próximos años: la venta de viviendas con inquilinos, en general personas mayores, para compradores que tengan en mente una inversión a medio y largo plazo. Surge así un tipo de operación hasta ahora casi desconocida a nivel local: la venta de la nuda propiedad, que permite al vendedor mantener el usufructo de su casa y, por tanto, seguir viviendo en ella hasta su fallecimiento. En el sector inmobiliario empiezan a trabajar también con la venta de pisos con inquilinos de renta antigua –un tipo de vivienda hasta ahora muy poco atractiva para posibles compradores– y con la salida al mercado de viviendas envejecidas que sus propietarios ponen a la venta para costearse sus cuidados en una residencia de mayores.

A grandes rasgos, el nudo propietario de una vivienda accede a la propiedad del inmueble pero no a su derecho de uso y disfrute, que es el usufructo. De ahí que, hasta la actualidad, esta opción de compraventa inmobiliaria fuese casi desconocida en la ciudad. En los últimos años, sin embargo, han ocurrido dos fenómenos: la conocida escasez de vivienda en el mercado y un envejecimiento poblacional que, sumado al cambio en el modelo de los cuidados, hace que cada vez más personas mayores no puedan costear con su pensión la entrada a una residencia o decidan demorarla durante el mayor tiempo posible y pagarse un servicio domiciliario mientras puedan. La venta de la nuda propiedad comenzó a operar en Gijón hace ahora cosa de un lustro y con la formación previa de profesionales como César Nozal, de la Agencia La Playa, que intuían que se trataba de una operación con vistas a aumentar. "Aún no hay un número excesivo de operaciones, quizás ronden hoy el 1 por ciento, pero sí creemos que van a ir aumentando de ahora en adelante", cuenta.

Hasta hace unos años, la oferta de vivienda en Gijón era más amplia y anulaba el atractivo de viviendas ocupadas, pero en el contexto actual, con los precios disparados, lo que hasta ahora era un escollo para un posible comprador se convierte en una oportunidad de acceder a un inmueble a un precio sustancialmente reducido. En estos últimos días, en portales web de compraventa, hay varias ofertas vigentes, como un piso en Emilio Tuya valorado en 200.000 euros que sale al mercado con una rebaja de 60.000 a cambio de que su hasta ahora dueña se quede con el usufructo vitalicio. Otra vivienda está a la venta en Montevil por 91.000 euros, un precio muy alejado de la media, pero en la descripción se especifica: "El actual propietario, de 71 años, seguirá viviendo en este inmueble como usufructuario hasta el final de sus días".

La otra tendencia al alza en esta idea de pisos ocupados en venta es la salida al mercado de viviendas con inquilinos de larga duración, en muchos casos, con renta antigua. "Antes, cuando había oferta, se entendía que estos pisos daban ‘problemas’, pero hoy es una posibilidad de inversión. El comprador ideal en estos casos sería una persona con hijos en edad escolar que el día de mañana quiera dejarles un inmueble. Al ser una inversión a medio plazo, estas operaciones no sirven para especular", considera Nozal, que sí señala que la rentabilidad de este tipo de operaciones, teniendo en cuenta que no existe garantía de cuándo el nuevo propietario podrá tener acceso al inmueble, suelen ser más seguras si se tiene en cuenta la ubicación. Comprar un piso cerca de la playa, ejemplifica, tendrá valor seguro dentro de 10 y 15 años.

La tercera y última tendencia en el mercado inmobiliario motivada por la falta de oferta y el envejecimiento poblacional es la salida al mercado de viviendas antiguas por parte de personas mayores que buscan directamente deshacerse de su inmueble para asegurarse un ingreso que le permita costearse sus cuidados. "Ponen a la venta su vivienda para pagarse los gastos de una residencia. Con el dinero de esa venta crean una cuenta o un depósito para ir pagando", explica Natalia Abella, de la Agencia Abella Marcos, que explica que, aunque su equipo no trabaja de manera tan directa con la venta de nuda propiedad, sí empieza a percibir cierta demanda por parte de algunos propietarios que estudian, como alternativa a dejar su casa, pactar con un posible comprador una renta reducida que le permita seguir en ella.

Tanto Abella como Nozal concretan que los tres formatos pueden solaparse: una persona mayor que decida vender hoy la nuda propiedad para quedarse en su casa puede vender más adelante, en sus últimos años de vida, el usufructo de la misma y entrar en una residencia. En el caso de pisos alquilados, la tendencia sí parece interesar a inversores con mayor poder adquisitivo: es habitual que en las descripciones de estas ofertas en Gijón los vendedores aseguren tener una "cartera" de viviendas similares.

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